My little baby » H.S.

IX (parte 2/2)

"El mejor día de mi vida."

Él suelta una carcajada que resuena por todo el auto, provocando que quiera llorar por la vergüenza. —¿A qué viene esa pregunta?

—No lo sé —murmuro. En un semáforo en rojo toma mi cara y me obliga a voltear a verlo. Hace un pequeño puchero imitándome y después sonríe.

—Eres la chica más tierna y hermosa que he visto en mi vida —volteo hacia abajo evadiendo su mirada. Deja un beso en mi frente y vuelve a conducir.

—¿A dónde vamos?

—Espera y verás —sonríe.

Cuando creo que llegamos al lugar, el cual está más o menos a treinta minutos de mi casa, me bajo del auto observando todo muy bien. Me quedo estática en mi lugar preguntándome por qué me ha traído aquí, pero Noah me saca de mi trance al tomar de mi mano llevándome a no sé dónde.

—Wow —es lo único que logra salir de mi boca al ver el hermoso paisaje y lo que él preparó para nosotros. Cubro mi boca con mis manos por segunda vez, pero ahora es de impresión.

—¿Te gusta? —pregunta, sin embargo respondo con otra pregunta.

—¿Tú hiciste esto? —asiente y yo junto mis manos detrás de su cuello. —Eres increíble —después de responderme el abrazo toma una de mis manos y me pide que me siente en el césped cubierto por una manta la cual tiene algunos pétalos encima.

Después de sentarse, toma una de las copas y vierte un poco de champán, me tiende la copa y la tomo antes de decir un gracias. Nos quedamos ahí unos cuantos minutos más, viendo el atardecer, platicando sobre nosotros. Pero entonces él dice algo que hace que mi estómago se revuelva y mis manos comiencen a sudar. —Te quiero decir algo serio.

—Adelante —trago saliva.

Suspira y toma mis manos antes de comenzar a hablar. —Sé que no te hablaba mucho en la escuela, pero eso era porque tenía nervios. Tenía miedo, de que no quisieras hablar conmigo o algo por el estilo. Bien, a lo que voy. Tú y yo nos conocemos desde hace muchos años, y siempre hemos sido amigos. Pero hace poco tiempo estuve pensando sobre eso y decidí que ya no quiero ser más tu amigo. Quiero ser algo más, alguien más importante para ti. —mis ojos se inundan en lágrimas. —Yo sé todo de ti y tu de mí. Quiero ser alguien que te de consuelo mientras lloras porque tu banda favorita se separó. O alguien que esté contigo en una cama, abrazándote mientras vemos una película —suelto una risilla. —Lucy, ¿quieres ser mi novia?

Abro mi boca en sorpresa y después sonrío. —Sí, sí, sí, y mil veces, sí —me río de mí misma y lo abrazo.

—Te quiero mucho, Lucy.

—Yo mucho más, Noah —digo mirándolo directamente a sus bellos ojos. Me toma de las mejillas y unimos nuestros labios en un beso lento y cariñoso.

• • •

—Gracias por traerme —abro la puerta de su auto.

—No hay de qué. Te veo después, nena, te quiero —sonrío. Le devuelvo el te quiero y después le doy un pico en los labios y me bajo del carro.

Al entrar a mi casa todo está oscuro, supongo que papá ya se durmió. Tratando de hacer el menor ruido posible subo a mi habitación. Al llegar suelto una bocanada de aire y abro la puerta para encontrarme con mi padre sentado en mi cama de los brazos cruzados. —Hola papi —digo tratando de sonar inocente.

—¿Con quién estabas? —se levanta y se acerca a mí. —¿Por qué tus labios están tan hinchados y rojizos? "Porque besé a mí ahora novio, tal vez"

—Amm, no lo sé —me encojo de hombros restándole importancia al asunto.

—¿Dónde estabas, niña?

—¡No me digas así! —frunzo el ceño. Me mira con advertencia y ruedo los ojos. —Estaba con Noah —le contesto al fin con voz cansada.

—¿Con quién?

—Noah —respondo con voz aguda.

—Y, ¿qué hiciste con él?

—Algo que estuve a punto de hacerte el otro día —sus ojos se abren y puedo notar su cara enrojecer de la furia. —¡Es mentira! No hicimos nada —nunca le diría a mi padre que Noah y yo somos novios y menos que nos besamos, me mata.

—Te creeré, pero de todas maneras te castigaré, no me dijiste con quien ni a dónde ibas a ir antes de salir —ruedo los ojos por segunda vez y le tiendo mi celular. —No.

—¿No quieres mi celular? ¿Entonces qué me vas a quitar esta vez?

—No te quitaré nada, de hoy en adelante tus castigos serán como el siguiente —toma mi bolsa y la avienta a algún lugar de la habitación. Me toma de las caderas y después se se sienta en la cama y me acuesta de forma que mi pecho y estomago estén pegados a sus piernas. Sube mi vestido y suelta un gruñido.

Murmura algo que no logró entender y después habla:—Cuenta conmigo —no entiendo. ¿Quiere que cuente con él? Todos mis pensamientos son retirados de mi mente al sentir algo caliente y suave estrellarse contra mi glúteo derecho. —Uno.

—Uno —repito. Los azotes comienzan. —dos —cada vez arden más. —tres —empuño mis ojos tratando de retener mis lágrimas. —cuatro —una lágrima sale.

—Y por último, cinco —dice y da un azote mucho más fuerte que los anteriores. Joder, esto dejará unas buenas marcas. Rápidamente bajo mi vestido y lo saco de mi cuarto. Me quito el vestido y me dirijo a mi clóset el cual tiene espejo. Mis nalgas están rojas y tienen marcas de sus grandes manos. Carajo. Prefiero que me quite mi celular y esas cosas a que me de azotes, honestamente.

Pero, omitiendo eso, hoy fue el mejor día de mi vida.

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Heeellooooooo
Gracias por leeeeeeer
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Las amo con mi pequeño corazón negro
All The Love, D xx.