Look After Me

Capitulo 6

No hay nada fuera de lo normal en esta discoteca, es igual a la de las películas: mucha gente sudando, gritando, teniendo sexo con ropa en plena pista de baile, borrachos, chicas con solo un pedazo de tela, chicos tratando de llevarse a una de ellas a la cama- si es que llegan a la cama-etc., etc.

-¿Vamos a la barra?- me propuso Carter al ver mi cara de asco

-Me parece perfecto

A cada paso que dábamos, sentía muchas miradas sobre nosotros, en especial sobre Carter.

-¿Estas libre guapo?- se acercó una rubia, con más plástico que Barbie

-¿Para ti?-dijo el señalándola- No, gracias- y continuamos, eh ahí otro beneficio de tener un amigo gay- Que zorra, ¿viste?, ¡Tenía más plástico que Barbie y Ken juntos!

¡LO AMO!

Llegamos a la barra y Carter había negado, cortésmente, a ya más de siete zorras, digo, señoritas.

-Dos cervezas-dijo Carter al bar tender- ¡Dios Santo! Acaso no se dan cuenta que soy gay-dijo este ya cansado de las miradas acosadoras, por un instante me alegro no ser yo

-Ya tranquilo, es que no todos los días puedes ver a un adonis. Carter, eres sexy, y lo sabes

-La cervezas-dijo el bar tender dejándolas en el mesón.

-Y lo sé, solo que es… es exasperante, ¿tengo que poner un letrero diciendo “soy gay” o que?- reí ante su comentario

-Sería una buena idea, te ayudaría a hacer el cartel- ambos tomamos de nuestra cerveza, deje la mía en el mesón, di media vuelta y observaba a la gente bailar- Carter ¿quieres ir a bailar?- no me respondió- Carter ¿quieres ir a…- me quede a media pregunta ya que Carter había desaparecido de mi lado, ¡genial! Me dejo sola, ¡estúpido y sensual Carter!

Di vuelta otra vez y volví a tomar mi cerveza mientras pensaba como asesinar a Carter, tal vez, mientras él duerma, coger una almohada y asfixiarlo, o tal vez intoxicarlo con alcohol, preferible la almohada, uno nunca sabe si la intoxicación funcione, reí ante mis macabros pensamientos.

-Lo sé, es un estúpido, dejar a este manjar sola, es un pecado- me tense al escuchar esa voz, di vuelta para mandarlo al carajo por segunda vez- Antes de que vuelvas a lanzarme lo primero que veas, escúchame

-¿Escucharte? ¿Hablas en serio?- respondí, la ira consumía de a poco mi sangre, mi conciencia, mi TODO- ¡Casi me matas!- alce las voz- ¿Qué tienes que decir ante eso?

-Fue tu culpa

-¿Mi culpa?

-Si, la tuya- pasó de mí y tomó mi cerveza, lo odio- Ibas caminando, descuidada, ¿acaso yo tengo la culpa de casi haberte atropellado?

Tiene razón, mucha razón, ¡maldita sea, tiene razón!

-Yo…

-Tu nada, acepto tus disculpas

-Pero ¿Qué mierda?- el seguía tomando de MI cerveza

-No, no, no, una señorita no tiene ese vocabulario, tendré que castigarte

-¿Perdón?, yo hablo como YO quiera, ¿quedó claro?

-No

-¿No?- ¡maldito hueco!

-No- dijo él y acabo mi cerveza- No creo que tu amigo regrese-y tomo la de Carter

-¡Me irritas!- grite, el bar tender me miro- Lo siento- dije y el me guiño un ojo

-Soy celoso- susurro en mi oído, sentí una descarga por toda mi espina dorsal.

Respira. Respira.

-¿Me debería importar?- dije a punto de romper la botella en su cabeza

-Claro, eres mía- paso un brazo por mi cintura- Y lo mío no se toca- mordió mi lóbulo, y yo jadee

Respira. Respira. Respira. ¡Maldita sea RESPIRA!

-Yo…yo no soy tuya- dije en un hilo de voz

-Oh, claro que lo eres, gatita- no tenía respuesta para eso, alguien ayúdeme, ¡Maldita sea Carter!

Mi mente y mi cuerpo se desconectaron, mi mente decía que lo empuje y le rompa la mendiga botella en su cabeza, pero mi cuerpo quería más, quería sentir sus manos sobre mi piel, lo quería a él.

-Ven- tomo mi mano- vamos a bailar, quiero ver tu lindo trasero menearse- me jalo y yo, sin rechistar, lo seguí

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 Sus labios, eran miel para los míos, era imposible no querer besarlo, sería un pecado. Sus manos, rozaban mi piel, me sentía de cristal. El vestido me estorbaba, en ese instante me pareció ridículo utilizar uno.

-No espera- dije susurrando y poniendo mis manos en sus hombros, tratando, sin éxito, de alejarlo solo un poco

-Dios Santo, quiero sacarte el maldito vestido, y tu ¿quieres detenerme?- me dijo volviendo a mi boca, haciéndome sentir el mismísimo cielo de nuevo.

Me separe de él tratando de recobrar un poco de aire y dignidad, quiero esto, pero no en el baño de una discoteca.

-Si- dije aleándome esta vez por completo- Créeme quiero esto, pero no aquí- esperaba un rechazo o si quiera ver decepción en sus ojos o tal vez ira.

-Bien- dijo el bajándome el vestido, acomodando mi cabello y robándome un beso- Vamos a mi habitación

¡Wow!

¿Era en serio? Declaro que el inicio de mí, muy largo, cumpleaños, va a ser perfecto.

La sonrisa en mi rostro era imborrable, mientras salíamos del lugar, trate de buscar a Carter con la mirada, pero nada, bueno a este hombre le trago la Tierra o tal vez le trago… Rápidamente borre mis pensamientos sexuales de mi mente, solté una risita, vaya que Carter no desperdicia ni un maldito segundo.

A veces siento envidia de Carter, él es tan… atrevido, él puede tener sexo salvaje en mitad de un parque público y le da igual lo demás. Como dice el, “primero está mi satisfacción después la de los demás”, ¿realmente tiene razón?

-Hey, estoy aquí- me dice, mientras agita sus manos en frente de mi cara.

Logré solo sonreír, claramente estaba distraída.

-Lo siento- dije con la misma sonrisa, ¡diablos quiero borrarla!

El paró nuestra pequeña caminata hacia su habitación, se plantó frente a mí, puso un cabello travieso detrás de mí oreja y me beso, lentamente, ¡esta vez fue lento!, tomando todo el tiempo posible. Si los rápidos me volvían loca, los lentos me llevaban directamente al infierno.

¿Cómo coño puede el hacerme esto? Estoy completamente segura de que con mi único novio no sentía ni que el suelo se movía cuando él me besaba y llega este completo desconocido y me hace ir al infierno. Vaya dilema.