El mes siguiente por la habitación en el hospital donde se encontraba “Sirena” hubo un desfile de médicos, psicologos y Francisco y sus amigos. Los médicos se encargaban de sus piernas pero el veredicto final la dejo en una silla de ruedas, aunque existía la pequeña posibilidad que con un tratamiento lograran que por pocos periodos de tiempo ella pudiera andar con muletas, los psicologos descubrieron su mutismo selectivo pero fueron incapaces de sacarle más de dos palabras por lo que incluso cuando se le dió el alta aun tenía terapias a las que asistir, Francisco y sus amigos trataban de hacerla reir cuando iban, Francisco era el que más iba, el peso de la culpa lo arrastraba a esa habitación una y otra vez, incluso se ofreció en llevarla en auto a su casa apenas le dieran el alta.
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“Sirena” miraba aburrida las calles que la llevarían a su casa mientras Francisco hablaba animadamente y su mejor amigo iba dándole indicaciones con el mapa que ella les dió, no quería estar allí.. esta bien si quería estar allí, mirando a Francisco por ultima vez, en el último mes la chispa que sentía por él había avanzado a un enamoramiento, pero este era el final, ella iría a su pocilga a llorar por no poder ganar dinero debido estar invalida y el volvería a vivir en su mansión rodeado de chicas lindas y ricas, así acababa el cuento de hadas de ellos, aquella historia que jamás iniciaría ni tendría oportunidades de empezar.
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Francisco se detuvo ante la casa de su salvadora y pestañeo varias veces ¿Realmente eso era un hogar? Bueno ya había hecho cuanto podía por ella… pero ya era noticia lo de la chica que lo salvo y que él la cuido ¿Que imagén daría a su empresa si ahora la abandonaba en esa… “cueva” como ai nada y además sabiendo que de seguro estaba incapacitada para trabajar en algo?... Pero ellos olvidarían el asunto en realidad ¿Verdad? Finalmente con un suspiro dejo a la chica allí a su suerte, en aquel barrio tan inseguro y sin un futuro por delante.
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Su cena fue digna de un rey como todos los días, pero los pensamientos sobre la chiquilla de piel tostada lo estaban volviendo loco ¿Hizo bien al abandonarla así como así? Él le debía su vida después de todo. Esa noche le envió un correo detallado a su padre sobre su pequeño problema, pasaron 3 horas antes de recibir su respuesta. El señor Durbett le dijo a su hijo que volviera el día siguiente a primera hora por la chica, que si no lo hacía por el hecho de lo que le debía a lo menos lo hiciera para dejar la mejor imagen posible de la empresa.
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“Sirena” al llegar a su casa miro con tristeza las cuentas y peor aun la carta que anunciaba su despido, una chica en silla de ruedas podría cantar muy bien pero no sería lo suficientemente sensual para trabajar en el bar, lo sabía en su trabajo a pesar de que no se acostaba con nadie era más importante su cuerpo que su voz.
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En la mañana siguiente vio con horror estacionada frente a su casa la camioneta que la dejo sin piernas. Tragó saliva mientras se preguntaba cuál sería su horrenda muerte, Ricardo bajo la ventana de su camioneta y se giro hacia ella sonriendo con malicia, un escalofrío recorrió su espalda sabiendo que ya la había visto en la ventana de su casa, se escondió aterrada sabiendo que lo que le venía no iba a ser bonito y que no tenía verdadero lugar donde huir. Escucho otro auto estacionarse ¿Un amigo de él? y alguien golpeo su puerta, debía ser Ricardo, no quería ir, pero tal vez si abría tuviera la oportunidad de ser perdonada… Abrió la puerta mientras temblaba y su corazón dió un vuelco de felicidad al ver frente a ella a Francisco, sin pensarlo dos veces lo abrazo tan fuerte como pudo y rompió a llorar. De pronto una horrible idea vino a su mente y empujo a Francisco adentro haciéndolo caer sobre ella. Él la miro sin comprender hasta que una milésima de segundo después una bala silbo por encima de ellos. Francisco se paro y tomó a Sirena en brazos, la sentó atrás, subió al auto y acelero antes de que trataran de matarlo de nuevo.
