¿Cuándo aprenderé?

El verano acabó

"Amor" oía desde la puerta "ya es hora cariño". Un rayo de luz me caía en el rostro, abrí los ojos con dificultad. Mi madre se acercó y se sentó en mi cama, acomodó mi cabello detrás de mis orejas.

-El verano acabó. Hora de despertar.

Gruñí, no quería despertar, no quería ir al colegio. Me di la vuelta. Ella se levantó y encendió la luz.

-¿Qué quieres desayunar?
-Tostadas.- Respondí con un suspiro.

Me levanté, me restregué los ojos y me puse un sudadero. Elegí mi ropa iba a ponerme una blusa gris manga larga, una falda roja, unas medias negras, unos botines café claro y una bufanda del mismo color. Me vestí y me maquillé. Salí a comer. En el comedor estaban mis hermanos. Me senté y mi mamá nos puso el desayuno en el plato. Tengo dos hermanos y una hermana. Marcos, Alissa, Lucas y luego voy yo Maddison, si en ese orden. Tengo 16. Marcos tiene 23, Alissa 20 y Lucas 18.

Al terminar me levanté, fui a dejar mi plato a la cocina y subí por mis cosas.

-¿Cómo vas a irte?¿Quieres que te lleve?- Preguntó mi madre.
-No mamá gracias. Grace va a pasar por mi.- Le dije dándole un beso en la mejilla.

Me despedí de todos y salí. Comencé a caminar, la verdad es que no vendría por mi. Era mi mejor amiga. Solía serlo. La verdad es que este año iba a ser un martirio. El peor año de mi vida estaba por llegar. Lo único que podía hacer era caminar hacia el.

Llegué, saludé a los encargados de dar la bienvenida a los alumnos, quienes me entregaron mis horarios, mis clases, mis profesores y me dijeron a qué clase tenía que ir para encontrarme con mi profesor principal. Es un colegio algo pequeño, privado, y tiene un sistema muy raro. Personalmente no me gusta, daría lo que fuera por cambiar de colegio, pero nunca me dejarían hacerlo. Mis padres dicen que es el mejor colegio de la ciudad, y claro el más caro, no podían permitir que se supiera que sus hijos iban a malos colegios. Mi padre está postulado en un puesto del gobierno, y mi madre es la mejor abogada del país. Personas importantes, vidas infernales.

Entré a mi clase. Vi a algunos amigos en ella lo que me hizo muy feliz, estaban Ángela mi ahora mejor amiga, Anna, Cristina, y Phillip mi mejor amigo desde siempre. Los saludé y me senté.

Una chica rubia entró a la clase. Tiene unos 30 años tal vez, tenía una blusa azul con la espalda descubierta, y unos pantalones que remarcaban todo su trasero. Era nueva, nunca la había visto. Todos los chicos quedaron atontados con ella. Y no es para tanto era muy linda en serio.

-Chicos, me llamó Valeria, Valeria Rivera, soy maestra de historia, y seré también su maestra principal. Si tienen algún problema, una pregunta o lo que sea pueden venir a verme. Como se habrán dado cuenta, este es mi primer año. Me comentaron que en el colegio habrán muchísimos cambios, entre ellos, muchos nuevos maestros...

No sé qué dijo luego, solo podía pensar en "muchos nuevos maestros" cuanto quisiera que me tocaran todos nuevos, no soporto a ninguno de los maestros que teníamos.

La campana sonó, por cuarta vez, habíamos estado dos horas con ella, una de introducción, fuimos por nuestras cosas y demás y la otra de historia. La siguiente hora tuvimos inglés, con la maestra del año pasado la única que me cae bien. Y la de después tuvimos con otro nuevo Julián, quien daba lenguaje. Por fin era hora de almuerzo, fui por mi comida y me senté con mis amigos. Hablamos de nuestras vacaciones, y los chismes de los otros. De pronto una chica llamó mi atención. Era nueva, seguramente maestra. Tenía el cabello castaño, los ojos azules, como turquesa, de una tez un poco Morena, seguro por el sol, media 1,75 más o menos, piernas largas, trasero tonificado, pechos del tamaño perfecto, quedé hipnotizada con su belleza. Pero ella se fue.

Tuve otras tres horas de colegio, me faltaba una y podría por fin ir a casa. No encontraba la clase, llegué tarde, cuando por fin la encontré toqué a la puerta y esperé. La profesora me abrió, era nueva pero no le vi la cara, estaba viendo al resto de la clase, pero tenía el cabello color castaño como... Volteo, era ella, la chica que encontré en la cafetería.

-Soy Maddison. Dije viéndola a los ojos, no podía dejar de verlos.
-Llegas tarde.
-Perdón, no encontraba la clase.
-Que sea la última vez.- Dijo haciéndome señas para que pasara.

Me senté en el único lugar que quedaba, en frente.

"Para los que llegaron tarde... Dijo viéndome... Mi nombre es Laura Monet, soy su maestra de matemáticas"

Nos explicó su manera de enseñar y nos puso algunos ejercicios. Yo no soy nada buena en mate pero ahora que la tengo a ella enfrente mucho menos. Tenía unos lentes que la hacían lucir espectacular. Su pelo estaba sujetado. Usaba una blusa blanca escotada, una falda rosa ligera que le llegaba arriba de las rodillas y unos tacones color piel. Se mordía el labio, su blusa era tan ligera que al apoyarse de un lado se movía, dejando ver un poco más su pecho y la orilla de su sostén.

La mejor clase de matemáticas de mi vida. La campana sonó, empezaba a salir cuando oí:

-¿Madd, te llevo?
Voltee a ver, era Phillip
-¿Tienes auto?
-Me lo regalaron este verano.- Dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-Claro, vamos.

Lo seguí, era un Volvo negro, muy bonito, caro y elegante.

-¿Y a qué viene el carro?- Le dije en tono de broma
-La pregunta aquí es ¿Cómo es que una Orozco no tiene auto?- Dijo burlándose de mí
-Ya sabes, la bebé de la familia jamás conseguirá un auto.- Dije viendo por la ventana.

Llegamos a mi casa.

-Te puedo venir a traer en las mañanas si quieres.
-Claro.- Le respondí con una sonrisa.

Entré a casa. Agarré una fruta y subí a mi habitación. No había nadie. Me quedé encerrada, pensando en la encantadora mujer que conocí. La mujer más bella que jamás haya visto. Me bañé, acosté y dormí, todo pensando en esa adorable sonrisa.

Nota de la autora:
Sé que es un capítulo largo 😳 lo lamento. Espero que les haya gustado, pueden dejarme comentarios o escribirme sobre lo que piensen, o darme correcciones o lo que sea. Es mi primera historia y espero estarlo haciendo bien. Subiré otro capítulo lo antes posible. 🤘🏼