El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capítulo 38.

Sin pensarlo dos veces me dirigí a él y lo besé, Zac me levantó mientras yo ponía mis piernas alrededor de sus caderas y él apretaba mis muslos, ninguno de nosotros se detiene en ningún momento, el beso no es nada tierno, es apasionado, nuestra respiración se torna difícil, el pasa sus manos sobre cada rincón accesible de mi cuerpo, miles de sensaciones nuevas vienen a mí es como una electricidad que recorre todo mi cuerpo.

Aún besándonos seguimos avanzando hasta llegar a mi cuarto, Zac me puso sobre la cama con el besándome, luego se dirigió a mi cuello dejando besos húmedos, seguido subió hacia mi boca y yo no me aparte ningún momento de él, ambos nos deseábamos podía sentirlo, quería más de él en ese momento, lo necesitaba.

Iba a perder mi virginidad con Zac, pero no tenía ningún problema porque lo valía, ambos nos amábamos y nos lo hemos demostrado con hechos y superando cada obstáculo.

Dejando a un lado mis pensamientos, me concentré en disfrutar cada una de sus acciones, mete sus manos dentro de mi blusa para tocar mis pechos y un gemido sale de mi boca, mis manos nerviosas se mueven por sus increíbles abdominales, se veía jodidamente sexy.

Él se levanta para desabotonar mi pantalón, pasa sus manos sobre mis desnudas piernas –me tienes loco- sigue tocándome mientras yo estaba completamente excitada, lo necesitaba dentro de mí ahora, rápidamente jale el cierre de sus pantalones cayendo estos al suelo y ni que decir de su ropa interior. Ambos estábamos desnudos contemplando nuestros cuerpos, llenos de placer y sin esperar más Zac se posa sobre mí, saca un condón y observo como se lo pone, vuelve a utilizar sus manos esta vez llevándolas hasta mis panties haciendo movimientos circulares sobre mi sexo y yo reacciono arqueando mi espalda, mis caderas yendo hacia él.

-Zac –apenas pude pronunciar su nombre-

-No sé, no creo poder

-¿Confías en mí?

Yo sólo asentí y cerré mis ojos

-No cierres tus ojos, mírame Vane

Abrí mis ojos y encontré los suyos mirando profundamente y fue ahí cuando Zac me penetró con delicadeza y sentí ardor, tras eso hice un gesto dolor y él lo notó –tranquila, estará bien- pasado un momento el dolor es leve y como si supiera lo que siento Zac comienza a moverse primero lentamente y luego cada vez más y más rápido, pongo mis manos alrededor de su cuello y lo beso con todas mis fuerzas, sus movimientos azotaban mi cuerpo, mis uñas clavaban levemente su espalda pero él parecía no notarlo.

Era una inmensa cantidad de placer la que sentía y Zac no paraba de moverse, pero me encantó, ambos gemíamos tan fuerte pero no nos importó nada, sentía el orgasmo venir, nos faltaba aire, estábamos en nuestro máximo punto, y Zac se deja caer contra mí.

Después sale de mí al mismo tiempo que me da un pequeño beso para colocarse a mi lado. Me giro para tenerlo frente a mí y me dedica una sonrisa y así nos quedamos un rato, mirándonos, observando nuestros rostros, yo apreciaba cada detalle de su cara, hasta que finalmente fui a sus ojos, esos hermosos ojos azules que me volvían loca.

-Eres tan hermosa

Yo sentí mis mejillas arder, era increíble que halagándome creara esas sensaciones en mí después de haber estado en otra situación muy distinta hace poco.

-¿Por qué me miras tanto a los ojos y no dices nada? Hablo nuevamente

Sonreí y sin querer un bostezo salió

-Es que me di cuenta que he encontrado el cielo en tu mirada.

Zac se acercó y me dio un beso en la frente –duerme Vane-

Dicho eso mis ojos se cerraron lentamente –te amo solté- y me quede dormida.

Bueno, este capítulo es muy diferente a los demás, espero igual les guste;)