Capítulo 21: "Eras tú"

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Santiago me lleva hasta casa, en todo el camino no dijimos ni una palabra, sólo nos mirábamos.

Al llegar me enojo demasiado porque en vez de llevarme hacia la casa de Mar, me llevó hacia la suya.

No quería bajar del auto hasta que me llevara a la casa de Mar pero el me cargó y me llevó hacia adentro, hacia su habitación.

-Med, enserio no lo hagas.

-¿Hacer qué? Explicame.

-No te suicides-saca algo del bolsillo-encontré esto en tu bolso cuando te desmayaste en el cumpleaños de Celia-era mi lista.

-Con que eras tú quien la tubo todo este tiempo.

-Med, te amo, ¿Quieres volver a ser mi novia?

-Em, si-nos besamos.

Estaba frustada por el echo de que Santiago haya tenido la lista y a la vez contenta porque volvíamos a ser una pareja.

Habla Santiago

Tengo trucos bajo la manga, nadie me vence.

Med tenía esa idea loca del suicidio y pienso que estando conmigo seguro termina con eso.

Esto será mas fácil que cargarla, parece un elefante.

Habla Med

Estaba callada, no sabia que decir pues era un momento muy incómodo.

Al rato, veo que Santiago está quieto, todo a mi alrededor está inmóvil. Aparece esa figura delante mío y me doy cuenta de que yo sí me puedo mover.

-Hola jajaja.

-Hoolaa.

-¿Te acuerdas que tu querías saber quién era y también quién era "ese"?

-Claro

-Bueno pues aquí me ves.

Era un chico de más o menos 12 años, pelo castaño, ojos verdes... Esperen... Era... Era... Era mi hermano- Eres mi hermano, eres ¡Facundo!

-Si, ese soy yo.

-No lo puedo creer, fuiste tú quien me salvó y me alentó a todos esos intentos del suicidio.

-En realidad yo te detenía. ¿Ahora quieres saber quién es "ese"?

-Si

-¿Te acuerdas que yo llegué de mi viaje hace un par de años atrás? Bueno, iba a casa lo más normal posible como siempre. Al llegar descubro un camino de sangre en la puerta y lo sigo. Llego al sótano y allí estaba nuestro padre, sentado con un cuchillo en la mano y con cara de diabólico. Salgo corriendo pero el me agarra y me raja profundamente el brazo. No se bien de que morí, si por desangramiento o por los golpes y acuchillasos, solo sé que pude lograr ver a mi padre matarse y a ti llorar sobre mi. Ahí hice un pacto con Dios y me dejó protegerte pero en este juego hay cuatro participantes, La Vida y La Muerte; Dios y El Diablo.

-¿Porqué el diablo?- lo interrumpo curiosamente.

-¡Dejame terminar! Pobre de quien te tenga que aguantar ahora.

-¡Ey! sigo aquí.

-Nuestro padre antes de morir hizo un pacto con el diablo y tiene que cumplirlo. Él tiene que lograr matarte, él te entusiasma a seguir con lo del suicidio, tienes que parar con eso.

-Sufro. El suicidio fue por mi, porque yo ¡SUFRO!

-No pienso seguir perdiendo el tiempo contigo.

Se fue, todo volvió a como estaba, Santiago empezó a hablar de repente y lo demás comenzó a seguir.

-Santiago, me tengo que ir.

Me voy corriendo, traumada por lo que acaba de pasar. Santiago me detiene e intenta besarme y manosearme pero yo me lo saco de enzima y voy lo más rápido que llego fuera de su casa.

Era de noche. Sé que no puedo seguir molestando a Mar entrando cuando quiera a su casa. Se me aparece la "figura" lo cual ya no me sorprendía que aparezca. Se encarna y no era él, era mi padre.

-Sola de noche a estas horas... Mira que sé que sabes quien soy y que hice. No intentes esquivarme pues te irá mal.

-Dejame, no quiero tener nada que ver contigo ni con Facundo.

-Ja, que bueno que digas eso porque Facundo está bajo mi poder.

-¿Qué?-Se desvanece.

Me duermo y cuando despierto al día siguiente estaba en mi casa, mi original casa.

Hoy pensé en no ir a la escuela, quiero quedarme a remodelar y hacerla mía.

Las paredes del sótano y las de las demás habitaciones de abajo turquesas y las de las habitaciones de arriba rosadas.

-Dagh, no quiero que mi piensa sea de color de niña.

-Pues conformate con lo que hay.

De repente tira baldasos de pintura turquesa y me parece que quedó mejor con los dos colores que con uno solo así que también se me ocurrió salpicar con amarillo y quedó súper bueno.

Al cabo de unas horas ya todo estaba arreglado, yo ya le había dicho a Mar y a Car pero a las demás me daba vómito decirles que me cambiaba.

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