Prólogo (Kelly)

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Dedicado a @Viri_r16 por todos los comentarios en La vida de Lorelay. Una genia :)

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Prólogo.

—¡Kelly!

  Sigo peinando mi flequillo recto con el peine, ignorando sus constantes gritos. Si es importante o urgente, puede venir a donde estoy yo y decírmelo sin gritar.

 —¡Kelly!

  Dejo el peine de lado y tomo la vincha roja en mis manos y la coloco en mi cabeza, para así no dejar que ningún pelo detrás del flequillo se me venga a la cara. Mis ojos marrones reflejados en el espejo tienen un brillo raro; especial. Tengo la sensación de que algo va a pasar esta noche, pero aún no descifro si será algo malo o bueno y es eso lo que me tiene nerviosa.

 —¡Kelly!

  No te muevas, Kelly, deja que siga gritando tu nombre hasta que se canse y venga hacia aquí para decirte lo que sea que tenga que decirte, me digo a mi misma; tiene que aprender que si quiere algo, debe ser ella quien se mueva.

  Tomo un suéter rojo a combinación con la vincha y lo pongo sobre mis hombros atando las mangas en mi pecho, pues la última vez salí sin abrigo y me morí de frío. Aún no estoy acostumbrada al clima de Londres.

  Escucho pasos y la voz de Kristy maldiciendo por lo bajo. La puerta de mi cuarto se abre y ella entra echa una furia. Comienza a espetar cosas en noruego y sus pómulos se tornan rojos por el enojo. Ni siquiera parece respirar.

 —Detente y respira.

  Deja de hablar y toma profundas respiraciones. Unos segundos después, retoma sus palabras pero vuelvo a interrumpirla.

 —Kris, te dejé venir aquí conmigo si hablabas en inglés. No mas noruego mientras estemos aquí. Piensa lo que quieres decirme y cambia de idioma.

  Gruñe y procede a hacerme reclamos.

 —¡Hace como media hora que te estoy llamando! Se supone que deberíamos haber salido de aquí hace media hora, Kelly.

 —¿Por eso estabas gritando mi nombre?

 —¡Si!

 —Genial, entonces aprende a mover tus pies hacia donde estoy yo y me lo dices en la cara sin tener que gritar cual loca.

 —Pero, pero, p-

 —Nada. Primero que nada, tu vas a esa fiesta porque yo voy y tengo bien permitido llegar tarde. No hay necesidad de ser puntual cuando la fiesta comienza a las once y termina quién sabe a qué hora. Me dijeron que puedo ir de esa hora en adelante.

  Mis palabras parecen hacer efecto porque puedo notar que se está sintiendo avergonzada y culpable por haber estado gritando mis nombre los pasados minutos.

 —Lo siento.

 —No hay problema.

  Unos minutos después, estamos de camino hacia donde Robert me dijo que la fiesta dará lugar. Al principio no había entendido la razón de la invitación, ambos estamos estudiando diferentes carreras y en diferentes años, o sea, es mi amigo pero nunca antes me invitó a una fiesta; cuando vi que la mayoría de la gente estaba siendo invitada, entendí que solo es para rellenar el lugar de personas. Me dijo que podía invitar a alguien para no sentirme sola y perdida; ¿Quién mejor que mi propia hermana?

  En efecto, el lugar está atestado de gente y tengo agarrada a Kristy de mi brazo como una garrapata. La entiendo, mamá estaría saltando por los techos si se entera que estamos en una fiesta. La música resuena por todo el lugar y la gente ya está en la suya.

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