La apuesta

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-Deben de estar locos si piensan que hare del baño en un orinal para hombres- dije con una cara de asco

Estábamos en el baño de hombres, riendo y comiendo unos burritos mientras ellos intentaban que hiciera en aquel orinal donde ellos iban a diario, así es soy una chica, estoy en un baño de hombres negándome a hacer del baño en un orinal, ¡deben estar locos! Tal vez no sea una “señorita”  pero soy muy higiénica y no estoy tonta, ellos rieron ante la expresión de mi cara, Bram salto sobre mi, con sus poderosos músculos, cayendo sobre mis delgaduchos hombros, me hizo un cariño muy doloroso en mi pelo enredado y me dijo con su gruesa voz.

-era broma Alicia, tu crees que pondríamos a nuestra wynna- mi apodo- a la vista de todos- Bram era un chico increíblemente listo, aunque había dejado su sueño de entrar a una buena escuela, por el futbol, el sueño de su padre, su increíble musculatura lo hacia parecer torpe aunque realmente no lo era,   Los chicos que entraban al baño ya no hacían un escandalo como antes (la primera vez que me vieron allí), ya nos conocían y ya se habían acostumbrado a mi presencia, pasaban a nuestro alrededor volteando los ojos con una expresión de “otra vez estos idiotas”

-si, por supuesto- dije sinceramente todos rieron y siguieron hablando, yo camine al espejo, ¡que estaba lleno de mierda! Y me lave las manos, enseguida vi el rostro de una chica con un cabello lacio, negro, largo y alborotado, una mirada verde brillante, anqué despreocupada, cansada ,con ojeras en la cara, acompañada de unas grandes pestañas, de piel pálida y sin color de vida, unos labios delgados y pequeños, delgada, con el uniforme de los chicos, un pantalón negro, una camisa blanca, corbata y un suéter negro tejido por mi madre, todo perfectamente arreglado.

James, que es el “Todas mías” de la escuela, supongo que se comporta así porque sus padres nunca están con el, busca amor de una uh otra forma, me acerco y me miro sonriente, es obvio que quería algo, asi que le dije- ¡te molesta algo!- el me lanzo su mirada hipnotizante (que el mismo había bautizado) para conquistar nenas, aquellos ojos azul agua clavados en mi, me molesto que me mirara de esa manera, yo no soy una de sus nenas, le di una cachetada, el se rio y me dijo.

-sigue sin funcionar baby-  dijo haciendo énfasis en la palabra baby, el chico se sobaba su cachete, que ya estaba hinchado de tantas cachetadas, el era increíblemente guapo, era de un piel durazno, con unos labios carnosos, era alto y delgado, su pelo café hacia que sus ojos resaltaran aun mas, sus facciones finas y el modo en que hablaba, en que reía, en que caminaba era atractivo. Esa es mi definición de el, pero el tiene el defecto de ser idiota y eso para mi cuenta mas, mucho mas.

-¿para que lo intentas? Sabes que no me gustas y aun si me gustaras, yo a ti no te parezco atractiva, nunca me enamorarías de verdad por la simple razón, de que soy un chico para ustedes- todos se callaron, me miraban con lastima, o tal vez con duda, o sorpresa de que por primera vez me quejara de ser un chico para ellos.

-¡¿Qué tal si vamos al Elvis Coffee?!- dijo Brandon, como siempre siendo el pacifista, gritando con sus grandes pulmones de acero, el era mi favorito de los cuatro chicos a mi alrededor, él, era el payaso de la escuela, era divertido y tonto, pero lo hacia para divertir, aparte era admirable, era la típica psicología de un chico que siempre sonríe, pero realmente sufre a diario, vive tanta violencia en su casa, de parte de todos en ella, su papa, su mama, sus hermanos y para acabar también en la escuela, debido a que era bisexual, el era el tipo de persona que yo quería ser, de las que nunca se dejan vencer.

-Si me parece bien- respondió el cuarto, con la misma expresión seria de siempre, con su postura totalmente erguida, sus gafas que encajaban en aquel cuadro, su uniforme perfectamente bien arreglado, su pelo grasoso y su rostro finísimo, con la expresión de seriedad, que a veces me asustaba, el era Erick, el estudiante modelo,  el segundo mejor de la escuela, el perfecto erick y un gran amigo, su seriedad, siempre era el balance de este grupo y nos mantenía con los pies en la tierra, el era, para mi genial. Tenia las segundas mejores notas, unos amigos geniales, una bola de chicas a su lado y mi respeto. Aunque nunca lo eh visto perder la cabeza, se que el es un pervertido, lo eh notado, esa seria su única forma de perder la cabeza.