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—Ya no puedes vivir en esa casucha, descuida te comprare ropa nueva y una silla de ruedas también nueva creo que con como me botaste rompiste la otra —decía él cuando ya estaban lejos, aun estaba nervioso ¿Quién iría tras de él? Ella debió haberlo visto, cuando se estaciono vió esa camioneta pero creía que lo de antes había sido un accidente, pero ahora estaba seguro que no podía ser coincidencia ¿Qué hacían ellos allí? ¿Acaso querían vengarse de la chica por haberse interpuesto al atropello? O quizá tantas series policiacas lo estaban volviendo paranoico, si tan solo la chiquilla hablara—. Aún ni siquiera sé como llamarte…
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Sirena se dedico a sonreir y a encogerse de hombros, él debió dar un largo suspiro al darse cuenta que ella no le diría nada. Se detuvieron frente a su casa y encargo a un sirviente de comprarle ropas cómodas y sencillas a la chica, luego llamó al hospital para conseguir una nueva silla de ruedas para la joven silenciosa. Ahora necesitaba saber que haría con ella, podría usarla como compañera en eventos para sacarse fotos con ella como la amiga que “adopto” auqnue debía evitar que la gente los emparejara, él tenía una prometida desde la juventud y dentro de pocos meses sería al fin la esperada ceremonia donde uniera para siempre su vida con quién era su novia y hasta hace pocos años había sido la mejor amiga de su infancia. Instalo en la habitación de invitados a “Sirena” y al fin con la consciencia en paz pudo ir trabajar sin tener que desviar sus pensamientos a si estaba haciendo bien o mal. Ese fue tal vez uno de los días más eficientes de su vida.
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“Sirena” trato de adaptarse al que seria su nuevo hogar hasta quién sabe cuando, pero jamás en su vida siquiera paso por su cabeza tener una sirvienta preguntandole que deseaba, ella negó con la cabeza y con un gran esfuerzo se tiro a la cama a mirar el techo, jamás había estado en un lugar tan cómodo, estuvo hasta el almuerzo mirando el techo y pensando, cuando la bajaron a comer no pudo creer la cantidad de alimento que había ante ella. Era realmente como un castillo de cuentos de hadas. Miró completamente nerviosa todos los tenedores que habían junto a su plato y sin saber que hacer. Luego de diez minutos viendo que su invitada estaba incomoda con el almuerzo Francisco decidió pedirle a uno de sus cinco sirvientes que volviera servirle el almuerzo a su invitada y esta vez de la forma más simple posible.
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Al día siguiente llegó la nueva silla de ruedas y a consejo de sus sirvientes que les aburría tener que cargar de un lado a otro a la chica cuando era hora de comer movió sus cosas a una habitación en el primer piso. Ella por su parte hizo lo máximo posible para no depender de los sirvientes.
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Los amigos de Francisco cuando escucharon que la chiquilla empezó a vivir indefinidamente en su casa empezaron a molestarlo y a decir que su novia se pondría celosa. Por su parte la prometida de Francisco se entero de todo incluso antes de que él fuera a buscar a Sirena ya que la llamó y le contó todo para que luego no lo descubriera y se sintiera celosa, ella al oír la historia como él le contó le dijo completamente enamorada que él era un buen hombre. El primer día libre ellos fueron a charlar con él y observar un poco a la mujer, trataron de sacarle palabra pero fue completamente inútil, apenas lograron que sonriera con nerviosismo y empujara las ruedas de su silla tan rápido como podía de vuelta a su habitación.
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—Bueno ya que esta aquí podría acompañarte a visitar las obras a las que tu compañia hace donaciones para tener buena imagen, tu dices que ella es una chica pobre que salvó tu vida y que como vivía muy mal ahora vive en tu casa a cambio de acompañarte a visitar a los menos afortunados porque se entenderá mejor con ellos, la gente adora la beneficencia, tus ventas se elevaran completamente… ¿Me prestas a tu salvadora? —dijo uno de sus amigos medio bromeando medio en serio.
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Todos rieron aunque sabían que tenía razón. Sirena lo escucho con tristeza, ella no era más que un adorno para la imagen del hombre que le gustaba… Y aun así seguiría enamorándose más y más de él cada día, esa noche su almohada quedo completamente húmeda y al día siguiente desperto aun con el olor salado con que la que se había impregnado.
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Sirena
Romance"Sirena" así se llama la joven, hermosa y talentosa cantante del bar de mala muerte "Marine", su vida no es un cuento de hadas, padece de "mutismo selectivo" temiendo hablar frente a los demás si ven su rostro y/o están muy cerca de ella y además a...