Crossed Stories - 5 Seconds of Summer

10. Charizard.

PDV ELIZABETH

        Entramos al departamento que todos compartíamos, porque también se cuenta Jack, y todo seguía como lo habíamos dejado, las luces estaban tenues y el ligero sonido del piano proveniente del bloque vecino se colaba por la ventana, entonces pensé en el sexy vecino, pero eso no me reconfortó, para resumir un poco lo que sucedió en McDonalds les diré dos palabras: Todo Mal.

Ni en mis momentos más locos pensé en encontrarme con Michael Clifford, ni mucho menos que éste estuviera acompañado de sus amigos, entre ellos Ashton Fletcher Irwin, es decir, que vida tan jodida, millones de McDonalds hay en Los Ángeles, y justo y precisamente ellos tuvieron que ir a parar al McDonalds donde yo me encontraba con las chicas.

Si nos ponemos de acuerdo no coincidimos, viste.

Todo fue tan incomodo; Calum al ver a Verónica, Ronnie al chocar con Michael, Jack entre todos, Luke al sentarse junto a Venecia y Ashton tratando de entablar una conversación. Todo se fue a la mierda cuando acepte que sería agradable comer todos juntos en una misma mesa. Obviamente era un acto suicida.

Miré a Verónica caminar directo a su habitación, en todo el almuerzo no habló, y eso de por sí es muy raro ya que ella es como diez mil toneladas de habladuría. Tome mi cartera sintiéndome la peor amiga de la galaxia, caminé hasta la cocina y me encontré con Venecia, ella tomaba agua mientras que mantenía la vista en un punto muerto; Luke y ella pasaron literalmente todo el almuerzo enviándose indirectas, ninguno paraba de contradecirse, Venecia decía algo y Luke reía o decía algo que la molestaba y viceversa.

—No entiendo por qué lo hiciste... —murmuró sin dejar su postura, mordí mi labio inferior apoyando todo el peso en mi pie izquierdo sintiéndome peor.

—Venecia, creo que...creo que tal vez no es tan malo como parece.

—¿No lo es? —me miró con el ceño fruncido—. Nos hiciste pasar por el momento más incomodo de nuestras vidas, Elizabeth. Verónica no emitió ni una sola palabra, Ronnie no dejaba de fulminar a Michael, todo fue una jodida mierda. El pobre Jack no desaparecía porque era imposible. No te importó si era incomodo para mi estar sentada con la persona más egocéntrica y egoísta del planeta —gruñó dejando el vaso de vidrio sobre la encimera de un golpe. Cerré los ojos apretando mis labios sintiéndome culpable—. No creo que te hayas divertido tampoco viendo como el idiota de Ashton intentaba aparentar que nada sucedía...

—¡Solo pensé que tal vez sería bueno vernos las caras de una vez y por todas!

—¡Pero no fue bueno, Elizabeth!

Silencio.

La mire y asentí suavemente, sus ojos brillaban y me dí cuenta que estaba temblando. Negó y pasó a mi lado en grandes pasos hasta llegar a su habitación, y lo sé gracias al portazo que dio. Me lleve las manos al rostro y las pase por mi cabello soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo, había arruinado el almuerzo con mis amigos, fui una egoísta y media. Apoye mi cadera en la encimera y cerré los ojos, mi cabeza iba a estallar y todo estaba mal.

—Se le pasará, tranquila.

Me sobresalte y lleve una de mis manos al pecho donde sentía mi corazón acelerado. Mire a Ronnie apoyada en el marco que daba a la cocina con los brazos cruzados y negué rápidamente.

—Venecia me odia y no quiero imaginar que estará pensando Verónica, Ronnie... lo siento.

Ella asintió y se acercó a mi para darme un abrazo. No sabía que estaba tan afectada hasta que sentí varías lágrimas rodar por mis mejillas, sollocé y desee que todo fuera distinto. Ronnie acariciaba mi espalda y murmuraba que todo estaba bien y que la comida había estado deliciosa porque McDonalds no decepcionaba.