- si vamos , siempre es divertido ir- dije sonriendo

Estos idiotas son mis mejores amigos, siempre hemos sido amigos, y yo con ellos me siento yo, la verdad nunca los dejaría por nada del mundo o del universo, ellos son la clase de amigos que todos debemos tener.

Caminamos por la calle hasta llegar al Elvis Coffee, nuestra cafetería favorita, te remota hasta los 80s y 90s, es genial ir, el olor de las pizzas recién salidas, del café de olla, el ambiente y olor a tabaco que me choca, la gigantesca rockola tocando y siempre es bueno ir a tomar algo después de un día de escuela, nos sentamos en la misma mesa del fondo, a lado de la rockola y enfrente de la ventana, los pisos son de cuadros blancos y negros, las paredes rojas adornadas con cuadros de Fred Mercury, The Beatles, The simiths, Rolling stones y una gigante de Elvis, entre otras. Las exóticas meseras con sus diminutos trajes negros sirviendo café y pizzas de todo tipo, esta es la cafetería mas frecuentada por la escuela y claro esta, por nosotros.  

-HEY!!- grita Sam, la dueña cuarentona del lugar, como siempre al vernos va y nos da un pastelillo gratis- ¡que bueno verlos! Mis clientes favoritos- nosotros la saludamos y abrazamos, es una mujer muy dulce.

-el gusto es nuestro, cada día te haces mas joven- dijo James con tono picaron. Pero sam siempre lo rechaza, se ríe  y se va, como siempre se le hace un joven encantador.

De pronto se abren las puertas de par en par, dejando entrar el frio de invierno, todos volteamos a ver, mi cara de pesimismo se nota a un kilometro de distancia al distinguir aquellas tres siluetas entrando, seguidas  por las miradas de todos, La realeza adolecente, mis acompañantes se paran de su lugar como monos cilindreros, ellas como siempre se sientan donde nosotros, Adele, Verónica y Lucia,  me saludan hipócritamente como siempre, los chicos les dejan su lugar y traen mas sillas para sentarse ellos. Si, yo pertenezco inconscientemente a la realeza adolecente, aunque por los chicos, todos los que están sentados, menos yo, son amados por todos y odiados al mismo tiempo, yo soy la que sobra, esa cosa que solo los chicos, mis amigos, quieren y sin esa cosa que los une no pueden estar juntos, soy el pegamento.

-claro iré al karaoke mañana, hay que ir todos ¿vendrás no es así?- me pregunto adele, apenas me di cuenta de que no estaba sola, ella no me quiere, y no quería que fuera, pero quería que los chicos fueran con ella al Karaoke y sin mi no iban- porque sin ti no seria lo mismo- “claro que no, sin mi no irían los chicos” pensé, luego voltee a ver a los chicos y vi sus caras de suplicas.

-claro, será divertido- dije sonriéndole de la mejor manera que pude, todas  las tontas que se encontraban allí se habían acostado con todos los chicos, ellas tal vez pensaban que ninguno se entero, pero la verdad es que ellos se cuentan todo, nos contamos todo.

-Pero esta vez ve como una chica- pidió Lucia, la tonta del trio, yo dije que no con la cabeza y ella dijo- ¿Por qué no? ¿Por qué eres así? ¿Por qué no quieres ser una chica?- pregunto ella, yo me quede callada, enfadada, ella no era nadie para hablarme así, y no tenia por que responderle, me pare de la mesa furiosa dispuesta a lanzarme a golpes pero Brandon, me agarro de la manga y me hizo sentar de nuevo, todo estuvo en silencio durante unos segundos hasta que decidí responderle, nada mas por que se me ocurrió.

-porque es un asco ser chica- todos me miraron, impactados y con duda.

-no te creo, digo, no eres femenina, pero eres chica, no pensé que lo odiaras- dijo Bram

-¿Por qué crees eso?- pregunto desafiante adele

-¡¿Qué no es obvio?! Podría hacer una lista de 100 razones para no ser una chica y porque- dije al azar, estaba enfadada y no quería darle mis ideas a esa chica.

-me conformo con 15- respondió adele

Todos nos miraban, con cara de asombro, hasta que dijo james- ya se, hay que hacer una apuesta, si Wynna no puede hacer la lista, adele gana, pero si puede, ella ganara, este problema se resuelve así- yo sin pensar asentí la cabeza.

-Pero wynna no es una chica normal, se la pasa con nosotros, se vería en una gran desventaja- dijo Erick

-pues que este una o dos semanas con nosotras para que aprenda a ser una chica y nos de sus razones- dijo adele

-¿y que ganare?- pregunte sonriendo divertida

-la que pierda, le concederá lo que desee a la que gana, lo que sea, sin reglas- dijo James.

“oh rayos en que lio me eh metido, pero yo se que podre con esto,  ya estoy disfrutando de mi deseo, pero si pierdo…..¡joder!”

15 razones para no ser una chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora