KING
Estoy tenso. Tenso y cansado, para ser sinceros, a pensar de que era sábado por la noche, joder.
Di un largo trago a la Corona que Roman me había pedido, me froté la cicatriz con mi pulgar. Solo iban a ser unos pocos días, tampoco iba a ser tan duro,¿no? Al fin y al cabo había estado sin ella durante toda una vida y un par de días no iban a matar a nadie. No era para tanto, ¿verdad?
Pues sí, es para tanto y más.
Roman tocó mi codo que estaba apoyado en la barra de la discoteca.
-¿Qué te pasa?- preguntó, alzando su voz para poder oírle por encima de la música- Parece que te alguien se ha meado encima de tu puto coche.
-Nada, estoy bien.- dije enderezando mi espalda.
-No mientas.- Roman me sonrió- No te gusta el club, ¿eh? Puedes decírmelo. A Hugo le encanta, pero no le veo la gracia.
Dos rubias despampanantes pasaron por nuestro lado, haciendo que Roman se volviera para mirar su escasa ropa y sus sonrisas coquetas.
-¿Dónde esta Hugo?- pregunté entornando los ojos tratando de localizarlo en la pista de baile.
-Fuera, fumando.- Roman negó con la cabeza- Ya esta borracho y colocado.
Suspiré frustrado, desde hace un tiempo Hugo estaba actuando de manera extraña. El muy capullo estaba en una espiral demasiado peligrosa.
-Tiene que dejar esa mierda.-murmuré frustrado.
-Y que lo digas...- Roman estuvo de acuerdo- Pero sabes que no hará caso a ninguno de los dos. Esta metido hasta el culo.
-Debemos...- Roman me hizo callar.
-Tú y yo no podemos estar siempre detrás de él, King.- me dio una palmada en el hombro- Es adulto y toma sus propias decisiones.
Roman pidió dos copas más. Cogí con ganas mi Jack Daniel's con Coca-Cola y vacié medio vaso en solo un trago. Justo lo que necesitaba.Tenía que dejar de pensar en Hugo, en sus problemas; dejar de obsesionarme por ella,de preocuparme, de imaginarla...
Detuve el vaso a centímetros de la boca y parpadeé. Casi me desnuqué al alargar el cuello para ver, a través de los cuerpos de la gente que bailaba en la pista, a una mujer con cabello negro que estaba bailando a diez metros de distancia.
Santa madre de Dios.
Era Valentina, y joder,llevaba puesto el vestido más sexy que había visto en mi vida.Negro, de seda y con un escote tan pronunciado en su espalda que casi se le veían los hoyuelos de encima del culo.
Verle la espalda entera soló podía significar una cosa...No llevaba sujetador, mierda.
Mi polla cobro vida en cuanto vi su cabello, pero ahora...empezaba a atacar a mordiscos mi bragueta para acercarse a ella, mientras mi corazón latía con tanta fuerza que parecía un martillo.
Valentina se movía con el agua, con gracia y aparentemente sin esfuerzo. Tenía su cabello recogido en un moño sexy y elegante y los tacones que llevaba habrían quedado estupendos... sobre mis hombros.
Tragué saliva e intenté no sonreír al verla agacharse y gesticular la letra de la canción. Tenía las manos en las caderas y eso despertó mis celos,si, celos, jodidamente celoso de sus manos, porque tendrían que serlas mías las que estuvieran allí, tendrían que ser mis dedos los que la sujetaran con fuerza. Cuando logré apartar la mirada de ella pude ver a John junto a ella y acompañado de una chica rubia.
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Te enseñaré a amar
RomanceNo intentes pararle, porque no podrás. No intentes frenarle, porque te arrollara. No intentes traicionarle, porque sino... Te matará. ¿Serías capaz de vivir junto a él o te ahogarías a su lado? "Y fue ahí cuando pude escuchar a mi corazón ro...