El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capítulo 20. No puedo más

Narra Zac:

Estaba desesperado, no sabía qué hacer, los días pasaban y mi depresión y angustia por saber dónde estaba Vanessa crecía, de lo que si estaba completamente seguro es que mi padre tuvo que ver con esto, pero, ¿no prometimos Vanessa y yo estar hasta el final? Tal vez ella se dejó convencer de lo que le dijo mi padre, de todos modos no iba a descansar hasta encontrarla, ambos estamos hecho el uno para el otro.

Tenía ese pensamiento en mi cabeza hasta que ya no pude más, empecé a desesperarme peor, necesitaba a Vanessa, la necesito, ¡demonios! No puedo seguir sin ella, para "olvidar ese dolor" comencé a tomar alcohol, mis amigos me invitaban constantemente a fiestas, en cierto modo me ayuda a pasar un buen rato pero nada podía sacarme ese dolor que está dentro de mí.

Ya todos decían que volvió el Zac Efron de antes, aquel que pasa de fiesta en fiesta y a quien las chicas se le insinúan, cada fin de semana me acostaba con una chica diferente, yo... yo sabía que estaba mal pero no le encontraba otra escapatoria.

Habían pasado tres meses desde que Vanessa desapareció de mi vida, recuerdo que el primer mes le mandaba mensajes día y noche, la llamaba, le escribía en todas sus redes sociales, pero ella me rechazaba. Siempre estaba peleando con mi padre, tratando de sacarle información, le gritaba que lo odiaba, nos decíamos de todo ambos, él supuestamente para mi bien, pero sin duda no se da cuenta que esto me estaba matando. Creía que su hijo había vuelto a la normalidad después de que Vanessa se fue, ya que llevaba a distintas chicas a casa y eso a mi padre le parecía bueno, mi mamá por lo contrario solo ignoraba cuando me veía en esos momentos.

En unos de mis días de fiesta acababa de llegar a casa, al encender la luz me asusté al ver a mi mamá sentada en el suelo a un costado de la puerta, al verme se levantó rápidamente.

-Hijo, Zac

-Hola mamá

-Quiero hablar sobre Vanessa

-No quiero más hablar del tema madre, con papá ya lo hemos discutido muchas veces

-Yo sé que la amas, Zac

-¡Sí! Está bien, sí. La amo mamá, la adoro, y nunca he sentido algo tan fuerte por una chica, ella simplemente llegó a mi vida y lo cambió todo, me hizo sentir amor, aquello que no había experimentado con ninguna otra chica. ¿Es eso lo que querías escuchar? Y lo peor es que no la puedo sacar de mi cabeza en ningún momento, esto me está volviendo loco. –Comencé a llorar, y mi madre me abrazó por un corto tiempo-

-Zac, yo sé que estas sufriendo y créeme yo también lo estoy al verte así, Vanessa me agrada, la he llegado a querer mucho y yo quiero que estés con ella, pero no tienes que volver a tu pasado, estás haciéndote mal, te prometo que los dos encontraremos la forma de saber dónde esta

-Y, ¿si no lo hacemos? Mamá no tenemos ni la menor idea de donde está, lo único que sabemos es que se fue del país y eso es aún más difícil

-Hijo, cálmate, ¿sí? Encontraremos la manera de hallarla

-¡No! No podemos, míralo de esa forma mamá, eso es imposible...

-Nada es imposible si te lo propones, Zac

-Exacto, y yo me propongo olvidar a Vanessa Hudgens