Los magos también se enamoran

Erza x Jellal

La maga más fuerte de Fairy tail había salido de misión, después de tanto tiempo decidió ir sola, necesitaba un respiro, últimamente su mirada parecía sombría y era más fría que otros días, todos estaban preocupada por ella, y decidieron dejarla ir sola, quizá así arreglaría sus asuntos y volvería a ser la misma de antes.

*Narra Erza*

Parecía como si fuera a anochecer muy pronto y yo aún no encuentro a Ultear, solo espero que Jellal esté bien. Seguí caminando hasta que el cielo oscureció por completo, cada vez se me dificultaba ver en medio de la noche, pero tenía que continuar hasta encontrarme con ella.

-¿Erza? –Voltee hacía donde se escuchó la voz.

-¿Quién eres?

-Soy Ul, llegaste pronto, aun cuando te dije que vinieras dentro de 3 días.

-Para que esperar, arreglemos esto rápido Ultear, ¿Qué le paso a Jellal?

-Vayamos a hablar a otro lado, Jellal está cerca y no quiero que escuche.

Caminamos un par de kilómetros hacia delante, yo miraba para todos lados para ver que nadie nos fuera a atacar y aprovechar de nuestra situación.

-Hablemos aquí Erza. –Decía Ul mientras se sentaba en una enorme roca.

-Si. –Me senté a su lado.

-Veras. –Suspiro. –Últimamente Jellal se encuentra deprimido, recuerda lo de la torre del cielo y siente ganas de matarse, sus emociones están revueltas y eso le quita el sueño, por lo cual también le ha afectado físicamente, pensé que quizá tu serías la única persona que pueda ayudarlo.

-¿Yo? –No pude evitar sonrojarme y sentir como todo mi cuerpo ardía.

-Erza, ambas sabemos exactamente lo que tu sientes por él y lo que él siente por ti.

-Ultear con mayor razón soy la persona menos indicada.

-Erza por favor, hazlo por él, él ya es parte de mi familia, te lo ruego. –Se hinco frente a mí agachando su cabeza.

-Tranquila Ul, está bien, lo hare.

Caminamos al campamento de Ul, se veían un par de luces que se veían cada vez más cerca, mis latidos aumentaban, cada paso que daba me hacía ponerme aún más nerviosa, sentía una sensación extraña en mi estómago y  quería salir corriendo como una cobarde.

-Ul, Erza. –Grito Meredy corriendo hacía nosotras.

-Hola Meredy. –Le dije intentando controlar mis nervios.

- ¿Cómo sigue Jellal? –Le pregunto Ul.

-Mejor, Erza pasa por favor, él está dormido.

-Ah, está bien. –Suspire y fui hacía la tienda de acampar donde se encontraba.

-Ul, sabes que él nos va a matar ¿no?

-Me lo va a agradecer.

Entre a la tienda y lo vi acostado, él se encontraba completamente dormido, tenía la cara más tranquila del mundo, me acerque un poco a él y toque su cabello azul, después baje a su mejilla y me senté a su lado mientras lo seguía viendo.

-Vamos Jellal, tenemos que salir adelante. –Le dije en un susurro.

Seguí viéndolo por un momento y lo tome de la mano, la sostenía con gran fuerza, sentí como él empezaba a sujetar la mía con fuerza y poco a poco abría los ojos.

-¿Erza que haces aquí? –Preguntaba adormilado.

-Vine a cuidarte, ¿Cómo estás?

-Estoy muy bien ¿Por qué?