Amor Eterno

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Germán:

Esta noche es espectacular. Todavía me da gracia la situación que presencie en el departamento de su Señoría.

Cuando los niños de Jade nos vieron entrar, se quedaron paralizados por un momento, para después, salir corriendo a la habitación, colorados de la vergüenza y no se escuchaba ni una aguja caer desde la cocina, ni siquiera le pidieron explicaciones a esta niña de quien era yo o que estaba haciendo allí. Así que decidí romper el hielo.

-Jade, ¿Dónde es la habitación de Fedrick? - me miro como confundida.

-El pasillo a la izquierda, tiene un cartel la puerta, voy a calentar la comida- no sé porque, pero creo que me dio una mirada dulce- gracias- me sonrió.

Camine hasta la puerta de la habitación y golpee.

-Chicos, no se encierren, salgan a cenar porque si no Jade se pondrá triste- suspire - trajimos comida y parece que ustedes no han cenado todavía, así que salgan y olviden lo que paso- dije con voz de preocupado, gran actuación la mía.

Se abrió la puerta de la habitación y Fedrick salió - gracias, pero ¿Quién sos? - me agarro de la camisa- es raro que Jade venga con amigos a casa- lo mire a los ojos.

-Soy su prometido- le mostré el anillo falso que nos pusimos de camino a su departamento.

-Ella no tiene ningún anillo- se veía enojado, suspire, salo corriendo a ver si Jade tenía el anillo.

-No lo golpees Fedrick- se escuchó a Alan de adentro de la habitación.

- ¡Jade! - le grito delante de ella.

-No estoy sorda, no grites- le dijo mientras servía la mesa.

-Tenes el anillo- agarro su mano para ver si era verdad, pues sí.

-Este tipo dice que es tu prometido, es mentira ¿no? - se río nervioso.

Soltó el repasador en la mesada de la cocina enojada-es verdad, él es mi prometido- quedo perplejo, me miro de arriba abajo como desaprobando me, su odio crecía, y me encantaba verlo así, esta situación seria divertida.

Sin decir nada, salió corriendo y se encerró en su habitación. Quince minutos después, Jade los fue a buscar para cenar, pero salieron muy bien arreglados, Alan saludo y se fueron, ella tenía los ojos llorosos.

Ella siempre lloraba por todo también...

*Flashback*

- ¿Por qué lloras? - le pregunté.

-Me golpee la rodilla, me duele mucho- sonreí y la abracé hasta que dejara de llorar, pero no funcionaba.

- ¿No dejarás de llorar? - le di un dulce de dátil.

-Cuando empiezo no puedo dejar de llorar- suspire cansado, la agarré de los hombros, la acerque a mí y la bese, así dejo de llorar.

*Fin del flashback*

-Tranquila, ya se le pasara- me miro y sonrió.

-Gracias... sentate que te sirvo la comida- se puso delante de la mesa y empezó a servir para después sentarse.

Cuando se calmó y empezamos a cenar, hablamos muchas trivialidades, era divertida y muy elocuente, parecía perfecta pero la realidad era que tenía algo malo y no sabía que. En sus ojos se veía la tristeza de alguien que tenía un vacío, se parecían a los ojos de Nicolás.

- Hablemos de lo importante, hablemos de mi - me miro de reojo y sonrió con malicia.

-Que vos seas un fenómeno no tiene nada que ver conmigo- dijo en tono de pelea.

- Ya extrañaba que me trates así, ya te habías relajado con el papel de novia enamorada, te faltaba besarme nomas- empecé a reír a carcajadas y ella se sonrojo hasta las orejas.

- ¿Quién querría besarte?, maldito demonio- cerro los puños y miro para otro lado.

-Corrección, soy un Ángel caído, princesita- le dije y continué hablando.

-Nosotros dos, va, El Viejo me dijo que nosotros dos éramos parecidos, más de lo que pensábamos y que si algún día te conocía, en un tiempo te tomaría cariño- tome un poco de agua.

- Capaz dijo eso porque sos un demonio y digamos que yo, no lo respeto como es debido, aunque eso es culpa de él, yo veo el mundo y a los Ángeles con otra mirada- me miro a los ojos y sonrió tristemente.

-Al igual que yo, ¿tu odias a los Ángeles? - le pregunte sin pelos en la lengua.

-Si- dijo cortante.

-Se que no hablas de esto porque no quieres que los Ángeles pierdan la confianza en ti, ser líder no es fácil, igual eso no es lo único que tenemos en común...- sonreí con ¿nostalgia?

-A ver, tu información dice que eres hijo de Lucifer y que te convertiste en Ángel a los dieciocho años, Dios te rescato del Infierno y te llevo al Cielo para que te quedaras ahí, pero le reclamaste que los romanos maltrataban mucho al pueblo de tu madre y bajaste a la Tierra a ayudar a los más necesitados. Aunque, por alguna razón, en un corto lapso, regresaste al Infierno y te aíslate en la biblioteca de tu Padre, encargándote del papeleo. No puedo creer que en el fondo seas un buen hombre- dijo, de donde carajos saco esa información y de donde salió el libro que estaba leyendo.

- Te contare... si tú me cuentas, al final, tendré que pasar mucho tiempo contigo y es mejor que no haya malentendidos entre nosotros y no quiero que creas que soy un lunático que salió de la cueva hace unos años- levante los platos y los deje en el lavadero.

-Bueno- me agarro del saco y nos sentó en el sillón, mientras se fue a preparar café.

-Mi madre era judía. A pesar de ser mitad demonio, ella siempre me hablaba de Dios y me decía que con mi poder debía ayudar a los humanos porque no tenían como defenderse de la tiranía de ellos mismos- sonreí al recordarla.

- Toma el café- le agarré la taza y seguí contándole, era extraño hablarle de mi vida, pero tenía que decirle, así no pensaba que algún nosotros tendríamos algo.

-Cuando tenía 16 años empecé a trabajar en la casa de un artesano y ahí conocí a la criatura más hermosa que el Cielo y el Infierno hubieran creado, una adolescente de mi edad, hermosa, con una gran sonrisa, Elizabeth - pause para proseguir- yo era un demonio y aunque quedé cautivado por ella, me prometí jamás acercarme a ella, pero ese no era el plan de El Viejo para mí, ya que ella fue la que se me acercó- suspire con tristeza.

-Me enamore de ella y ella de mí, su padre nos dio su bendición, pero cuando iba a casarme, Dios me llevo para ser un Ángel Caído- me mordí los labios- por eso cuando estuve frente a Él, le reclame, le rogué, le implore que me deje estar con ella, aunque sea en su primera vida. Como no concedió mi deseo, lo desobedecí y bajé a la tierra, pero eso fue lo peor que pude haber echo... - mi vista quería nublarse, las lágrimas querían salir, pero ya habían pasado muchos años. La ira ya no me invadía, mi corazón se había secado...

"Erase una vez que un demonio y un Ángel que se llevaron la mano al corazón y desencadenaron el Apocalipsis"

Ella no dijo nada, me miro con lastima. El amor de los demonios y de los Ángeles era eterno, era único, yo jamás volvería a enamorarme, sino era Elizabeth no podía ser nadie. ¿Quién no se encerraría? ¿Quién no se preguntaría que hizo mal?

Continuara....

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Hola chicos, ¿¿¿cómo va??? me costó mucho actualizar, los eventos de Legend me tienen atrapada y tenía el borrador y no lo publicaba.

¿Quién pensó que ellos serian pareja?

¿Por qué los ángeles y los demonios no pueden estar juntos?

Elizabeth ¿ dónde estarás?

Muy pronto actualizare, no me extrañen n.n 

Un Ángel CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora