No existen esas palabras

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Cómeme con una de tus miradas
que tus ojos me hacen sentir desnuda,
sí, y yo te alimento con la dulce miel
que mana de mis delicados labios.
Tú solo dime, cuando tengas frío,
así yo calentaré tu corazón
con mis más afectuosas palabras,
y haré que seas para siempre mío.

Y si a otra eliges, siempre sabrás
que como ella nadie te lo mostró
y que como ella nunca habrá
quien vuelva de esa manera a amarte.
La que te dijo que no hay palabras
con las que describir tu belleza,
ni las más bellas que te dijera ella
harían sombra a tu naturaleza,
que no encuentra esas palabras porqué...
simplemente nunca fueron creadas,
porqué...
como tú, no existió cosa más bella.

Un poema para cada díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora