En medio de la tormenta

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Narra Alan:

-Nunca pensé que llegaría el día que vería a Jade en pareja- dijo en voz alta, acercándose a la mesa. Su cara de tristeza no se ocultaba para nada. Creo que muy pronto habrá problemas.

- Amor, deberías ponerte contento de que Jade encontró a alguien que la ama por quien ella es- le dije acariciándole los hombros.

- Desayunemos, que tengo que ir a trabajar- se sentó y empezó a desayunar.

Me serví un poco de café y me senté a su lado. Desde el pasillo se escuchaban las risas de Jade y de German. Lo único que hacia Fedrick es darle sorbitos a su jugo de naranja, cuando escuchó que ellos venían, se levantó de la mesa y se fue a lavar su vaso. Esto no estaba funcionando.

-Buen día familia- dijo Jade con una sonrisa.

- ¿Qué le ves de buenos? - le dijo Fedrick mientras lavaba.

- ¿Por qué no puedes ser comprensivo conmigo? - le dijo Jade- mírame- le dio vuelta agarrándolo de los hombros.

-Jamás me contaste que tenías a alguien, ni que tenías novio. Sabes todo de mí, absolutamente todo. ¿Qué hice yo para que no me tengas confianza? Crees que soy malo, no se quien es, ¿y si te lastima? - le estaban por caer las lágrimas de los ojos a los dos. Son tan tiernos.

-Perdóname, no es que no te tenga confianza, mi intención no es lastimarte mi pequeño- intento abrazarlo, pero él la alejo.

-Me voy- agarro sus llaves, se puso sus zapatos y salió del departamento echo una furia.

- Lo siento Alan- me dijo Jade llorando.

-No, él esta equivocado. No tienes que disculparte- en lo que le decía eso, vi a German parado en el cuarto de estar. Había presenciado toda la discusión. Debe sentirse mal.

- Discúlpalo German, él no es así. Solo esta celoso o solo tiene miedo de perder a Jade- me excuse y el solo me sonrió.

- No te preocupes, se que necesita tiempo. Perdóname, por traer problemas a tu casa- se acerco y me dio una palmada en la espalda- lo único que quiero es que no peleen entre ustedes y que Jade este feliz- fue y la abrazo- ya está amor, todo estará bien-lo peor es que ella llora como una niña pequeña, pero veo que German sabe tranquilizarla.

Nunca pensé ver a un hombre que mirara con tanta dedicación y ternura a una mujer. Creo que me da envidia de cierto modo.

-Yo debo ir a trabajar, nos vemos luego- agarre mi casco, las llaves y fui al trabajo.

Narra Fedrick:

No me puedo concentrar en el trabajo. Solo ver a Jade con ese tipo en la misma cama coqueteando, me hierve la sangre. Él es muy altanero y se nota que se cree el rey de germanlandia. ¿Por qué no me dijo que estaba comprometida?, yo no se lo iba a quitar ni nada. Aunque ese tipo es Zeus en vida, que hija de puta que buen gusto tiene, aunque ella no se quedaba atrás, es muy hermosa.

Tenía que hablarle, realmente creo que temo que me deje solo. Aunque este con Alan, ella es un sostén muy grande en mi vida, me cuida y no quiero que se vaya.

Después de medio turno, iba a almorzar con Alan. Por suerte no estábamos tan lejos el uno del otro, así que podíamos juntarnos a comer todos los días.

Cuando llegué al restaurante vi a Alan sentado cerca de la ventana y fui a rápido a acompañarlo.

-Buen día Señor ¿puedo sentarme aquí? - le dedique una sonrisa, realmente es muy lindo.

-No, espero a mi novio, disculpe- respondió cortante y me senté enfrente de él- ¿Qué vas a pedir? - me pregunto.

-Papas fritas con milanesas- sonreí de vuelta, Él pidió como siempre comida árabe.

Un Ángel CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora