Parte 20 - Un encuentro Esperado

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Todo estaba bastante mal, si lo sabia, pero no quería pensarlo así, aun no.

Pronto regrese a mi casa y lo primero que hice fui ir al cuarto de mi hermano, ye no le iba a tener miedo, por ningún motivo, si no me ayudaría a saber que era lo que estaba pasando, yo misma me encargaría de decírselo a mi padre, aunque mis cuerdas vocales no estuvieran del todo bien.

Golpee fuertemente la puerta, no me importo nada, y se abrió al instante.

Muy bien, te estaba esperando... Sara... - Su actitud era tranquila, pero no por mucho tiempo.

- Di... Di-me - Mi voz era agonizante, y no lograría decir ninguna palabra pero aun así trataría de expresarme de cualquier forma.

- Oh... Por favor, no exageres, Igual, Solo quiero que sepas que mi madre quiere verte, así que debes estar mañana en la tarde, en aquel prado, Sera mejor que vayas, es lo mejor que puedas hacer, por ahora... - Mi hermano posaba con una actitud seria y estricta.

- s... si... - Necesitaba hablar, decir cualquier palabra.

- No te esfuerces demasiado, pareciera que estuvieras agonizando porque estas a punto de morir - Las comparaciones de mi hermano me alegraban el momento y me hacían tener confianza en el.

Salí de su cuarto y me dispuse a descansar, al parecer estaba a punto de empezar lo que tanto esperaba y mi madre seria la detonante de todas las respuestas que necesitaba, Así que decidí no decirle, absolutamente nada a mi padre, de hecho no quería que sospechara nada.

Me desperté temprano y me dispuse a esperar a que se hiciera de tarde, no fui a la escuela y estaba preparada para lo que sea que pasara.

Bien, las 12:00 comenzare a ir, mi hermano posaba en la puerta de salida esperando a que pronto llegara al bosque, sin embargo, pensé que era muy temprano, así que había llevado un emparedado y algo de tomar, no quería caminar rápido pero, aun así me sentía algo preocupada, ya que era lo que mas quería en estos momentos, que respondieran todas mis preguntas.

Cuando estaba a punto de llegar decidí comerme mi almuerzo y continuar, si no fuera por que algo quebranto mi mente, como si un rayo hubiera de repente a parecido y me hubiera dejado en un estado vulnerable.

Comencé a recordar aquellos momentos en los que la pase muy bien, cuando era muy feliz, desde que mi padre prometió cuidar de mi.

Cada vez que avanzaba se volvían mas alegres y sin querer ya estaba corriendo hacia la pradera como si quisiera escapar de algo que me estuviera haciendo daño, y aquella pradera fuera el único lugar donde podría estar por fin en paz.

Cuando llegue un claro recuerdo llego a mi mente sin querer, era mi madre mientras cantaba una canción para dormir cuando era pequeña, aquel recuerdo se volvió tan nostálgico para mi, que quería derramar lagrimas, no se porque motivo, había llegado aquel recuerdo, pero a la vez me hizo feliz, y repentinamente sonreí.

Fue cuando a lo lejos divise una extraña figura, era mi madre, estaba sangrando sin embargo al parecer eso no le importaba, fue cuando se acerco que pude apreciar su verdadera figura, su cuerpo era azul y sus ojos destilaban un brillo naranja junto con azul.

- Sara... Me alegra poder verte - Su voz me hizo temblar, no era una voz normal, sin embargo, no tuve miedo por ella, ya era suficiente lo que había vivido, ahora si, era capaz de afrontar lo que sea, que pasara.

Estaba segura de ello.




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