Capitulo 2

44 3 0
                                    

Al llegar al hotel e inhalar y exhalar más de mil veces, entre a mi habitación, Carter no estaba, por lo visto se tomó muy a pecho eso de “¿Por qué rayos no se va a divertir?”. Me di un buen baño, nunca me ha interesado a qué hora sea. Estaba a punto de apagar la luz de la lamparilla y un Carter, con no muy buena cara atravesaba el lumbral de la puerta.

-No… no digas nada-dijo el ¿Qué mierda le pasa?

-Tranquilo, ni lo iba a hacer, se nota que estas de malas

-¿Se nota?-repitió el- ¿Y lo dices así? ¿¡Como si nada!?- y ahí es cuando me caga la vida este hombre, ¿no que no quiere que le pregunte nada?

-A ver, querido señorito-me levante de la cama, estaba frustrada ¡joder que sí!-  primero no quieres que te hable, que no diga nada, y ahora, me reprochas así como así, entiendo que estés mal humorado, aunque no deberías porque, pero tranquilízate- me seguía aproximando hasta el, cada paso que yo daba el retrocedía uno- mira, podemos conversar como dos personas muy normales y civilizadas-lo miraba fijamente a los ojos, tome un peque respiro, lo necesitaba- no me gusta estar peleada contigo, solo que ambos tenemos diferentes formas de ver la vida, a ti te gusta vivirla, a mi conservarla, aun no me siento lo suficientemente lista como para vivirla así como tú, y lo sabes, sé que como mejores amigos, quisieras vivir tus experiencias conmigo, pero, es que no puedo, no aun, y perdón, prometo cambiar, pero tenme un poquito de paciencia.

Acabé de decir mi última palabra y Carter ya estaba encima de mí, dándome su típico “abrazo, meloso, chicloso, amoroso”

-No tienes que cambiar, nada, bueno solo eso de no salir, de ahí eres perfecta, te juro que si me gustaran las mujeres, hace muchos años que te hubiésemos tenido sexo desenfrenado, así como te gusta

-¡Carter!- me sonrojé de inmediato, esta vez mucho más que cuando le conté como quería tener sexo

-Y créeme sería uno de los mejores polvos que tendrías en tu vida-ambos estallamos en carcajadas, parecíamos locos, y como no, ¿quién se está riendo a las…4 de la mañana?

-Bien, señor Mejores Polvos del Mundo-me reí al decir eso- debes estar cansado, vamos a descansar que te tengo que contare muchas cosas

¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨

-Quiero decir ¡ya son dos años!, o sea ¡dos jodidos años!, ¡dos grandes!-gritaba Carter en el restaurante del hotel, sobre mi “inactividad”

-No te oyeron en América- decía con sarcasmo

-Perdón, pero es que son dos años Lara, lo necesitas ¡ya!

-Carter, sigue comiendo tu fruta y dejemos mi “inactividad” en el segundo plano

-¡Ja!, ni pensarlo señorita, acabo de comer esta deliciosa fruta, tomas tu bikini, exhibes tu cuerpazo y pescas algunos polvos por ahí- me dijo pícaro, admito que eso de pescar unos polvos seria el éxito total- además, ni creas que me he olvidado que en dos días es tu cumpleaños.

-Lo sé, hay que hacer algo loco- lo dije muy orgullosa. Después de la “reconciliación” entre Carter y yo, lo pensé por el resto de la madrugada que sobraba –tres horas- y llegué a la conclusión de que me voy a divertir, sea como sea.

-Pues niña, la fruta puede esperar, la playa y tu cuerpo no- dijo Carter mientras me arrastraba por todo el restaurante, se nota que es feliz con el evidente cambio que di a notar

-¡Carter, despacio!-grité entre risas.

¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨

-Te dije que el rojo te iba a quedar muy bien- dijo Carter, mientras esquivábamos unos cuantos “bobos paralizados”, según Carter el bikini rojo –que me obligó a usar- marca las claras curvas que no tengo, pero por el resultado de los demás hombres veo que tenía razón.

Look After MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora