Detrás de las ventanas negras. |SasuNaru|

05; perdió todo

Se sentía como si tocara un algodón, la ropa de Sasuke de cierta manera era realmente suave, ¿Cómo se sentiría su piel? 

— Sasuke... Alejate. — Se negó. Había ocultado su rostro en el cuello de Naruto.

¿Para dejarte ir de nuevo?

No ganaba nada en quedarse en silencio. No sabía como expresar sus palabras, puesto que casi no optaba por hablar, mucho menos de sus confusos sentimientos. Era como si cada vez que quisiera hablar con Naruto, un cuchillo cortara su garganta. Quería vomitar por las palabras tragadas.

— Lo... lo siento. 

¿De verdad lo había dicho? Naruto frunció el ceño, ese no sería el Sasuke que diría lo siento. Es más, Sasuke jamás había dicho lo siento después de la matanza de su clan. Había perdido la inocencia pura en ese acto, había perdido la capacidad de decir las palabras que expresaran amor, felicidad o algo, había perdido la capacidad de incluso sonreír. Y si lo hacía no era con el fin de parecer feliz, era incluso una sonrísa psicópata, arrogante.

Naruto tomó el rostro de sasuke haciendo que esto lo levante. Simplemente notó como su corazón se hacía bastante pequeño cuando vió su rostro.

Las lágrimas bajaban en silencio, no había expresión en el rostro de Sasuke, y eso de alguna manera le hacía querer abrazarlo. El enojó de Naruto definitivamente se esfumó.

Lo había extrañado, sí.
Lo había esperado, sí.
Lo había pensado, sí.
Le había llorado, también.

Ahora solo necesitaba tocarlo otra vez, mirarlo todos los días como antes, en el equipo 7. Solo necesitaba su presencia.

Sasuke miraba a la nada, y Naruto aprovechó a acercar su rostro y acortar distancia entre ambos, besandole con dulzura. No se negó, no lo hizo, no quería rechazarlo, por más que su propia razón le dijera que no era correcto volverlo a ver. Lo hizo.
No movió los labios, y espero a que Naruto se separace. Había dejado las lágrimas de lado que le hacían ver bastante vulnerable, y nuevamente pegó su rostro hacia el cuello de Naruto.

De un momento a otro escuchó un ruidito de absorción, y de inmediato supo que Sasuke olfateaba su cuello. Pues sentía incluso el choque de su respiración con su cuello.

— ¿Qué mie-

— Me gusta tu olor. — Naruto quedó bastante confundido. ¿Por qué hacía eso?

Sasuke en cambio se degustaba con el olor de Naruto, ese olor lleno de sudor que le llenaba el cuerpo cada vez que se ejercitaba, la tierra por el hecho de estár acostado en el piso, el dulce jabón de cuerpo que contenía todavía casi encapsulado en su piel, y un olor asqueroso a comparación de los otros. El de Sakura. Hizo una mueca cuando olió aquello, una combinación entre perfume barato y demasiadas flores.

— Naruto, no me gusta este olor.

El rubio no contesto, ¿Qué olor? ¿De qué habla?

— Quiero quitarte ese detestable olor.

— ¿Cómo harás eso? — No respondió, y pasó la lengua por el cuello ajeno, a lo que Naruto se estremeció, era bastante satisfactorio haber hecho ese acto.
El sonrojo de las mejillas de Naruto se hizo presente, tartamudeó el nombre de su ajeno, a lo que fue callado con una exclamación de sorpresa por parte suya cuando Sasuke mordió su cuello con la fuerza suficiente como para dejar una marca.

— Quiero que huelas a mí.

¿Que significa eso?