Dedicado a @ILoveeRead_27 por el genial comentario en el capítulo anterior. ¡Gracias!
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Capítulo dos.
—Brístol... Sí... ¿Puedes ir directo al punto? —el fastidio en la voz de Derek es mas que evidente y me pregunto qué tiene su padre para provocarlo —...¿Qué? —pregunta casi inaudible, de pronto está pálido y siento su mano apretar la mía un poco más—... Pero- —suspira y saca su mano de entre la mía para acariciar su sien, visiblemente irritado—... ¿Qué acabas de decir? —pregunta con enojo al teléfono—... No puedes decir eso, no la conoces —espeta con firmeza; su mano deja su sien y descansa en su rodilla apretada en un puño con fuerza, haciendo que sus nudillos estén casi blancos—... Algún día te vas a arrepentir tanto de la mierda que estás diciendo y ni yo ni ella vamos a aceptar una disculpa de tu parte. Y creo que no hace falta que me compres nada para convencerme porque, ¿Sabes qué? Nada lo podrá hacer... No quiero, pídeselo a alguien más.
—¿Qué demonios quiere? —Emma susurra-grita.
Derek levanta su mano en señal de espera.
—...¿Por qué no la llamas tu y se lo preguntas?... Tiene bastante razones para no hacerlo, yo ni siquiera sé por qué lo hice... ¡No puedes hacer eso! —exclama boquiabierto y sus cejas fruncidas en el medio—... ¿Sabes qué? Lo haré, pero con esto te ganas mi odio eterno hacia ti, adiós.
Sin más cuelga el celular y lo lanza a la mesa de mala manera. Coloca ambos codos en sus muslos y cubre su cara con sus manos, frustrado.
—¿Qué quería, hijo? —pregunta Anne con suavidad y preocupación invadiendo cada una de sus facciones.
Derek respira hondo antes de descubrir su cara.
—Se va a casar.
—¿Qué? —exclama Emma con la expresión descolocada.
—Se va a casar —repite—. Ni siquiera sabía que tenía una novia.
Niega con desaprobación antes de levantarse, tomar nuestros bolsos del suelo y subir a paso rápido las escaleras. Cuando desaparece pasan unos segundos antes de que escuchemos un portazo, y es tan fuerte que me hace saltar en mi asiento.
Mi mirada queda fija en las escaleras, asombrada y petrificada. Nunca vi a Derek tan enojado. Nunca lo vi enojado para nada en realidad, ni siquiera por asomo.
—Esperemos aquí a que se le pase, nunca es bueno tratar de hablar con él cuando está tan enojado y de mal humor. —recomienda Anne, haciendo que vuelva mis vista hacia ellas.
—Bueno. —acuerdo en voz pequeña.
—No —niega Emma con firmeza—. Él nos sacaría volando a alguna de nosotras dos, pero soy positiva en que tu eres la única que puede calmarlo. Eres la única persona a la que le habla con libertad, Lorelay, ve con él. —me sonríe alentadora.
Anne se ve un poco mas vacilante, pero asiente con la cabeza y me sonríe. Muerdo mi labio inferior tratando de procesar la posibilidad que tal vez no quiera verme, pero al final cedo y asiento con mi cabeza hacia ellas antes de levantarme.
—¿Cuál es su habitación?
—Tiene su nombre en la puerta. —responde Emma.
Sin más, subo escaleras arriba y me dirijo a la puerta con el nombre de mi novio en ella. Me detengo frente a ésta y e inhalo con profundidad antes de tocar con mis nudillos y entre-abrirla.
—¿Derek?
Él está acostado en el lado izquierdo su cama con sus mano bajo su cabeza, sus piernas cruzadas y sus ojos fijados en el techo. Ahora noto que se sacó las zapatillas y el suéter que tenía puesto unos momentos atrás y lo dejó arriba de los bolsos tirados a un lado de la puerta.
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Siempre
Roman pour Adolescents[Secuela de La vida de Lorelay]. Después de cuatro meses de dejar de pasar desapercibida, Lorelay aún no sabe cómo manejar la presión de que la gente la conozca por solo portar su apellido; por solo ser quien es. Su relación con Derek sigue estable...