Capítulo 6: "La apuesta"

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Salimos de aquella casa Robert Lucas y yo, en el camino desayunamos y estuvimos todo el día de aquí para allá mientras yo acompañaba a Robert a encontrar personas que le compraran aquellos artefactos que robó de la vieja casa. Al anochecer cuando ya habíamos conseguido suficiente dinero, Robert quiso celebrar con unos amigos y me llevó con él a un casino. Empezaron a beber y a jugar póker, vi a Robert perder todo el dinero que había conseguido, apostando. Yo estaba sentada a su lado y entre cada jugada Robert besaba mi cuello y mis hombros y bebía tragos de vodka. Sus besos estaban empezando a parecerme repugnantes aun cuando él me había metido en la cabeza que era mi marido, mi novio, mi amante y demás.

–Y ahora, ¿tienes algo más que ofrecer? –le preguntó Lucas a Robert.

–Creo que he dado todo lo que tengo –respondió este con voz de borracho.

–Yo no lo creo –continuó Lucas–. Qué tal esta oferta... Una última jugada... Si ganas te doy todo lo que perdiste más todo lo mío... y si pierdes me quedo con todo y tú me das una noche con la chica.

Palidecí al escuchar a aquello. Lo único que faltaba era que Robert aceptara y mi virginidad quedaría en manos de la suerte de un juego de póker.

–Oye, Lucas, si ganas puedes compartirla, ¿o no? –dijo otro borracho riendo a carcajadas.

–Quien sabe –le contestó Lucas–. Pero primero él debe aceptar. ¿Qué me dices, Robert? ¿Sí o no?

Robert me dirigió una mirada de arriba a abajo.

–Yo... –comenzó a hablar y yo rogaba que por favor no aceptara–. Yo no lo sé... Es que... yo aún no...

–¿No te has acostado con ella? –preguntó Lucas en expresión de sorpresa–. ¿Qué? no me digas que te da lástima. ¿O que acaso quieres ser el primero?

–¡No, no es eso! –dijo con inquietud–. Está bien, acepto.

Una lágrima corrió por mi mejilla, yo sabía que él volvería a perder y me obligarían a hacer algo que yo no quería. Robert me miró y al ver mis ojos cristalizados por las lágrimas acarició mi mejilla removiendo aquella lágrima salada.–No te preocupes –me dijo al oído en voz baja–. Voy a ganar... Te lo prometo, sabes que todo esto lo hago por ti, para comprarte ropa y unos bonitos zapatos para que no tengas que andar descalza, para darte comida y para que tengas todos los lujos linda.

El juego en el que la apuesta era yo comenzó con extrema tensión, yo miraba cada jugada con una increíble preocupación y casi soltando las lágrimas, Robert también de vez en cuando me lanzaba miradas preocupadas a diferencia de Lucas y los otros tipos que me miraban riéndose con malicia. De pronto sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, sentí una extraña presencia y la pesadez de la mirada de alguien clavada en mí, una sensación familiar me invadía, algo tan fuerte y sobrenatural que me asustaba. Levanté mi mirada de la mesa del juego de póker y supe de que se trataba, al mover la dirección de mirada contemplé la imagen de Zayn de pie apoyado en la barra a unos metros de distancia de mí y no paraba de observarme. Nuestras miradas se cruzaron y yo me quedé helada al verlo de nuevo, su presencia me tranquilizaba y relajaba al mismo tiempo que me exaltaba e inquietaba. Quise hablarle con mis ojos o tal vez telepáticamente de forma que Robert no notara que estaba allí, ya que si llegaba a verlo se enfurecería; solo me limité a mirarlo y él también a mí. Le lancé miradas disimuladas para que Robert no lo notara, mis ojos no podían evitar mirarlo, examiné su cuerpo de arriba a abajo y él no dejaba de lanzarme sonrisas que calmaban mi preocupación. Sentí como si todo iba a salir bien cuando lo vi aparecer, incluso llegué a olvidarme de la estúpida apuesta. Todo marchaba igual hasta que escuché a Lucas reír a carcajadas con ganas, vi a Robert levantarse de la mesa furioso. Pateó su silla luego de que estuvo de pie.

"Más allá de una atracción" (z.m) EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora