Charla de amigos

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Narra Jade:

Creo que de todas las veces que me ha dirigido la palabra, esta es una de las pocas en las que no me ha mentido. Aunque es peculiar que el Tercer Príncipe del Infierno sea tan bueno con los humanos, parece que dos grandes mujeres ayudaron a forjar su carácter. Elizabeth debe ser una gran mujer, si es que ahora está viva.

-Nunca fuiste por ella... ni siquiera le hablaste... por lo menos ¿sabes dónde está? – lo mire a los ojos, esa mirada, ese vacío.

- Yo sé dónde está, de que trabaja y donde estará, trato de no cruzarme con ella, porque ella no quiere saber nada de mi- se levantó y fue a lavar los platos.

-Déjalo, yo lavare más tarde- me levante hacia donde él estaba.

- No, la noche es larga, todavía tienes que contarme algo verdadero de vos- dijo mientras lavaba.

-Yo... a mi... me paso lo mismo, pero no tan terrible- le dije- sé que cuando era humana iba a casarme con un muchacho, pero la realidad es que... no lo recuerdo- mire hacia el piso- No me parece tan raro que te hayan mandado a cuidarme, desde la última Calma he estado muy débil y por más gracioso que parezca, no recuerdo muchas facetas de mi vida. Se que me falta algo, pero no sé qué es. Por alguna razón extraña, no puedo ni siquiera presentarme ante mi Padre Celestial porque la decepción me invade- me toque el cabello- Para mí es difícil ser líder en esta situación, no quiero que los demás Ángeles Caídos quieran sacarme mi puesto, pero no es por poder, es porque soy la única que no practica su pecado capital, eso me convierte en la única que no se deja llevar por sus sentimientos- no quería mirarlo porque le acababa de decir que no era apto a él también.

-Tranquila, ahora que estás conmigo, no podrás no practicar tu pecado capital – me sonrió y me guiño el ojo. No me enoje, solo me dio gracia y empecé a reír, contagiándole la risa.

-Entonces, ¿nunca fuiste a buscar la reencarnación de tu no esposo? - me pregunto dudoso como si fuera que algo está mal.

-Cuando me asome al mundo, él no estaba ahí. Cuando lo busque en los registros de El Cielo, su alma no estaba, me dijeron que por ahí fue devorado por un demonio o se convirtió en Ángel guardián- nunca me había puesto a pensar en eso realmente pero como no lo recuerdo...-También sé que él era el otro lado de mi hilo rojo del destino, así que no puede enamorarse de nadie más, aunque renazca- sonreí orgullosa y lo mire a los ojos.

- ¿Segura que él era tu verdadero amor? ¿Cómo no sientes la necesidad de saber de él? ¿crees que tu Padre dejaría que el desapareciera tan fácil mente?, creo que tu falta de memoria ha bloqueado tu búsqueda, pero la verdad esta más vacía que yo- me dijo seriamente. Quede sorprendida, capaz mi verdadero amor estaba sufriendo y yo estoy sentada cómodamente.

Suspiró, dejo de lavar y agarro mis manos.

-El amor cambia al mundo y sobre todo al corazón, más si es fuera del mundo de Dios. Mi mama decía que cuando una persona como nosotros se enamoraba en la Tierra, el amor se volvía más fuerte y era el único que albergaría tu corazón durante toda la eternidad. Han pasado más de 20 siglos y yo aún amo a Elizabeth como el primer día- sus ojos mostraban nostalgia, al final era un buen hombre-demonio-ángel o lo que sea- Ahora dime la verdad... ¿por qué tu alma esta envuelta con el color del Reino de Lucifer?

Le solté las manos. Estaba sorprendida por su pregunta y a la vez, sentí una tristeza incomparable. Camine hasta la sala y me pare enfrente de una pintura.

Narra Germán:

Desde que llegue no le había prestado atención a esa pintura, pero era el dibujo de un alma con hermosas alas blancas que subían al Cielo, pero en sus pies había dos cadenas que desaparecían en la entrada al Infierno. Su rostro demostraba un gran sufrimiento y sus lágrimas parecían diamantes.

- ¿Qué ves en esta pintura? - me pregunto acariciando el marco de esta.

- Veo una criatura horrenda e impura con unas alas blancas y un aura dorada a su alrededor. Parece que unas manos gigantes la llaman desde el Cielo y unas cadenas la tiran al Infierno, pero sigue luchando con su arco en el mundo para poder desatarse de cualquiera de sus dos destinos- dije y quedé mirando fijamente la pintura.

-Eres muy bueno analizando pinturas Germán- giro y me miro a los ojos- esta criatura soy yo- toco su abdomen con una mano- aquí vera al Cielo y el Infierno peleándose, dentro de mi alma- toco justo donde estaba su corazón- aquí encuentran los pensamiento encontrados, amor y odio por aquellos que protegen a los de mi especie- por ultimo toco sus pies- hay uno arriba y otro abajo- y sonrió- La verdad ni yo se porque llevo la marca del Reino de tu Padre y nadie lo sabe, todos olvidaron muchos de los sucesos que acontecieron hace mas de una década, no tengo a quien acudir por ayuda.

- Cuando te llevaron eras una simple mortal y hermana mía no sos, no lo entiendo- reclame como si fuera que tenía derecho a saberlo.

Narra Jade:

Este hombre quiere saber que me hicieron, cuando ni yo tengo todas las respuestas. No puedo contarle lo que paso en La Calma del 2004, muchos murieron por mi descuido. Aun no estoy preparada para hablarlo con alguien que no sea Ari.

-Escucha Germán, no sé qué paso ni como, capaz algún día lo sabremos- espero que no me pregunte más.

-Avanzamos mucho hoy. Esta relación es media rara y ya es tarde, además no es que seamos tan amigos, ¿no? - empezó a reírse y mi corazón se calmó. Él me cae muy bien, me da nostalgia.

-Gracias, ¿un té antes de dormir? - le pregunte con una sonrisa.

- Por favor- nos empezamos a reír a carcajadas- si estamos solos nos llevamos bien- apoyo su mano en mi hombro mientras yo preparaba el té en la cocina.

-Para nada, querido- empecé a reír y tape mi boca con una de mis manos.

-Oh... así me gusta mi pequeña princesa- se sentó en la mesada.

- ¿Princesa? Dirás reina, ¿no? - levante una ceja y lo mire a los ojos.

-Si te casas conmigo, te diré reina- de pronto se quedó callado y dijo- ¿Por qué crees que Dios nos llevó de adolescentes a El Cielo si quería que fuéramos Ángeles caídos? - lo mire extrañada- perdona pensé en voz alta- hizo un ademan.

-Es cierto, cuatro humanos o semihumanos y los tres restantes fueron ángeles desde sus dos años o tres de edad, siguen a la perfección el plan de Dios, en cambio nosotros somos más humanos que Ángeles, y vemos el sufrimiento de los tres mundos por igual. -me quede mirando la taza donde serviría el té.

- ¿Qué querrá de nosotros? - miro el techo como si fuera que le estaba preguntando.

-No lo sé, pero cuando alguien introduce algún cambio drástico en un sistema, este, a la larga cambia inimaginable mente- serví el café y se lo di.

- Gracias, bueno... ¿y donde esta tu habitación? - me guiño el ojo.

- ¿Para qué? - no entendí su pregunta.

- ¿Cómo para que amor mío? - me agarro de la cintura-para que hoy durmamos juntos como lo que somos, dos personas enamoradas a punto de casarse, conviviendo en secreto de nuestros padres- acaricio su frente por mi mejilla- vamos a nuestro nido de amor, querida- me miro a los ojos.

-¡¡Maldito pervertido, ni en tus sueños dormirás conmigo!! - el rubor de mi mejilla subió hasta mis orejas- ¡dormirás afuera con tus amigos demonios! - mis gritos se escucharon hasta la capilla seguro.

-Tranquila- me abrazo - no te haré nada, ya me imagino lo que paso contigo, por eso te pones así conmigo- acaricio mi cabello- solo déjame en el sillón ¿sí? - parece que era una broma - pero... ¿te veré en camisón?, realmente tus curvas me gustan mucho- me estaba molestando a mas no poder.

- ¡Ándate a la mi*rda!- me fui a mi habitación cerrando la puerta de un portazo.

- Jade... Jade... abre...por favor... abre- al final lo deje entrar y durmió en el piso. Los chicos volverían a casa en cualquier momento.

Un Ángel CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora