"Días post mortem"

6 0 0
                                    

No habían pasado muchos días de la muerte del "Comandante" cuando se originó la algarabía electoral, sin embargo, el dolor de los simpatizantes del fallecido líder en todo el país todavía se hacía sentir.

El Consejo Nacional Electoral decidió realizar las elecciones el 14 de abril, por lo que los líderes de la oposición y de un dolido oficialismo tenían que responder rápidamente para seleccionar su candidato a presidente de una Venezuela que al fin veía venir una nueva era (para bien o para mal).  El vicepresidente -del que habíamos escuchado apenas hace un par de meses- sería el sucesor electoral del vitalicio presidente, mientras que Henrique Capriles se mediría de nuevo en elecciones, a pesar de haber perdido 5 meses atrás.

-Esta vez si gana Capriles, dije, como mucha gente que esperaba también una victoria de la oposición.

-No creo que el vicepresidente gane, es decir, tenemos poca información sobre el, además de que tiene algunas ideas muy extrañas -Decía mi mejor amiga.

Aunque estábamos cursando el último año de primaria, sabíamos sobre política, pero no era raro en un país polarizado, en el que todo el mundo opinaba y daba su visión de la situación.

Ya terminaba marzo, la campaña había iniciado con unas insólitas declaraciones del vicepresidente acerca de un "encuentro" con un ave, la cual le había recordado a su predecesor, y afirmando en transmisión nacional, que era una especie de reencarnación para animar la campaña. Este era el primero de muchos momentos extraños, graciosos y confusos del, en ese momento, candidato a la presidencia.

-¿Escuchaste lo del pájaro?, ¡que locura! -le decía mi papá a mi abuela

-Puras ridiculeces, como ellos- le contestó

Así se veía venir una fuerte oleada de opiniones sobre lo que serían unos comicios muy polémicos, a veces desearía regresar a ese año o más atrás para poder comparar mi país después de las elecciones con el país del que no sabía nada de lo que iba a suceder más tarde.

Ya el mes de la elecciones, abril, había llegado y a pocos días de las elecciones debía de reunirme en casa de una amiga para realizar un trabajo de clases, pero había recordado que el vicepresidente tenía planeado visitar la ciudad para realizar campaña, pero mi abuela, que me acompañaba, y yo decidimos ir. Después de realizar el trabajo, caminamos algunas calles para esperar el autobús que nos llevara a casa, pero las arterias viales estaban llenas de simpatizantes que de una manero u otra expresaban su incondicional apoyo al candidato oficialista.

-Mira toda esta gente, está loca - me decía mi abuela.

Lo único que hacía además de caminar, era observar la alegría y fanatismo de aquella gente, que se movilizaba masivamente hacia un lugar no muy lejano de donde nos encontrábamos, era una manera de relajar el luto que sentían por el fallecimiento hace ya un mes atrás.




Lentejuelas RojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora