Capítulo 9: "Misterios"

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Escuché pasos acercarse corriendo y no sabía de donde provenían los sonidos. Tan de repente como un escalofrío vi el cuerpo de Zayn aterrizar en el suelo después de haber saltado de un tejado, pero no estaba solo, llevaba en sus brazos a una mujer de cabellos castaños y largos, la mujer llevaba un corto vestido rojo de fiesta y estaba como desmallada en sus brazos. Fue impresionante la forma en la que Zayn aterrizó sigilosamente y sin esfuerzo con la mujer en sus brazos, se asimilaba a una pantera saltando del alto tejado de la fea casa aquella. Él estaba igual de perfecto que siempre, vestido de negro con un largo abrigo que le llegaba hasta los pies, parecía una sombra a la mitad de la noche, su cabello moreno ondeaba por efecto con la briza y lo hacía lucir aún más perfecto. Él no me vio, yo estaba bien arrinconada detrás de un bote de basura de metal y escondida en la oscuridad. ¿Qué hacía subido al techo y como logró saltar de allí sin sufrir ningún rasguño? ¿Por qué llevaba a esa mujer cargada? Me preguntaba yo. Estaba realmente confundida, contuve el aliento para que Zayn no escuchara el sonido de mi respiración y no me descubriera allí escondida. La mujer que llevaba empezó a patalear y comprendí que no estaba desmayada. Ella comenzó a gritar como si estuviera aterrorizada,Zayn no parecía él mismo, se notaba furioso y en sus ojos había fuego, su mirada ardía. Soltó a la mujer que cayó sobre el suelo sentada. Esta mujer empezó a gatear para alejarse de él como si supiera que iba a hacerle daño.Zayn caminaba paso a paso acercándose a la chica con mirada asesina, ella se arrastraba por el suelo intentando escapar de él. Cuando la mujer intentó ponerse de pie lo vi saltar sobre ella, igual que un león cuando ataca a su presa, cayó encima del cuerpo de ella y la inmovilizó, sin decir nada Zayn tomó su rostro entre sus manos haciendo que ella lo mirara a los ojos. Me aterroricé, él ya no parecía un chico común, se asimilaba a algo maligno y oscuro, de verdad podría jurar que iba hacerle daño a esa mujer. Ella aún tumbada en suelo con él encima abrió la boca de par en par involuntariamente y un humo negro se desprendió de su interior, Zayn aspiró con su boca aquel humo tragándoselo por completo y dejó a la mujer sin vida en segundos con tan solo haber hecho eso. Él respiraba agitado con la mujer fallecida aplastada debajo de su cuerpo, mientras parecía intentar recuperar el aliento yo respiré tan entrecortadamente por el miedo y de forma tan ruidosa que Zayn lo escuchó y volvió su mirada justo en dirección a mí, me observó con sus ojos ahora enrojecidos durante segundos, hasta que nuevamente sus ojos cambiaron a su tono normal. Enmudecida lo miré desconfiada y tomé valentía para ponerme de pie e intentar correr, corrí en dirección a la avenida sin fijarme si él estaba persiguiéndome pero no logré moverme más que un par de metros cuando sentí todo el peso de Zayn derrumbarme y caí de espaldas al suelo mientras él aplastaba mi cuerpo con el suyo. Me miró con una increíble ternura que me hizo tranquilizarme lo suficiente como para poder hablar.
–Zayn... –balbuceé con esfuerzo–. La... La mataste.
Él se quedó en absoluto silencio durante largos segundos mirándome con expresión seria.
–Eso es lo que hago –dijo al fin–. Soy incluso peor que un asesino. Seduzco mujeres y luego de llevarlas a la cama me robo su alma... y contigo haré lo mismo-Antes de que yo pudiera empezar a sollozar Zayn besó mis labios una vez, sus labios estaban fríos como el hielo y el beso fugaz me dejó paralizada y sin aliento.
–Ahora es tu turno –dijo esbozando una sonrisa maliciosa–. Eres la próxima.
Zayn me había engañado para matarme, debí haberlo imaginado, pero ahora que lo sabía simplemente me quedé inmóvil esperando que él se llevara mi alma con demasiada tranquilidad, el hecho de que me haya besado por segunda vez robó mi temor, mi dignidad, mi pudor, mi sentido común y me dejó perdida en sus ojos Rojizos. Si me mataba en ese momento yo hubiera estado satisfecha por haber probado sus labios, así que simplemente esperé con tranquilidad a que él se llevara mi vida. Me miró con los ojos entrecerrados, su cuerpo se tensó y lo pude notar, con una de sus manos tomó mi rostro, hizo fuerza con sus dedos apretando mis mejillas para que mi boca se abriera, pero luego dejó de hacerlo y en lugar de eso me acarició el rostro de manera tierna. Cada contacto con su piel era mágico, si Zayn quería hacerme sufrir más antes de matarme lo estaba logrando, me lastimaba ver como un chico con tanta belleza como él podía ser una especie extraña de asesino oscuro que me había engañado para matarme y aún en mi lecho de muerte seguía haciéndome sentir tan maravillosa. El delicado y perfecto rostro de Zayn se acercó más al mío, cerré los ojos esperando tener el mismo destino que la chica que aún yacía sin vida en el callejón y me preparé para cualquier cosa.
–No, no puedo –dijo en voz baja–. ¡No puedo hacerlo!
Abrí los ojos al escuchar aquellas palabras, quedé perpleja, me esperaba cualquier cosa excepto que me dijera que no podía matarme. Él se apartó de encima de mí y se tumbo en suelo a mi lado como si estuviera cansado o se hubiera dado por vencido, o como si algo lo hubiera dejado tendido en el suelo apropósito.
–Zayn... ¿Quién eres? ¿Qué eres? –le pregunté esforzándome por respirar y hablar. Había algo sobrenatural en él que me hacía pensar que no era un humano, y es que... ¿Qué humano podía matar alguien robando su alma de esa forma? ¿Qué humano cambiaba de color sus ojos de un segundo a otro? definitivamente no era una persona normal. 
–Soy un demonio –me respondió y aunque sus palabras eran difíciles de creer yo no dudé ni un segundo en que estaba siéndome sincero–. Soy un demonio nacido en el cuerpo de un mortal, mato gente sin piedad y me alimento de sus almas. 
Iba a empezar a balbucear cuando escuché las voces de Nicolás y Robert despidiéndose de alguien. Zayn se puso de pie en un abrir y cerrar de ojos, me ofreció su mano para que yo la tomara y de un tirón me ayudó a ponerme de pie. Sin previo aviso echó a correr y se subió a una motocicleta que estaba estacionada en la esquina, antes de poner la motocicleta en marcha se volvió hacia a mí para luego despedirse con la mano. Me dejó sola y mas que confundida. Robert salió de la casa junto con Nicolás e increíblemente no se percataron del cadáver de la mujer allí tirada entre las sombras y la oscuridad. Nicolás, Robert y yo nos hospedamos esa noche en un hotel. Mientras dormía tuve terribles pesadillas sobre Zayn, me abstuve de seguir durmiendo temiendo despertar a Robert mencionando a Zayn y volver a ser golpeada. Zayn, Zayn, Zayn, y más Harry, eso era lo único que podía pensar, me obsesioné de manera ilógica con ese perfecto extraño, un asesino que decía ser un peligroso demonio come almas, un chico repleto de belleza que me había enamorado y que había querido matarme pero... por alguna razón no pudo hacerlo, me dejó con vida y suspirando por él. Al día siguiente...
–¿Nicolás? –le dije interrumpiendo la lectura sobre vampiros que estaba utilizando para enseñarme a leer–. ¿Crees en lo sobrenatural?
–¿Qué? –me preguntó deteniendo su lectura.
–Ya sabes... Esto de vampiros... fantasmas, espectros, o... ¿Demonios quizás?
–Bueno, realmente he leído bastante sobre tales cosas pero... No creo que sea real, nunca he visto algo parecido–me contestó.
–¿Qué sabes sobre... Demonios? –él pareció extrañado.
–¿A qué se deben esas preguntas? –dijo cerrando el libro que tenía en sus manos.
–Solo... Curiosidad.
–Según lo que he leído ellos... Son almas malignas que pagan condena en el infierno pero... Algunas veces salen de allí y poseen cuerpos humanos, se remontan a las épocas más antiguas y según dicen, aún rondan entre nosotros, hay diferentes tipos de estos... Existen los que se le alimentan de almas, casi la mayoría, y algunos otros presentan poderes y los utilizan para hacer el mal, pero... Sólo son leyendas sobre el cielo y el infierno, nada es cierto.-Recordé algunas palabras de Zayn... "Soy un demonio nacido en el cuerpo de un mortal".
–¿Y qué hay sobre... Aquellos que nacen siendo demonios? –me aventuré a preguntar.
–No lo sé, no he escuchado nada sobre eso.
–¡Bien! –exclamé–. Continuemos con la lectura, los vampiros también son interesantes. 
Intenté disimular mi vago interés específico en los demonios y me concentré en la lectura que por cierto cada vez se me hacía más fácil y estaba empezando aprender nuevas cosas.
Por otra parte Robert cada vez comenzaba a tener más dinero, Nicolás me confesó que Robert estaba haciendo negocios sucios con personas peligrosas, negocios basados en robos grandes y pequeños e incluso secuestrando personas, de Robert sí lo creía, él había estado años intentando obligarme a robar para comprar comida en nuestros días de más miseria y yo siempre me rehusé, viéndose obligado a robar con sus propias manos y lo hacía cada vez que podía. Ése fue el segundo día entero que pase junto a Nicolás, esa noche él se quedó en casa de su abuelo, mientras Robert y yo en un hotel. él dormía aquella madrugada yo sin poder dormir escapé de la cama y rebusqué entre los libros que me dejó Nicolás para encontrar información sobre demonios y esas cosas, me acerqué a la ventana para aprovechar la luz de la luna, ahora que podía leer con menos dificultad sería más fácil encontrar algo por mi propia cuenta. Revisé entre páginas libros con nombres tenebrosos o algo por el estilo pero lo único que solía encontrar eran novelas románticas y libros de historia griega o europea, nada alusivo a demonios ni nada parecido. Al amanecer yo seguía despierta lidiando con mi temor de volver a soñar con Zayn y con el cansancio de mi cuerpo. Robert seguía durmiendo en la cama cuando escuché que tocaban la puerta, fui a abrirla y del otro lado se encontraba Nicolás con una pequeña maleta en sus manos.
–Hola –me saludó–. He venido a traerte esto.
Él extendió su mano para darme aquella maletita.
–esto... ¿Qué es? 
–Es ropa que te he comprado y un par de zapatos.
– No tenías que molestarte –dije sorprendida y extremadamente feliz.
–No fue molestia, en serio.
–Gracias... Realmente te lo agradezco –le di un abrazo amistoso.
–No fue nada, en serio –correspondió al abrazo–. Tengo que irme ahora pero te veo luego,
¿está bien?
–De acuerdo, adiós –le lancé una sonrisa llena de gratitud y él me la devolvió.
–Adiós, _______.
El caos se desató minutos después cuando Robert despertó y me vio con nuevos jeans y calzada con unos Converse negros recién comprados. Mientras yo me sentía realmente feliz, Robert me gritaba.
–¿Por qué demonios el infeliz de Nicolás te trae ropa? –me gritó enfurecido–. Él no tiene por qué hacer eso, tú no te mereces ropa nueva ni bonita y en tal caso soy yo quien debería dártela, no un maldito al que le pago para que te dé clases.
–Él es un caballero y me trata bien, no como tú, Robert –susurré mirando al suelo.
–¡JA! –canturreó Robert –. Seguramente crees que el niñito prematuro ese te quiere o algo así. La única razón por la que te trata bien es porque yo le pago para que le tenga paciencia a una salvaje como tú. A ti nadie te quiere ni te va a querer nunca, nadie quiere a una niña de la calle como tú, ¿lo entiendes? El único que puede amarte soy yo, ¿entiendes o tengo que repetírtelo? Fruncí el ceño y lo miré con odio.
–No me odies, princesa –me sonrió con malicia–. No me odies por amarte.
Se acercó hasta mí y me tomó por la cintura a la fuerza, intenté empujarlo pero solo conseguí que se enojara.
–A mí nadie me rechaza, linda –me besó a la fuerza.
Me resistí todavía más a sus besos empujándolo por el pecho para que se alejara. Robert al notar mi rechazo se enojó, su mirada se enfureció mas, casi destilaba fuego de sus ojos. Temí cuando lo vi enrojecer por efecto de su furia, Robert me tomó de los hombros y me sacudió con fuerza, supe que estaba comenzando a perder los estribos y probablemente me golpearía. Lo miré con los ojos entrecerrados conteniéndome de lloriquear como una bebita, no iba a permitirme llorar otra vez por un tipo como él. Firme como una roca vi a Robert alzar su puño para golpearme pero antes de que el golpe pudiera impactarme me zafé de su agarre y corrí hasta la puerta, miré a Robert y giré la manilla de la puerta, sin dudar corrí a través del pasillo hasta el ascensor pero supe que tardaría demasiado en llegar y Robert me atraparía, así que decidí lanzarme a correr escaleras abajo hasta que llegué al vestíbulo del hotel, Robert no me golpearía en un lugar atestado de personas por doquier de modo que me sentí segura. Reconocí a Nicolás, él seguía aún en las instalaciones del hotel, estaba sentado en un amplio sofá con una taza de café en sus manos que humeaba. Lo primero que hice fue acercarme a él.
–¿Qué haces aquí aún? –le pregunté alterada, temiendo que Robert apareciera salvaje de repente desde algún rincón del hotel. Nicolás alzó las cejas mostrándome que no se esperaba verme aparecer de un momento a otro.
–Me quedé por un café –respondió después de que casi escupe su trago al verme.
–Debo confesarte algo –lo intrigué–. Robert está furioso y temo que me golpee, él lo hace siempre. 
Nicolás no pareció sorprenderse al mínimo. En ese momento el elevador se abrió y tras sus puertas apareció Robert atemorizante. Nos miró fijamente y fue acercándose con pasos relajados para disimular su rabia, casi intenté esconderme tras las espaldas de Nicolás pero supe que no iba funcionar. 
–Buenos días, joven Salvatore –dijo Robert para disimular su rabieta, su carácter de perro y su mal humor.
–Buenos días –respondió él con cortesía.

n/a: Espero que votéis y comentéis que os parece, es todo, gracias<33

¿Se pasarían por otra de mis historias? significaría mucho para mí.

'Feel Again' - Logan lerman, la pueden encontrar en mi perfil.

V. xx

&quot;Más allá de una atracción&quot; (z.m) EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora