Capitulo 3: Sorpresas

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Ya a la mañana siguiente luego de haber dormido casi toda la noche(digo casi por que dormir en el suelo no es muy cómodo que digamos),me encuentro caminando rumbo al punto que me queda más cerca. Nunca fui muy buena con las ubicaciones pero esta parece muy fácil de seguir ya que ,al parecer, solo debo adentrarme en las profundidades del bosque y comenzar a caminar derecho.

Hace más calor del que creí, asi que me saco mi campera y la ato a mi cintura. Me pregunto como me veré luego de estar todo un dia bajo el sol y dormir en una "cueva". Mi pelo debe de estar todo enredado pero igual lo llevo suelto. Nunca me gusto como se ve en mí el pelo recogido. Cuando era niña mí madre me hacia peinados muy tirantes para ir a la escuela y mis compañeros se reian de mi. Todos excepto uno. Habia un niño con lentes enormes y piernas delgadas que no hablaba con nadie. No puedo evitar sonreir al recordar a mi mejor amigo de pequeño.

Pensar en él me genera un nudo en el estómago. Si no hubiera sido expulsada, hoy me encontraria sentada al lado de él escuchando a la aburrida profesora de química hablar sobre temas que no entiendo. Su nombre es Francisco. Solía inventarle apodos divertidos y locos solo para reirme a su costa pero últimamente no podia hacerlo. Habia cambiado. Ya no usaba lentes y había adquirido músculos. Muchas chicas se empezaron a interesar en él pero a fran no le importaba. Yo siempre tuve la teoria de que es gay. Lo comencé a pensar luego de que él me dijiese algo.

-Nunca dudes en mostrar quien en verdad eres, pequeña lydia. Es horrible fingir ser algo que tu no eres ni quieres ser solo por que los demás no lo aprueban. Ojala tu seas más valiente que yo y logres sacar a la luz todas esas ideas locas que tienes en tu cabeza, sin tenerle miedo al que dirán.-

Esas habían sido sus palabras. Su padre es militar y su madre extremadamente religiosa. Él sabia que ambos estarían en desacuerdo con su sexualidad y por eso no quiso  decir nada.

No se cuanto tiempo me quedé metida en mis pensamientos cuando de la nada levanto la vista del piso y veo que me encuentro parada frente al bosque.

En el lado bueno del muro no hay bosques. Es todo artificial. Ni siquiera los parques parecen reales. Pero ahora tengo ante mis ojos algo asombroso. Enormes árboles se levantan desde el suelo. El piso esta cubierto de hojas secas que caen de estos mismos. No puedo evitar respirar profundo. Siento que el aire aqui es totalmente distinto. Parece irónico, pero a pesar de que en el lado bueno todo se encontraba limpio e impecable, siempre lo sentí como un lugar sucio. Poco real y claustorfóbico. Pero ahora siento que puedo respirar abiertamente.

Comienzo a adentrarme en el interior del bosque. De vez en cuando siento ruidos pero supongo que será el mismo viento que mueve las hojas. No eh visto una vida en este lugar. Puede que haya escuchado el canto de algún que otro pajaro, pero el sonido era muy lejano y podía yo estar imaginándolo.

Pasaron horas en las que caminé y caniné bajo el ardiente sol. Decido, por fin, sentarme bajo un arbol gigante que me dará sombra para al menos descanzar un rato.

Una vez ya instalada, saco de mi mochila la botella de agua. Bebo un poco. El agua esta practicamente hirviendo pero de alguna forma me hace sentir mejor. Como un par de frutos secas. Nunca me gustaron, de hecho siguen sin hacerlo, pero en este momento me parecen la mejor comida que hay en el mundo entero.

Estaba muy concentrada estudiando el mapa nuevamente cuando siento un sonido de pasos. Inmediatamente me paro y comienzo a mirar hacia todos lados buscando al dueño de esos ruidos. Todo el camino los estuve escuchando. Ademas, siempre tuve la sensación de que algo me seguía. Me sentía observada. Al igual que como me siento ahora.

De nuevo se escuchan los pasos y esta vez puedo oir que vienen de detras de mi. Por lo fuerte que sonó ese ultimo paso, la cosa que se encuentra siguiendome esta demasiado cerca. Me comienzo a dar vuelta lentamente con miedo pero algo se tira sobre mí haciendome caer al piso.

Grito instantaneamente pero esa cosa que tengo arriba esta chupandome la cara y no me permite abrir los ojos.

Un momento... ¿Algo está lamiendome la cara?.

Como si hubiera leido mi pensamiento la cosa que tengo arriba deja le lamerme. Abro los ojos lentamente todavía con algo de miedo, pero cuando lo veo me quedo pasmada.

Unos ojos negros me miran. Su lengua se escapa de su boca mientras este jadea cansado. Su hocico esta muy cerca de mi nariz y puedo ver como lleva sus blancas y puntiagudas orejas paradas. No puedo creer lo que tengo frente a mi.

En el lado bueno no hay animales. Algunos pensaban que ellos causaban algunas de las mutaciones, asi que fueron expulsados al lado malo junto con todos los otros mutados. Pero en uno de los libros del sótano leí sobre ellos. Siempre me habian llamado la atención los perros y ahora tengo frente,o mejor dicho sobre, mi uno de ellos.

Comienzo a hacer fuerza para sentarme y el perro sale de arriba mío. Se sienta a un costado y me mira con sus oscuros pero hermosos ojos. Es grande y tiene un hermoso pelaje blanco. No puedo evitar extender mi mano para acariciarlo. Pero a medio camino mi mano se detiene como considerando que hacer. El perro se acerca a mi y posa su hocico en mi mano. Comienzo a acariciarlo y el se va acercando cada vez más.

Creo que pasaron varios minutos en los que me pasé acariciando el perro. Este me da una especie de tranquilidad. Me hace olvidar todos mis problemas al menos por un rato.

De repente el perro se aparta de mi y alza las dos orejas. Mueve la nariz como si estuviera olfatiando algo. De la nada su expresion tierna cambia. Abre su hocico dejando ver unos temibles colmillos. Se pone en una posicion de acecho. Como si ya supiera lo que va a venir y se está preparando para eso. Me paro con un sentimiento se miedo que últimamente es muy frecuente en mi. Cuando me paro a su costado , me mira y esconde sus colmillos y baja sus orejas. Comienza a hacer pequeños ruidos como si estuviera agonizando y ,con su cabeza, comienza a empujarme las piernas. No entiendo que quiere que haga pero no me lleva mucho tiempo reaccionar.

De lejos se escuchan tiros y el perro vuelve a ponerse en posición se ataque. Esta vez me ladra y gruñe y yo tomo eso como una señal para salir corriendo. Tomo mi mochila y comienzo a correr sin parar. Él no me sigue. Yo se que lo que el intentaba era que me fuera. Que escapara. Pero ¿De que?.

Claro que escuché los tiros. Estudié tiro en la secundaria, no confundo ese sonido con nada del mundo. Eso solo quiere decir que hay personas aqui. Mutados.

Una parte de mi no podia creer lo que estaba pasando. Saber que personas habian logrado subsistir aqui me da una cierta esperanza, pero al mismo tiempo me asustan los mutados. Les tengo miedo y no se me va a ser facil esconderlo. Yo solamente deseo no cruzarme con ellos. Al menos no por un largo tiempo.

Luego de correr por casi media hora me topo con lo que se ve como una antena enorme. De esas que usan para transmitir mensajes. Por suerte, la antena hace suficiente sombra como para sentarme a descanzar un rato. Cuando lo hago saco el mapa para ver donde me encuentro. Logro ,viendo el paisaje que me rodea, deducir donde me encuentro yo. No me encuentro tan lejos del primer punto rojo, tal vez solo a un dia, sin contar la noche. Al principio crei que era más lejos pero claramente estaba equivocada.

Me quedo sentada por quien sabe cuanto tiempo disfrutando de la fresca brisa que me envuelve cuando siento de nuevo ese ruido de pasos que sentí todo el dia tras mio. Me giro para encontrarme al perro. Este viene hacia mi corriendo y cuando menos me doy cuenta ya lo tengo nuevamente arriba babosrandome toda la cara.

No puedo hacer otra cosa más que reir. Me rio por todo. Por las cosquillas que me hace el perro. Por una broma que le hice a mi mejor amigo hace años. Por como mi madre intentaba entender la tecnologia. Me río por todas las cosas de las que me rei antes.

Pero con el paso de los minutos la risa se transforma en llanto. Ahora estoy llorando por todo lo que no lloré. Lloro por que no se como voy a sobrevivir. Lloro por que recuerdo el día en que mi madre recibio el castigo. Lloro por cada una de las cosas por las cuales no llore antes.

La bestia que tengo sobre mi empieza a secarme las lagrimas con su lengua. Baja sus orejas y muy despacio apoya su cabeza en mi pecho y cierra sus ojos. Su pecho se mueve al ritmo de sus respiraciones que van al compas con las mías.

-Gracias por alegrarme el dia, bestia- y así, sin mas fue como me quedo dormida mientras acaricio lentamente con mi mano a la hermosa bestia que duerme arriba mio.

Mutados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora