Parte 6

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Eran las siete de la mañana, Harry aún seguía tirado en su cama sin dar señales de querer levantarse. Por otro lado, Niall estaba aún encerrado en el baño y es que se reusaba a salir con Harry ahí, era obvio que él ya no estaba furioso, pero Niall sabía que si actuaba como todos los días, estaría tentando a su propia suerte.

El rubio se puso de pie y abrió la puerta con cuidado, entró de puntillas a la habitación y miró a Harry con detenimiento, unos cuantos rizos caían sobre su frente, su boca estaba entreabierta y su rostro era tan angelical. Niall se sintió el hombre más afortunado del mundo por unos segundos, hasta que volvió a la realidad y recordó que su "prometido" era un doble cara.

Sacó su ropa de la manera más silenciosa posible, volvió al baño y comenzó a vestirse, de pronto, vio las cicatrices que había en sus muñecas, no eran recientes, al menos ya no. Recordaba el momento exacto cuando se hizo eso a sí mismo, había peleado con Harry de una manera horrible, cosas salieron volando, ambos dijeron cosas que no debían ser dichas y entonces, Niall corrió al baño, necesitaba algo para sacar todo ese dolor de su interior, y, tristemente, su única salida fue la cuchilla.

Mientras el ojiazul estaba vistiéndose en el baño, Harry abría sus ojos lentamente, estiró su brazo a su lado izquierdo y se sorprendió de que este estuviera frío. Era la segunda noche que Niall no dormía con él, Harry no estaba acostumbrado a dormir solo, siempre había sido acompañado por Niall, y esta vez se sentía vacío.

Se puso de pie y caminó hacia el baño, se armó de valor y justo cuando sus nudillos iban a impactar en la puerta, esta se abrió dejando ver al rubio vestido completamente de negro, su cabello estaba peinado hacia arriba y sus manos se encontraban entrelazadas justo frente a él, su mirada estaba enfocada en sus zapatos que desde ese instante eran mucho más interesantes que cualquier otra cosa en la habitación.

-Buenos días, Niall- Susurró Harry intentando besar sus labios, Niall corrió su rostro haciendo que el beso fuera en su mejilla. -Buenos días, iré abajo a preparar el desayuno- Dijo casi en un susurro, esquivó a Harry y salió de la habitación para después bajar las escaleras. Harry sintió como algo se rompía dentro de él, y, aunque no quisiera admitirlo, la causa era Niall.

Después de que Harry se vistiera elegantemente, su mañana pasó cayada, Harry intentó que Niall lo mirara pero esto jamás sucedió, el rubio estaba muy concentrado en su plato de fruta. El silencio estaba empezando a ser insoportable, así que el castaño decidió romperlo.

-¿Estás listo para esta tarde?- Preguntó, Niall lo miró y solo dio un asentimiento. -¿Estás nervioso?- Volvió a preguntar, Niall negó y limpio su boca con su servilleta para después beber su jugo de naranja. -Sabes que no me gusta que hagas movimientos con tu cabeza para contestarme- Gruñó Harry mientras hacía puño una de sus manos. Y cuando Harry estaba a punto de gritar, Niall habló. -Y tú sabes que no me gusta que me grites por teléfono- Dijo Niall de una manera tranquila sin darle mucha importancia. Harry lo miró y notó una lágrima silenciosa bajar por la mejilla del ojiazul.

Eso hizo que el corazón de Harry se estrujara en su interior, y entonces recordó la primera vez que hizo llorar a Niall. -Eres un maldito bastardo sin corazón...- Había susurrado el pequeño rubio con sus ojos azul oscuro. -Te odio tanto...- Eran las palabras que repetía el Niall de su triste recuerdo, una y otra, y otra vez.

I Can't Make You Love Me »N.S« Donde viven las historias. Descúbrelo ahora