POV. Oliver
Desperté con dolor de cabeza, con un cuerpo encima de mí que estaba medio inconsciente y medio desnudo, y abrazando con fuerza un oso panda de peluche gigante. Acostumbrado a hacer cosas y luego no acordarme, traté de buscar en el mar de mi memoria algún tipo de recuerdo sobre la noche anterior, pero en cuanto comencé con la búsqueda me atacaron unos demasiado intensos pinchazos en las sienes, y desistí. Con un gruñido más parecido al de un animal que al de un humano, me levanté a cámara lenta del cómodo colchón de mi novio y observé su rostro angelical dormido. Sin resistir la tentación, me agaché a su lado de la cama y deposité un beso en la punta de su nariz, para luego pasar por los labios y continuar por su cuello y clavícula. Él suspiró y gimió suavemente, aún medio dormido. Sonreí, satisfecho, y me incorporé en busca de mi camiseta, salvo que en su lugar descubrí a una chica que no conocía de nada, completamente desnuda, saliendo del baño de la habitación. Su pelo rosa caía en cascada por su espalda y llevaba una toalla enroscada alrededor de su brazo derecho. Shockeado, abrí mis ojos como platos y me tapé a mi amiguito con ambas manos a falta de un cojín. Ella, sin rastro de sorpresa o incomodidad, me sonrió amigablemente y me saludó agitando animadamente una mano.
- ¡Hola! Soy Annie, compañera de universidad de los chicos. Siento haber usado vuestro baño, ¡pero es que los demás estaban ocupados!
Susurró con cara de pena. Sin saber muy bien qué decir, encogí mis hombros con incomodidad.
- No te... Preocupes. ¿Ahora podrías...?- con un gesto de cabeza señalé sugerentemente la puerta del cuarto, y ella, tras un "¡Oh! Claro" dicho un poco alto de más, salió apresuradamente. Con un profundo suspiro, quité las manos de mi hombría y me revolví el pelo, alborotándolo más de lo que ya estaba. Un gruñido por parte del ser humano que estaba en la cama me hizo darme la vuelta y encontrarme con un par de grandes ojos lujuriosos.
- ¿Tienes pensado quedarte ahí posando todo el día o podré tocar a parte de mirar?- preguntó con la voz ronca y media sonrisa, causando irremediablemente que mi erección matutina se incrementase. Imité su sonrisa.
- Puedes tocar todo lo que quieras.
Y el resto de la tarde lo pasé de lo más entretenido.POV. Camille
- Parecen conejos, ¿cuánto tiempo llevan así ya? ¿Dos horas?
- Más de dos horas. Ojalá Sean y Kathia no se hubieran despertado al oírlos a ellos. En estos momentos me siento bastante falta de cariño.
Hice un puchero en dirección a mi bote de Nutella y me metí otra cucharada sopera en la boca. Carter y Anthony imitaron mi gesto en sus propios botes, y Cameron y Connor se limitaron a asentir, de acuerdo. La pelirrosa me sonrió sugerentemente.
- Ya sabes que yo cuando quieras... Dejó la invitación implícita en el aire, y todos los idiotas de mis amigos, como morbosos que son, se quedaron mirándome en busca de una respuesta. Levanté ambas manos en su dirección.
- Lo siento, pero de momentos me siguen poniendo las bananas.
Ella se encogió de hombros y se tomó una cucharada del bote de Anthony, ganándose un gruñido y un mordisco en la mano izquierda. - ¡Ay!
- Mía.
- Pero...
- Sólo mía.
Anthony continuó mirándola amenazadoramente durante un rato, y Annie sobándose su mano herida, pero luego ambos se aburrieron y comenzaron a jugar al juego de "Quien se ría antes, pierde". Infantiles.Diez minutos más tarde...
- ¡¡Sii!! ¡¡Gané!!
Hice mi baile de la victoria sobre la mesilla nueva de café, con cuidado de no tirar ninguna caja de mudanza llena de cosas, mientras Annie y Anth se lamentaban tirados de cualquier manera en el suelo, dado que el único sofá montado estaba ocupado por Carter, Connor y Cameron. Las tres C. Detuve mi baile por unos segundos para reflexionar sobre algo que no había pensado nunca antes.
- Chicos, en esta familia somos muchos los que tenemos un nombre que empieza por c.
Un "¿Qué? " generalizado salió de las bocas de mis amigos, salvo Anthony que frunció el ceño y me miró con preocupación.
- ¿Qué coño te has fumado ahora y por qué no has compartido?
Las risas y burlas no se hicieron derrogar, y yo puse los ojos en blanco con exasperación.
- Nada, y a lo que me refiero es que... Mirad, fijaos en estos nombres, ¿vale?
Cogí un papel que había por ahí y un bolígrafo que estaba en el suelo y garabateé unos nombres en la parte de atrás sin fijarme en el contenido de la hoja. Luego se lo enseñé.
- "Carter, Caleb, Connor, Camille, Cameron... " ¿Qué intentas decirnos? ¿Es una especie de código?
El facepalm que me hice ante las palabras de Cameron resonó en toda la habitación. Carter soltó una carcajada. Al parecer él se había dado cuenta de a dónde quería llegar a parar.
- ¿Y qué quieres que hagamos con eso?
O a lo mejor no. Gemí con frustración y me pasé ambas manos por la cara.
- Idiotas...
- ¡Ya lo sé! ¡Podemos llamarnos de alguna forma! Como... ¡EL EQUIPO C!Antes de que pudiese contestar a Connor con alguna barbaridad, la voz indiferente de Caleb llegó a nuestros oídos desde la entrada del salón, dejándonos petrificados. Jodida mierda.
- ¿Acabas de garabatear la hoja del contrato de la casa con semejante gilipollez?
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Not Crazy
Teen FictionSegunda parte de PROBLEMAS, POR QUÉ NO? Camille se pasó todo el verano recuperándose de los acontecimientos sucedidos en el baile de fin de curso. Se desahogó todo lo que quiso hasta el punto de no salir de casa hasta una semana después pero finalme...