Capitulo 1.

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Abro los ojos, luego de un profundo sueño, a causa de un rayo de luz que se filtra por mi ventana. Odio esos malditos rayos que siempre arruinan el sueño de todo mundo. Giro sobre mi cama con la esperanza de volver a dormir aun que se que eso no va a pasar. Luego de diez minutos decido ponerme de pie y buscar algo para desayunar.

Camino con pesadez hasta la venta para poder abrir las persianas, cuando me doy cuenta de que algo no esta bien aquí. Giro rápidamente al percatarme de la excesiva luz reflejada. Mis paredes están completamente limpias, los posters se han ido. Corro escaleras abajo, mi madre tiene que darme una explicación.

— Mamá—digo gritos— ¡Mamá!

— Camila, sabes que no tienes que gritar, te estoy escuchando— la tranquilidad que emana me desconcierta.

— ¿Dónde están mis posters y mis fotografías?

— ¿Tus que?

—Mamá—mi voz suena más chillona de lo que pretendo—. Mis posters de CD9.

—CD ¿Qué?

—CD9 mamá, podrías dejar de jugar y decirme donde has escondido mis posters.

—Camila no se de que estas hablando.

—Mamá, es mi grupo favorito, no finjas que no sabes quienes son.

—Camila te repito que no se de que me estas hablando.

—Tú habías prometido llevarme a un concierto y ahora me sales con esto.

—Hija, no se de que estas hablando.

La seriedad en su voz me aseguraba que no estaba mintiendo. Subo a mi habitación lo más rápido que puedo. Tomo mi teléfono para teclear el número de Ally una de mis mejores amigas. Contesta al segundo timbre.

—Camila estoy en una crisis—dice sin siquiera dejarme hablar.

—Mi madre me esta jugando la peor broma—musito ignorando lo que me ha dicho—. Me ha dicho que no sabe quien es CD9, ¿puedes creerlo?

— ¿Quiénes son CD9?

—Ally no es un buen chiste.

—No es chiste Camila, no se quienes son—su voz suena divertida.

—Tienes un amor platónico con Bryan—digo ya un poco alterada.

—Cam, creo que estas equivocada.

Finalizo la llamada sin decir nada más. Pienso un poco en lo que esta pasando, ¡claro! Mi madre se ha puesto de acuerdo con ella, quieren volverme loca. Niego divertida para llamar a Lauren, su nombre real era Laura, pero desde siempre todo el mundo la llama Lauren, nunca entendí porque.

—Estoy muy molesta—digo sin darle tiempo de hablar.

— ¿Por qué? Si estas a punto de irte a esa escuela del DF.

—Mi madre y Ally me están jugando una broma.

— ¿Por qué?

—Están fingiendo que no conocen a CD9.

El silencio del otro lado de la línea se hace presente. El miedo de anoche vuelve a invadir mi sistema. ¿Qué demonios esta pasando? Acaso todo el mundo quiere burlarse de mi hoy.

—Por favor dime que recueras a Freddy, Bryan, Alan, Jos, y Alonso —digo en tono de pregunta, aun que ya se la respuesta.

— ¿Freddy? ¿Nuestro compañero?

—No, Freddy Leyva.

—Cami perdón, no se de que hablas.

Mi teléfono cae al piso. Corro hasta donde se encuentra mi computadora, voy directo a Google para teclear las letras "CD9", sin resultados. Entro lo más rápido que puedo a Facebook solo para comprobar que la cuenta oficial no existía, no había pagina de fans ni nada que se relacionara con la banda, ¿Qué esta pasando? ¿Acaso esto era posible?

Comienzo a pensar en como seria mi vida sin los chicos, mi vida sin CD9. Luego me doy cuenta que les he dedicado todo mi tiempo. Que aun que no los conozca ellos son los que ponen una sonrisa en mi rostro. Mis ojos comienzan a aguadarse y la letra de aprenderé a vivir retumba en mi mente. ¿Qué pasa? Vuelvo a preguntarme, esto no puede ser posible, no puedo vivir sin ellos.

Hago una lista en mi cabeza de todo lo que ha pasado últimamente, hasta que la resolución de la noche de ayer cae como balde de agua fría sobre mí. La señora Lara.

Salgo de mi habitación corriendo. Los gritos de mi madre invaden la estancia en el momento en el que salgo volando, no literalmente claro esta, de mi casa en busca de una explicación.

Me encuentro delante de esa tétrica casa. Llamo a su puerta con tal desesperación que no pasan ni dos minutos cuando la señora Lara aparece en mi visión.

— ¡¿Qué fue lo que hizo?! ¿Por qué nadie sabe sobre el grupo? —grito sin miramientos.

—Solo hice lo que tú me pediste.

—Yo no le pedí nada—vuelvo a gritar—. Explíqueme, ¿Qué esta pasando?

—Esa banda no existe más. Los chicos no se conocen—escupe cruelmente.

Sus palabras retumban en mi mente, no puedo creer lo que hizo.

— ¿Esta loca? Usted me dijo que los conocería, ¡¿Por qué demonios no dijo que la banda iba a dejar de existir?! —grito de nuevo, mientras se me quiebra la voz.

—Deberías estar agradecida.

—CD9 no existe ¡nadie los conoce! —exclamo furiosa—. Como pretende que le agradezca eso.

—Si—me devuelve el grito—. Ve y búscalo, no seas estúpida

— ¿De que habla? —pregunto un poco más calmada.

—Ese chico no es nadie ahora, ve a donde el vive, búscalo y hazte su amiga.

Abro la boca para decir algo pero la cierro de golpe al procesar el plan de la señora Lara, no es malo. La verdad es que es algo realmente creativo.

—Púdrase—digo y continuó mi camino para regresar a casa.

Comienzo a pensar en lo que la señora Lara propuso, no es mala idea, después de todo en una semana yo estaré viviendo en la ciudad de México.

No, no, no, grita metafóricamente una voz en mi mente. No puedo hacer eso. No pedo ser tan mala persona como para hacer algo tan bajo. Trato de calmar un poco los pensamientos que giran alrededor de mi mente. Se que si hago esto estaré llena de miedo, algo dentro de mi me dice que esto no va a funcionar, pero... ¿Qué tal que funciona? Y si solo por un momento consigo acercarme a el. La oportunidad se me acaba de presentar en bandeja de plata, es mi decisión ahora tomarla o dejarla ir. Conocer a Alonso antes de todo, antes de la fama, los fans, el dinero, los viajes, antes de CD9.


-Continuara-


Antes de CD9 [correcciones]|Alonso Villalpando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora