El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capítulo 9. El cambio

A la semana siguiente, el martes le escribí a Zac diciéndole si podríamos pasar el día juntos, a lo que él respondió con un excelente.

A las 10 de la mañana llego a mi casa, yo me despedí de todos y él ya estaba con la puerta del auto abierta.

-Hoy tengo algunas ideas para ti Vane, dijo Zac.

-Que estarás pensando Zac Efron, respondí.

Luego de unos 15 minutos llegamos al centro comercial.

-Entremos en esta tienda de ropa primero, dijo Zac

-¿Ropa? ¿Para qué ropa?, respondí

-Bueno, te diré mi plan: quiero cambiar tu tipo de ropa a una con más estilo. ¿Entiendes? Estoy cansado de que la gente de critiqué por la ropa usas, así que vamos a dejarlos sorprendidos de tu belleza, no solo cambiare tu estilo, sino tu look, ya verás, todos se sorprenderán.

-Está bien, ¡hagamos esto!

Pasamos en esa tienda como 2 horas, probándome una y otra prenda, todo estaba increíble, mi novio de verás que tiene el mejor gusto para vestir, con cada prenda que me veía me sentía bonita, a la final Zac me compró 30 prendas.

-30! 30 prendas! Zacky eso es demasiado, ¿cuánto se te hizo en la cuenta?

-Esto no es nada para lo que te mereces Vane, no te preocupes por el dinero, gastaría lo que fuera en ti por verte feliz.

Solo sonreí y le dije gracias por todo tu cariño.

Después fuimos hacia una peluquería, debo decir que la dueña del local al ver mi cabello se asustó un poco, pues mi cabello no era de lo más hermoso.

-Buenas tardes, ¿por favor podría cambiarle el look de una manera radical? Y que el cabello le quede muy bonito. Dijo Zac

-Claro joven, el cabello de esta chica necesita ayuda.

Yo no opine en lo absoluto, solo estaba sentada escuchando la conversación de ambos. Vi la hora y eran 12:10, tenía hambre, pero Zac quería terminar con lo que empezó de una vez.

La dueña del salón empezó a cortar mi cabello, veía que me ponía varios productos en el cabello, pasaron 30 minutos y la señora dijo listo. Cuando me quito la capa y me vi al espejo era otra yo, estaba muy cambiada, me sentía hermosa. Zac se quedó paralizado cuando me vio.

-¡Por Dios! Amor estas preciosa, no te reconozco.

-Lo sé, ni yo creo que soy yo jaja.

Me acerqué a él y lo besé por un momento.

Zac pagó y nos dirigimos hacia el patio de comidas. Ambos pedimos el mismo plato.

-Ya quiero ver la cara de todos hoy, además este cambio queda perfecto ya que es el último día de clase.

-Yo también, aunque tengo nervios.

-Tranquila, nada malo pasará.

Así concluyó la salida con Zac, fue a dejarme a casa y se retiró, pues en una hora teníamos clases.