08; mordidas

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¿Qué fue todo lo que sucedió ahí? Ese encuentro tan raro solo fue una mezcla de emociones, felicidad, tristeza, enojo, excitación, ¿Más raro podía ser? No, no lo creo. Ahora solo podía ser una estúpida casualidad, Naruto se aseguraba de pensar aquello. Pero en el fondo sabía que no era verdad, conocía muy bien a Sasuke y sabía que si se proponía algo lo haría, pero jamás dijo el porque de la repentina visita.

Y lo peor, lo había dejado en medio del bosque, excitado. A decir verdad tenía bastantes ganas de regresar, pero no iba a tener sexo con él solo por regresar, se negaba a eso rotundamente. Y Naruto tampoco era tan estúpido como hacer eso, dando un suspiro miró la entrada de la aldea, el lugar en donde el solía gritarse y pelearse ambos, esperen un momento.

¡¿Cómo por qué Sasuke le dejó besarlo así como así?! ¿Desde cuando le había permitido hacer tanto contacto indebido? ¿Desde cuando él mismo se dió el permiso de acercarse a él de esa manera? Ahora definitivamente se encontraba más que confundido. Arrugó la nariz en un gesto infantil, entrando a la aldea de una vez por todas. Comenzó a caminar hasta su casa, no habían misiones, y por más que pensaba sobre su extraño conportamiento de Sasuke, recordó a Sakura, no quería toparse con ella, ni mucho menos hablarle de aquella conducta. Amenazarla, y luego huír.

Gracias a las plegarias de Naruto se evitó el encuentro con la pelirosa, y se adentró en su hogar diciendo nuevamente un "Estoy de vuelta" y sin recibir respuesta, algo doloroso, pero se acostumbró con él tiempo. No sabía cuando tiempo había pasado con Sasuke, porque ya era la tarde-noche, ¿Tanto tiempo fue? Se resignó a dar un suspiro y se dirigió a su habitación, un desastre, sopas de ramen tiradas por todo el lugar, ropa sucia, mantas por un lado, inclusive insectos y animalitos por otro.

Un asco total.

Decidió limpiar para matar el tiempo y que llegara la mañana siguiente rápido, tomó los artefactos de limpieza, y caminó hasta la sala, que practicamente tenía la cocina a dos pasos, y la habitación que estaba a mínimo dos metros de ese lugar.
Comenzó por aspirar un poco la alfombra, y así fue como pasó toda la tarde terminando de limpiar su casa, dejando la ropa sucia en un canasto para sacarla a lavar la mañana siguiente.

Miró el reloj de la pared, hacia apenas las nueve de la noche, hizo una mueca, no habría nada que hacer y era bastante temprano, se dedico a buscar entre la alacena algo para cenar, nada.

"Tsk"

Fue lo que salió de sus labios al notar la alacena vacía, tendría que salir al supermercado a comprar más ramen, y así lo hizo. Tomó unos pantaloncillos, una camiseta, unas sandalias, y dobló su preciada banda sobre su cama, lista para ser retirada del servicio de ese día.

Hacía bastante calor a pesar de ser primavera, parecía el verano, ahora Naruto de alguna forma u otra se sentía tranquilo. No sabía si era por el encuentro o por haber hecho algo que jamás había hecho en su vida, sí, limpiar.
Se encogió de hombros, y siguió caminando teniendo una mente bastante fresca al respecto, hasta encontrarse con Kiba y Shikamaru.

— ¡Hey, Naruto! — Gritó el de las líneas rojas en el rostro, Naruto regresó a la realidad y saludó con frensí a su amigo, y al otro chico también, el de ojos caídos y aire aburrido. Se acercó a ellos con una sonrísa.

—Hey, chicos, ¿Qué hacen por aquí? —Preguntó el rubio.

—Ah, pues estábamos caminando ya que hace un calor insoportable en casa de ambos, y Akamaru está en la estética canina, ya que con tanto pelaje suda demasiado y no es bueno para su entrenamiento en lo absoluto.

—Dilo por ti, estába bastante cómodo en mi casa recostado en mi futón con el aire a todo lo que daba. —Respondió el de la coleta.

—¡Ah, cállate!

—Yo solo vine a comprar algo más de ramen, el que tenía se acabó y necesito más. ¿Me acompañan?

—Cómo sea.

—¡Claro! Hey, ¿Por qué no mejor vamos a cenar algo al puesto de ramen usual y después vamos a comprar al supermercado, ¡Yo pago! — Naruto se emocionó y tomó a Kiba del brazo para ir al puesto de siempre, mientras que Shikamaru le gritaba que se calmara un poco.

Al ir caminando se encontraban con los usuales puestos de la noche, vendiendo todo tipo de cosas, desde chácharas hasta comida y ropa. Shikamaru y Kiba tenían bastantes ganas de comprar otra cosa que no sea ramen, pero todo por hacer feliz a su rubio amigo. Naruto sin embargo al estár caminando por la angosta calle de un momento a otro se quedó callado, y nuevamente volvió pensar sobre su encuentro con el portador del Sharingan.

Estába seguro que ese encuentro no era porque el de cabellos obscuros quisiera, lo encontraba más como un algo por obligación o por conveniencia, Algo quería, Sasuke no era de venir a ver a alguien que practicamente le castraba la existencia, pero, ¿Por qué? ¿Qué quería? ¿El Kyuubi? No eso no le interesaba a Sasuke. ¿Matarlo? ¿Ganar su confianza y matarlo? No, tampoco, Naruto lo molestaba, pero era con el fin de hacer que le prestara atención o buscarlo. ¿Qué pasa con la misión personal de hacer que regrese? ¿Desde ese momento se acabó? ¿Va a venir a verlo de nuevo?

El silencio que había entre la caminata de los tres era cómodo, sin embargo esto hizo extrañarle mucho a Shikamaru y a Kiba, eso no es normal en Naruto.

—Naruto. — Habló con su rasposa voz Kiba, captando la atención del ojiazul.

—¿Estás bien, idiota? —Le preguntó Shikamaru con su característico insulto hacia él. Naruto los miró por unos segundos y asintió.

—Estoy bien, no se preocupen. —Dijo con una leve sonrisa. —¡Ahi está el puesto! — Gritó señalando este, para así desviar la atención de él. Ambos hombres se encogieron de hombros  y caminaron al puesto.

—¡Naruto, Kiba, Shikamaru! ¡Que placer es tenerlos de nuevo por aquí! —Admitió el hombre del puesto con una sonrísa.

—¡Lo de siempre! — Pidió Naruto a lo que el cocinero le asintió y dijo un "enseguida" tomandole la orden a sus compañeros, Naruto ahora solo pensaba en la comida, sacando la lengua de su boca, saboreando el delicioso olor que llegaba de su nariz hasta sus papilas gustativas, no podía esperar más.

Pero en ese instante, Shikamaru que se encontraba al lado de Naruto, volteó a verle de reojo un tanto feliz por la reacción de su amigo, sin embargo, una mancha morada en el blanco cuello de este captó su atención volteando su cabeza hacia él entrecerrando los ojos. 

—Naruto, ¿Qué es eso? —Señalo Shika, tocando el lugar de la mancha, Naruto se congeló y comenzó a sudar frío, la atención de Kiba fue llamada cuando el rubio tartamudeó varias veces intentando dar una explicación.

Grave error.

—¡¡Oh!! ¡¡NARUTO TIENE UNA MARCA!! — Gritó formando una "O" perfecta con sus labios, las mejillas de Naruto no tardaron en encenderse, la marca que había hecho Sasuke. Mierda, mierda, mierda.

—¿Una marca? ¿Y quién te la hizo?

—Esto... Sh-shika... Maru... Kiba... Fue.... fue... — Miró a todos lados en busca de ayuda desesperada. Tuvo una idea pronto. —¡Fue Naruko! — Se excusó dejando a sus compañeros confundidos.

—¿Naruko? —Preguntaron al unísono. —¿Por qué habría una chica en el pueblo que tenga un nombre igual al tuyo? —Cuestionó el de la coleta.

—Es nueva... y ella y yo... tenemos... una... ¡Relación! ¡Sí, eso! ¡Naruko y yo tenemos una relación!

—¿Y? ¿Qué esperas para presentarla?

Naruto se acaba de meter en un enorme lío.

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Hols, ¿Qué tal? Escribí algo largo porque me inspiré, dejen su comentario, me harían re japi.

Por cierto, ¿Les gustó la portada? A mí, me encantó, está escrito "Detrás de las ventanas negras" en japonés. <3

Y pasense por mis demás novelas, incluyendo Orbes azules de RinHaru, les va gustar;D

-Deidara-

Detrás de las ventanas negras. |SasuNaru|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora