Capítulo 1

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   Estaba emocionada, su corazón daba unos saltos locos, sus manos temblaban cuando se sacó su máscara, en su adolescencia sintió dos veces la chispa pero ninguna fue tan intensa como la de esta ocasión, quería conocerlo, quizá hubiera una oportunidad de que se enamorara de él, porque tenía claro que lo que sentía era atracción, tal vez una locura temporal que superaría solo con desearlo, pero no lo haría, no, tenía que conocerlo primero antes descartar la idea de un amor con él, ella creía que compartir su vida con alguien le haría bien y traería nuevos aires a su vida pero ¿Como conoces a alguien si no puedes hablarle?

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  “Sirena“ iba planteándose que haría y como conocería a ese hombre que la cautivaba cuando escucho a Ricardo regodeándose de como su siguiente víctima había ido a caer a sus manos, el hijo mayor de Giovanni Durbett, una vez lo matara su cliente, el hermano menor de la víctima, sería el siguiente a cargo de la empresa y un aliado muy poderoso para su padre. Un escalofrió recorrió la espina dorsal de la cantante sabiendo que aquel indeseable mujeriego sólo podía estar refiriéndose a uno de los clientes nuevos que ella notó ¿Y si su víctima era aquel llamativo chico de la nariz grande y redonda? No... tenía que ser alguno de sus amigos... ¿Verdad? Igualmente ¿Que podría hacer ella? Solo tendría que resignarse a que él no sería su amor.

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    Al terminar de arreglarse se dispuso a irse a casa cuando escucho el ruido de un auto derrapando, lo que parecía una chatarra andante iba directo al hombre que tanto había llamado su atención, no quería que muriera y antes de darse cuenta estaba saltando delante de él.

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   El color blanco inundo su mirada, estaba muy confundida ¿Que había pasado? Recordó la imagen borrosa de él sosteniendola en sus brazos y hablándole, aunque no recordaba que le dijo. Recordaba mucho dolor en sus piernas, ya no sentía nada en ellas, trato de incorporarse para mirar todo a su alrededor pero fue incapaz de hacerlo, apenas se sentía capaz de moverse.

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   ¿Porque miechica había rescatado a alguien que no conocía? ¡¡Era una completa idiota!! Ella ni siquiera lo amaba solo se sentía atraída... Vaya... No era la primera vez que salía mal parada de tratar de ayudar a alguien pero jamás había terminado en el hospital, su madre de niña siempre la reto por impulsiva como la vez que se cayó de un gran árbol tratando de devolver a una cría de pajaro a su nido, por suerte para ella no se hirió nada, también estaba la vez que se interpuso entre un niño y una pistola... otra de las grandes estupideces de su vida, afortunadamente la suerte le sonrió en aquella ocasión o estaría muerta...

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  El hombre de la nariz grande y redonda entro a la habitación con una sonrisa blanca y encantadora, ella dió un respingo, definitivamente era un chico rico ¿Cada cuanto se haría el blanqueamiento dental? él no pudo evitar reir, sintió que se sonrojaba, en serio no sabia que le parecía tan interesante de él ...

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   —Eres mi salvadora —dijo él muy agradecido acercándose con la cabeza gacha.

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   Ella le sonrió con dulzura. Él no pudo evitar mirarla con aprecio, su sonrisa era unica, de un suave color crema que le parecía dulce y unos dientes casi perfectamente colocados como enormes soldados en la parte de arriba de su mandibula y por el contrario abajo eran rebeldes, cada cuál a su propia dirección cada uno de ellos como seres individuales con un espíritu libre, ella definitivamente era de otra clase social y aún así era su salvadora y eso era más importante que su origen.

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    —Lamento mucho lo de tus piernas, si hubiera sido más cuidadoso nada de esto habría pasado, yo pagare el hospital, es lo menos que puedo hacer por ti —agregó al ver que no hablaba, ella lo miraba fijamente en silencio y por primera vez en su vida se sentía muy cohibido, generalmente la gente hablaba fácilmente con él, pero ella estaba allí, estática, como una muñeca y lo que es peor ella lo había salvado, de seguro ahora lo odiaria por haberle arruinado la vida—. De verdad perdón ...¿Cómo te llamas?

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   No hubo respuesta y el se sintió aun más incómodo, ella pestaño pero no contesto, pareció mover la boca por un instante pero ningun sonido se digno a salir de esa boca tan única. Una idea horrible paso por la cabeza de él: ¿Y si no hablaba por haber recibido daño cerebral en el accidente? ¿Y sí era muy grave? Podría morirse pronto ¡¿Porque el doctor no le dijo que gastaba recursos innecesarios en alguien que moriría pronto?! O tal vez no supo del daño cerebral, si ella moría él no podría vivir con ello. Acabar así la vida de una mujer joven simplemente por ser un torpe que se metía en problemas porque sí...

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   La mente de Francisco cada vez imaginaba peores escenarios de lo que podría pasar con su salvadora, la culpa corroía su cuerpo y su imaginación se ponía incluso en escenarios imposibles. El doctor cuando entró vio su cara y no pudo evitar reír, conocía a Francisco Durbett desde que este era pequeño y sabía exactamente que estaba sucediendo con él.

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   —Eres el futuro jefe de una compañía y no eres nada proactivo —Se burló el doctor.

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    —¡¡Doctor Huren!! Algo malo pasa con ella, no quiere hablar ¡De seguro en su negligencia no se percato de este problema!

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    El doctor lo miro con indignación y miro a la chiquilla se veía algo asustada, bueno después de lo que paso era natural.

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 —Quizá esta traumada o tu enorme nariz la intimida ¿En serio no saldra un monstruo de esos agujeros? —pregunto un amigo de él que miraba desde la entrada.

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   —El trauma es una excelente teoría —afirmó el doctor y salió de la sala.

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   Sirena miró todo cuanto podia con sus ojos azules y deseo que tan solo fuera un mal sueño, sus piernas eran inútiles, de seguro quedaría sin empleo y claro "Wizard" no estaría muy feliz con ella, de seguro la mandaría a dormir... ojala si la matara la arrojará al mar, siempre quiso que su cadaver estuviera enterrado bajo las aguas.

SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora