- !Oh si, si, ugh si mi amor, dame duro ahí, tú sabes como hacerlo, como me gusta!.-Gimió.
*Emily*
Me quede helada ante lo que estaba viendo, mi hermana teniendo sexo con su novio en el sofá...
-¡Largo de aquí!-gritó cassandra mientras se cubría junto con su amado,
con la manta que se encontraba tiraba cerca del sofá.-¡Enserio que tu no tienes vergüenza, cassandra!- grité subiendo por las escaleras hasta llegar mi habitación y encerrarme en ella.
¿Cómo es posible que se comporte así?... ella es mayor y debería poner el ejemplo. Mis padres le dieron una buena educación ahora que ellos han muerto, se ha convertido en una completa inútil y desobligada, casi todo lo que cocina sabe mal, no tiene ni la menor idea de como preparar pollo frito le hace más fácil comprar comida que hacerla ella misma, no se esfuerza por salir adelante, el dinero que gana en su trabajo en lugar de ahorrarlo para seguir estudiando, se lo gasta en fiestas y alcohol.
Estaba de mal humor y con sueño, dejé la mochila en el suelo, me deshice del uniforme dejándolo en el buró que está a lado de la puerta para luego acostarme en la cama, cerrar los ojos, dormir, y olvidarme de todo.
*Mi vista estaba cada vez más borrosa, mi respiración más relajada, estaba apunto de caer en la bruma del sueño...*
-¡Emily, abre la puerta!- gritó mientras giraba la perilla repetidas veces, puse los ojos en blanco y con pereza me levante de la cama dirigiéndome a la puerta.
-¿Qué quieres?.-pregunté abriendo la puerta.
-Si marcus te llama al móvil no quiero que le digas lo que viste hoy ¿Quedo claro?.-dijo mientras apretaba mi brazo.
-No le diré nada, ahora vete que quiero dormir.- respondí.
-Está bien, en la mesa dejé tres rebanadas de pizza, por si te da hambre.- dijo soltando su agarre.
-Bien.- cerré la puerta de golpe.
Aunque la verdad no creo que marcus me llame al mo...
-¡MI MÓVIL!-grité cuando recordé que el profesor se lo había quedado ahora tendré que pedirle a cassandra que vaya a recogerlo mañana.
*Me acosté en la cama y cerré los ojos cayendo en la bruma de sueño.*
(...)
Me desperté por la incomodidad que causaba el sudor y la pegajosidad en mi cuello y frente, había olvidado encender ventilador antes de dormirme mi garganta estaba seca y me encontraba sedienta. Me levanté de la cama dirigiéndome a la cocina por un vaso de agua, cuando paso por la mesa me encuentro con una caja de pizza, efectivamente hay 3 pedazos dentro de esta, agarro un pedazo y lo llevo a mi boca, frunzo en ceño al darme cuenta de que había una pequeña nota pegada dentro de la caja.
* Tuve que salir no me esperes, hay soda en el refrigerador. *
Arrugué la nota dejándola dentro de la caja y seguí comiendo hasta acabar con los tres pedazos, tomé de la soda de limón que estaba en el refrigerador y me dirigí al baño para darme una ducha.
(***)
Disfrutaba del agua que caía por mi cuerpo, mientras que con las yemas de mis dedos hacia masajes en mi cabeza para que el shampoo desapareciera con el agua, sentí un leve ardor en mi ojo derecho, me había entrado shampoo, lo tallé levemente para que el shampoo saliera y me dejara de arder.
Cuando había terminado de ducharme me mire al espejo y pude notar que mi ojo derecho estaba enrojecido, me di cuenta de lo tonta que había sido al no traer ropa limpia para vestirme, salí del baño desnuda escurriendo gotitas de agua que caían y resbalaban de mi cabello, hombros y escurría por mis piernas. Subí por las escaleras hasta llegar a mi habitación, abrí el ropero y busqué ropa interior y cualquier blusa y short que encontrara primero. Los rayos de luna entraban a través de la ventana del pequeño balcón pronto me di cuenta que esta se encontraba entre abierta podría asegurar que estaba cerrada.
Miré el pequeño reloj de pared, que marcaba las 9: 45 pm.
Ya estando vestida me asomé por el balcón disfrutando del aire fresco cuando volteo hacia abajo observo un auto color negro estacionado, lo reconocí en el instante en que fijé mi vista en el. Escucho el molesto sonido del timbre que provenía de la planta de abajo.
Camino a paso apresurado pero firme saliendo de la habitación, baje por las escaleras y seguí hasta llegar a la puerta de entrada, abrí la puerta dejando ver al dueño del automóvil lujoso, su profesor de literatura quien aun traía su maletín colgado del hombro.
-Hola bonita, buenas noches.-dijo recargándose en el marco de la puerta.
-Profesor nickolas ¿Qué hace aquí?.- pregunté.
- ¿Hay alguien aparte de ti, pequeña?.- preguntó ignorando mi pregunta mientras observaba dentro de mi residencia.
De nuevo se hacía presente esa rara sensación que me hace pensar que algo malo puede ocurrir.
*Cassandra en galeria*
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OBSESIÓN
ChickLit-Señorita collins, ¿Acaso es usted idiota?-Dijo molesto. Todos los alumnos se quedaron completamente anonadados ante las palabras de aquél hombre. Emily sintió que le hervía la sangre ¡¿Quien demonios se creía como para llamarla así?! El hecho d...