Capitulo 12

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VALENTINA

Busqué mis zapatos por la habitación, los cogí, me senté en la cama y comencé a ponérmelos cuando escuche la puerta abrirse, levanté la mirada y King estaba recostado sobre ella, ahora cerrada.

-¿Vas con Mark?- preguntó aun recostado.

-Me dijo que le tocaba a él.- murmuré distraída mientras comenzaba a atar los cordones de mis botas marrones.

-¿Y a dónde vas?- quiso saber.

-Necesito mi ropa, así que iré a casa de mi padre y cogeré todas mis cosas.- me levanté y fui al baño.

-Compra ropa nueva.- propuso desde la puerta del baño.

Comencé a aplicar mi maquillaje y reí sin humor.

-Si, King, eso haré.- notó el sarcasmo reflejado en mi voz.

-¿Por qué diablos no?- preguntó con el ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos.

-¿Y como lo pago?- le hice cara antes de seguir- Aunque puedo cogerla y salir corriendo, ¿no?- bromeé con él antes de aplicar brillo a mis labios.

-No hace falta que te conviertas en una ladrona.- dijo burlón antes de tirar algo sobre el lavamanos.

-¿Qué crees que voy a hacer con esto?- lo cogí y lo zarandee en mi mano.

-Pagar lo que quieras, por ejemplo.- en su mirada pude ver reflejada una sonrisa aunque no en sus labios.

-King, no quiero tu dinero.- le lancé el fajo de billetes y lo atrapó en el aire- Tengo ropa en casa de mi padre.

-No irás allí, Val.- le miré pero ya se había ido.

Fui en su busca y lo encontré sentando en la cama junto con una caja de cartón.

-¿Y por qué no?- pregunté desafiándole.

-No irás allí sin mi.- comenzó a rebuscar algo en la caja- No dejaré que vayas con alguien más que no sea yo.

-¿Por qué?- volví a preguntar.

-No te dejare sola con alguien que te golpeaba, Valentina, fin de la conversación.- dijo frío y furioso, siguió rebuscando, ahora, molesto.

-No le tengo miedo.- puse mis ojos en blanco .

-Y no tienes que tenerle miedo...- King levanto su mirada- Pero no estarás sin mi cuando él este cerca.- mi cuerpo se calentó cuando reconocí su tono protector.

-No me dejarás sola, ¿cierto?- pregunté haciendo mi camino hasta él.

-No.- murmuró distraído, sonreí cuando me paré frente a él.

-¿Y...por qué no?- me quedé observando su cabello y no pude resistirme.

Alcé mi mano despacio hasta tocar con mis yemas las hebras de su cabello, eran más grueso de lo que pensé que sería, King se quedó inmóvil cuando sintió mi mano.

-¿No me vas a responder?- pregunté en un susurro.

-No me acuerdo de la pregunta.- la verdad es que yo tampoco...

King levantó su cabeza y me miró intrigado.

-Tengo que hablar contigo, Valentina.- palmeó el colchón y me senté junto a él desorientada por su cambio de ánimo.

-¿Qué ocurre?- pregunté al ver como esquivaba mi mirada.

-Le di a tu padre dos días para pagar, Val...- King miró el suelo mientras yo tragaba saliva- Y a pasado más de dos días.- alzó su mirada hasta llegar a la mía.

-¿Te ha pagado?- pregunté mirando mis manos avergonzada.

-No.- susurró después de suspirar, asentí y una parte de mi se decepciono al escuchar eso.

-No le importo, King, nunca lo he hecho.- murmuré sin dejar de mirar mis manos.

King no dijo palabras de consuelo únicamente me levanto hasta llevarme a su regazo donde me meció y me calmo, sin dejar de acariciar mi cabello con delicadeza, mis brazos fueron a su alrededor sin pensarlo,necesitaba esto, y el lo sabía.

-Valentina, tengo que preguntarte algo.- murmuró en lo alto de mi cabeza.

-¿El qué?- no le miré si no que me acobije más en su pecho.

-Si hiciera desaparecer a tu padre, ¿qué pensarías de mi?- preguntó sin dejar de acariciar mi cabello.

-¿Vas a matarlo?- mi mano se cerró sobre la tela de su hombro.

-¿Te importaría si lo hiciera?- me paré un momento y realmente pensé sobre ello.

-Comenzó a golpearme cuando mi madre se fue de casa.- susurré cerrando mis ojos y recordando mi vida- Mi madre antes de irse me dijo "Lo he aguantado durante 10 años, ahora te toca a ti, maldita perra."- los brazos de King me acercaron un poco más- Me ha estado golpeando durante más de diez años.- solté un suspiro entrecortado- No puedo aguantar más golpes, King.- cerré mis manos sobre su camiseta- No quiero más.- una lágrima se me escapo por el rabillo de mi ojo.

-No volverá a tocarte, Val.- comenzó a mecerme de nuevo- Shh.- susurró cerca de mi oído antes de notar un beso cerca de allí.

-Odio que me haga sentir tan débil.- murmuré sin soltar mi agarre sobre él- Ojala fuera como tú.- King se retiro un poco de mi, alcé mi mirada y me asusto lo que vi reflejado en sus ojos.

-Tu no quieres ser como yo, Val, no querrías ver las cosas que yo he visto.- tragué saliva ante su susurró, desvié mi mirada hacia sus labios.

King se levantó e hizo que me levantará junto a él, me dejo con cuidado en el suelo,cuando mis piernas conectaron junto al frío suelo me temblaron un poco las piernas. King buscaba algo dentro del armario, vi como sus músculos se movían a través de su camiseta negra.

-King.- estaba justo detrás de él cuando lo llame.

Se dio la vuelta,tuve que ponerme de puntillas ya que solo le llegaba al pecho, pase mis dedos por su ceja partida, King cerró sus ojos y comenzó a respirar más rápido, pase mis dedos por su larga cicatriz sin prisa, hasta llegar a su mejilla, pasando por su nariz y terminando en sus labios.

Antes de darme cuenta King movió sus manos hasta estar cada una al lado de mi cuello y acarició mi piel con cuidado y tiró de mi para que nuestros labios estuvieran a un soplo de distancia.

Besé suavemente sus labios masajeando su labio inferior con el mío, sin presionar,así que cuando él respondió al beso se encontró con la presión exacta, sonreí contra su boca. Mi mano se deslizó por su pecho, el latido de su corazón contra mi mano iba en aumento.

-Te tengo miedo, King.- susurré contra su boca.

-Tienes razón, tendrías que tenerme miedo.- murmuró sin despegarse de mi.

Mi respiración se atascó mientras mi boca se encontraba con la de él, sus labios estaban húmedos. Lamí sobre su unión, abriéndolos para así poder empujar mi lengua en el interior de su boca, haciendo que su sabor se hiciera cargo.

Amé la manera en la que su cuerpo se tensó cuando la presión aumento. Gemí,poniendo mis brazos alrededor de su cuello. King meció mi cuerpo para así estar más pegados el uno del otro, su lengua danzaba con la mía. Aumentó la presión, tomando mi barbilla con la mano.

Entonces movió sus labios por mi cuello y detrás de mi oreja. Alternando entre besos calientes y húmedos por mi cuello. Sentí como me arañaba con suavidad con sus dientes.

Mierda,realmente quería que me mordiera.

Nos separamos lentamente, ambos con nuestros pechos jadeando por aire. Abrí mi boca pero King apretó su pulgar contra mis labios.

-Ten cuidado, ¿esta bien?- susurró con voz ronca, solamente pude asentir mientras se marchaba mirando una última vez hacia mi antes de cerrar la puerta.

Te enseñaré a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora