My little baby » H.S.

XVIII

Hoy amanecí de un gran, gran humor. Estoy verdaderamente feliz no sé porque. Después de haberme dado un baño, salí al parque a unas cuantas cuadras de casa a caminar, y al regresar me sentía feliz. Y he decido que ya no regañaré más a Lucy de la forma en que lo hago. No más azotes.

—Buen día, princesa— canturreo al verla entrar a la cocina.

Ella me mira raro y yo simplemente sonrío—. Hola papi— se acerca a mí, la tomo de la cintura y beso su mejilla, ella ríe, haciéndome sentir aún mejor—, ¿estás de buen humor hoy, huh?— sonríe.

—¿Se nota?

—Para nada— se sienta en una de las sillas y comienza a comer—. ¿Y ese milagro?— dice con la boca llena antes de tragar la comida.

Me encojo de hombros—. Ni idea— sonrío y hago un pequeño puchero.

—Yo amanecí de mal humor hoy— dice ella.

—¿Y eso por qué?

—Noah y yo nos peleamos ayer en la noche y... no sé si rompimos o... qué— susurra mientras juega con la comida y veo una lágrima correr por su mejilla.

—Princesa, mírame— susurro. Ella voltea a verme y sus ojos están un poco rojos, en sus mejillas hay lágrimas y están algo sonrosadas, sonrío. A pesar de estar triste sigue viéndose tierna como un jodido ángel—. No te preocupes, ¿si? Te diré la verdad, nunca creí que él fuese una buena influencia para ti, amorcito. Y no quiero que nunca, jamás, olvides que yo siempre estaré para ti, en todo momento, cuando sea, no importa la situación, y ante toda circunstancia te amaré y siempre me tendrás a tu lado, hermosa, ¿bien?— sonrío y ella también, envuelve sus brazos en mis hombros y comienza a llorar mientras yo acaricio su espalda suavemente.

—Gracias papi, te quiero mucho mucho— besa mi mejilla y me sigue abrazando.

—Bien, ahora— tomo sus hombros y la separo de mí, comienzo a limpiar sus lágrimas— cámbiate porque te llevaré al centro comercial y te compraré todo lo que tú quieras— sonríe mostrando sus dientes.

—Te amo papá— besa mis mejillas y después deja un diminuto beso en mis labios, sonrío y le doy un pequeño empujón cuando se voltea de espaldas hacia mí para irse.

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—¡Oh, y ésto también!— chilla y toma un labial color rosa coral.

—¿Ya, Lucy? Estoy cansado— suelto un quejido.

—Uh, sí es todo— exhalo y sonrío, al fin. Pagamos en caja y después nos dirigimos al auto para finalmente devolvernos a casa.

—Creo que nunca más te volveré a traer de compras— bufo y ella suelta un 'oww'.

—Qué malo, papi— me mira y frunce su ceño.

—Le diré a Alison que te traiga— la miro y sonrío al ver su cara de indignación.

—Bien sabes que no me cae nada bien— rueda sus ojos.

—Lo sé, es broma— me encojo de hombros. Cuando llegamos a casa me encuentro con que Alison no está en casa, suspiro.

—¿Qué quieres de comer?— le pregunto a Luz al ver que son las tres de la tarde en mi reloj.

—Uh, un sándwich o no sé— asiento y me dirigo a la cocina para prepararle un sándwich. Cuando estoy a punto de terminarno siento unos pequeños brazos envolverse en mi cintura y los pechos de mi pequeña pegarse a mi espalda, deja un beso y después recarga su mejilla, sonrío.

—¿Se te ofrece algo, princesa?

—Papi...— ronronea, y comienza a besar mi espalda lentamente. Me volteo y le sonrío, ella igual a mí, tomo su pequeña cintura con ambas de mis manos, la volteo y hago que enrede sus piernas en mis caderas, camino hacia la cocina y hago que se siente en el borde de la mesa.

—¿Quieres algo, princesa?— ella se encoge de hombros.

—Quería, uhm, pedirte permiso para salir con Noah, queremos solucionar el problema de ayer— muerde su labio inferior y yo ruedo los ojos.

—Va, pero no tardes más de dos horas— sonríe, chilla, besa mi mejilla y se va casi corriendo a su cuarto.

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Lucy's P.O.V.

—Perdóname, Lucy— besa mi mejilla—, por favor.

—Que va— ruedo los ojos con una sonrisa y él sonríe victorioso. Nos levantamos de la banca en la que estábamos sentados y comenzamos a caminar por el parque, hasta que miro la hora que es, ya llevamos dos horas aquí, papá me va a matar si no me voy ya—. Amor, me tengo que ir ya— lo miro con ojos tristes.

—Bien, déjame llevarte a tu casa— comenzamos a caminar con las manos unidas mientras platicamos. Cuando estamos frente a mí casa cruzamos la calle y, no podría describir lo que pasó en este momento, solamente sentí un golpe demasiado fuerte en todo mi cuerpo y cómo mi cabeza chocó contra el pavimento, suelto un pequeño gemido, cierro mis ojos.

—¡Lucy!— fue lo último que oí al dormirme en un profundo sueño del cual no estoy segura si despertaré.

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Hello babies
Me falta el maratón pero creo que lo haré en la madrugada lol
Las amo y las extraño
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Las amo pt2
D xx.
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