¡NEVER SAY NEVER!-Justin Bieber

Capítulo 2-¿Tu amigo?

--Lo siento. -dijo-

-Tranquilo.

Me levanté, quité el polvo que había quedado y salí del aeropuerto, empecé a mirar a mi alrededor. A lo lejos vi a unas personas moviendo las manos y con un cartel que decía CHLOE. Suspiré y puse mi mejor sonrisa. Me dirigí hacía ellos.

-¿Eres Chloe? –Dijo una amable señora- 

-Sí. –Sonreí-

-Soy Sandi. Encantada.

-Igualmente. –Me dio un abrazo-

-Yo soy Wiil. –Dijo un señor-

-Chloe. Encantada. –Sonreí-

-Y él es nuestro hijo, Christian. 

Se apartó y vi a un chico, más bajo que yo, tenía el pelo castaño y un poco alborotado, unos hermosos ojos claros. Sonrió y noté que tenía aparatos, aun así tenía una sonrisa muy bonita.

-Christian Beadles. Encantado. –Extendió su mano-

-Chloe. Igualmente. –Le apreté la mano-

-Chloe ¿Qué te parece si vamos a comer al McDonald’s? ¿Tienes hambre? –Pregunto Wiil-

-Estupendo. Tengo mucha hambre. –Sonreí-

-Entonces vamos. –Dijo Sandi y me ayudaron con las maletas-

Sonó un teléfono. Era el de Christian.

-Es Justin. Voy a contestar, ahora vengo. –Contestó y se alejó-

-¿Tocas la guitarra? –Preguntó Wiil y la guardó en el maletero del coche-

-Sí.

-Estupendo. –Contestó Sandi sonriendo-

Parecían muy amables, Christian también… no sé porque pero presentía que sería el mejor verano de mi vida.

Chris se acercó con el móvil pegado a la oreja.

-Sí bro. -Dijo-Bien, ya nos veremos. Pásalo bien.

Guardó el teléfono en el bolsillo, se puso la capucha y unos anteojos de sol.

-Tengo hambre. -Dijo-

-Ahora vamos. -Dijo Sandi-

Entramos al coche. Sandi y Wiil, no paraban de hablar bajito, la verdad daba igual. Miré a Chris, llevaba los auriculares puestos, y movía la cabeza de una forma muy graciosa. Le toque el hombro, se quitó los auriculares y sonrió.

-¿Necesitas algo?

-No, pero me gustaría saber por quién me he intercambiado.

-Por mi hermana, se llama Caitlin. -cogió su móvil- Es esta.

-Oh. -mire la foto- ¿Va en silla de ruedas?

-No, ya no. Tuvo un pequeño problema. Donde tú vives, hay un centro de rehabilitación muy bueno. Por eso hemos hecho esto.

-Mi madre trabaja allí.

-¿Enserio? -preguntó Sandi-

-Sí. -sonreí-

Noté como el coche paraba, y todos bajan. Salí y entre. Wiil se puso al final de la larga cola.

-¿Lo de siempre Chris?-preguntó Sandi-

-Sí.

-¿Y tú Chloe?

-Unas papas fritas, una Coca-Cola y una hamburguesa Cheddar.