Capítulo 2: Flashback (2)

25 4 0
                                    

Flashback

La pequeña Marina de doce años estaba sentada en la cama de su habitación jugando a la Nintendo una tarde en la cual no iba a salir a la calle. Todas sus amigas estaban ocupadísimas haciendo cosas súper interesantes como ir a la playa, hacer galletas o jugar a maquillarse y vestirse como mayores.

Marina tenía las piernas cruzadas y un cojín encima de éstas para apoyar la videoconsola. Era verde y le encantaba lo grande que era, ya que la anterior era microscópica y ya estaba hartita de ella.
Estaba disfrutando de aquella tarde, porque siempre había preferido estar en casa a salir a la calle, cosa que cambiaría al cabo de los años.

Su madre había salido a comprar verduras para preparar la comida del día siguiente, y su padre estaba trabajando. Su hermana Lea estaba en su habitación haciendo lo mismo que ella, así que estaban las dos hermanas solas en casa.

Cada una en su habitación sin saber nada de la otra, a oscuras, solamente con la luz que producía la maquinola.

Si las llegase a ver su madre les reñiría, ya que prefiere que estén juntas por si aparecía Laura. Pero ya llevaba una semana sin aparecer, y de normal aparecía a diario. Parecía que el nuevo medicamento que le estaban administrando a Marina estaba funcionando.

Eso parecía.

Ella estaba tan concentrada jugando que no se percató de la presencia de Laura, la cual la observaba fijamente. Estaba ahí, quieta, en la oscuridad. Sus ojos esmeraldas destacaban tanto en su cara que casi parecía que tuviesen brillo propio. No expresaba ningún sentimiento más que malicia y complicidad.
Su cara casi inexpresiva, sus grandes ojos verdes intentaban averiguar en qué estaba pensando.
La brisa que tímidamente asomaba por la ventana agitaba los mechones del liso cabello oscuro de Laura.

Cuando la chica se percató de que estaba ahí, no pudo evitar dar un salto por el susto y el vello de sus piernas se erizó. Miró a los ojos a Laura, y ésta le dedicó una torcida sonrisa al ver que ya le prestaba atención. Laura se aproximó a la cama en la que estaba Marina y se sentó a su lado, sin borrar la sonrisa de su rostro. Se fue acercando ella lentamente, pues sabía que no tenía escapatoria. Cuando sus caras estaban a pocos centímetros de distancia, puso su mano en la rodilla flexionada de la chica y empezó a susurrarle al oído...

La Otra Cara De La Moneda [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora