Capitulo 30

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VALENTINA

Bostecé por cuarta vez en menos de cinco minutos, mis ojos se cerraban solos mientras intentaba prestar atención a lo que me decía Hugo.

-¿Qué te parece?- preguntó esperando una respuesta.

-¿El qué?- miré confundida a Roman, que se reía a su lado de forma disimulada.

-¿Me estabas escuchando?- Hugo frunció su ceño.

-Más o menos.- respondí haciendo que Roman comenzara a reír a carcajadas.

Hugo lo miró molesto e hizo que se callará con solo una mirada.

-Mira la cara de sueño que tiene, ¿qué esperabas...qué te escuchara?- preguntó Roman mirándome divertido.

-Solo una vez, Valentina...- me señaló con su dedo- Lo repetiré una vez más.- susurró, más bien para si mismo.

Asentí y tomé un sorbo de mi café esperando a que comenzara de nuevo.

-Vas a estar dentro del reino de los más hijos de puta que vas a conocer en tu vida, así que estate pendiente de cada palabra que digo, ¿comprendido?- vale, eso si llamo mi atención.

-Y no nos olvidemos de ellas.- saltó Roman poniendo cara de disgusto.

-¿Ellas?- pregunté sin entender nada.

-Nena, vas a conocer a las víboras que son capaces de despellejarte en menos de dos minutos.- tragué saliva.

-¿Cómo dices?- pregunté mirando a ambos.

-Quieres dejar de asustarla.- Hugo le dio un golpe en la cabeza a Roman- No le pasara nada.- Roman se frotó la cabeza.

-Eso no lo sabes, idiota.- ahora fue Roman quien golpeo a Hugo.

Hugo se levantó de la silla y Roman hizo lo mismo, ambos se miraron de manera desafiante.

-Chicos.- los llamé pero ninguno me hizo caso- ¡CHICOS!- grité al ver de ambos tenían los puños cerrados- ¿Podemos seguir?- pregunté cuando me miraron.

-Imbécil.- susurró Roman sentándose.

-Capullo.- murmuró Hugo cogiendo la silla y acomodándose.

-Basta.- di un golpe en la mesa de la cocina para llamar de nuevo la atención de ambos- ¿Entonces que pasa con toda esa gente?- pregunté mirando como Roman me pasaba unos cuantos papeles.

-Esto son los nombres y apellidos de todas las personas que no tienes que acercarte.- miré la hoja y habían cientos de nombres.

-En otras palabras...- Hugo me miro serio- No hables con nadie y siempre ten a King localizado, por si en algún momento necesitas salir de allí.

-¿Tan malo es?- pregunté echándole un vistazo a las hojas.

Roman y Hugo resoplaron a la vez mientras comenzaban a poner fotografías delante de mi.

-Brandon William.- miré la foto y era el hombre que vino a casa hace unos días.

-Se rumorea que mató a su padre solo para tener el imperio de la familia.-informó Roman mientras tragué saliva sin dejar de mirar la fotografía.

-Su mujer, Alicia Foster.- Hugo puso otra imagen en la mesa.

-Su matrimonio es solo fachada, todos saben que a Alicia le gusta...- Roman tosió incómodo- Otro tipo de cosas...- fruncí mi ceño sin saber a que se refería.

-¿Qué cosas?- pregunté mirando la foto de la mujer rubia y polioperada.

-Le van más las cuerdas y eso.- Roman movió sus cejas con una sonrisa, mi boca se abrió mientras miraba como ambos se reían.

Te enseñaré a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora