Parte 11

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Un par de días después de la separación de Harry y Niall, los chismes no cesaban, se rumoraba que Niall mantenía una relación con el golfista Justin Rose, (cosa que no era del todo falsa), que Harry salía con un chico llamado Nickolas.

Harry se había vuelto más violento en las peleas, y Niall, a pesar de estar con Justin, extrañaba la mirada verde de Harry, sus rizos, su sonrisa cuando regresaba a casa después de ganar una pelea, su manera de dormir tan tranquila... –¿Niall, estás bien?– Preguntó Justin rodeando la cintura de Niall, este negó y limpio una pequeña lágrima solitaria que bajaba por su mejilla.

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Mientras tanto, Harry se encontraba en el gimnasio golpeando repetidas veces el saco, Joseph lo miraba desde una esquina, le impresionaba la manera en la que Harry enloquecía sobre el ring cuando peleaba, el como sacaba todo eso que llevaba dentro para poder conseguir un título.

–¿Harry?– Preguntó Joe en un tono bajo, Harry dejo de golpear y se giro para ver a la persona que le llamaba. –¿Sucede algo? ¿Pelea de imprevisto? ¿Entrevistas? ¿Una cena con alguien importante? ¿Algún evento?– Preguntó el más alto mientras limpiaba sus nudillos que estaban ligeramente pintados de su sangre. –No, nada de eso, solo quiero saber como te encuentras– Susurró el pelinegro ayudándolo a limpiar sus nudillos. –Todos los días me haces la misma pregunta y todos los días te contesto de la misma manera– Dijo el rizado con una pequeña sonrisa en su rostro mirando como su amigo limpiaba sus manos. –Tengo la esperanza de que algún día me dirás que eres feliz, que alguien te hace feliz o que al menos volviste con él– Susurró de nueva cuenta terminando de limpiar la sangre.

No era un secreto que Joseph tenía una especie de enamoramiento por Harry desde que se conocieron en la secundaria, pero sabía que el corazón del rizado tenía dueño y ese era Niall. –Deberías de comenzar a perder tus esperanzas, Joe– Dijo Harry, suspiró y colocó su mano sobre el hombro del más bajo, sonrió ligeramente y después fue hacia las duchas.

Joseph se había ofrecido a pasar la tarde con el castaño, pero este se negó, necesitaba estar solo, necesitaba meditar un poco las cosas. Caminó sin rumbo unos momentos, llegó hasta un pequeño jardín donde miles de parejas se acercaban a una fuente para pedirle deseos y demás cosas.

Probablemente Harry se estaba torturando él mismo, mirando a las parejas melosas frente a él, estaba de espaldas contra la fuente hasta que escuchó una voz muy familiar pedir un deseo. –Desearía jamás haberlo conocido, jamás haberme enamorado de él... Pero más que nada, desearía que estuviera aquí– Susurró y el sonido sordo de la moneda cayendo en el agua hizo que Harry se levantara, Niall lo miró sorprendido, miró hacia todos lados pero ya era muy tarde para correr.

–¿Pidiendo un deseo?– Preguntó el ojiverde mirando la fuente. –Es algo bobo, lo sé, los deseos no se cumplen– Susurró el rubio bajando la mirada. –Entonces, ¿qué hago yo aquí?– Preguntó el rizado nuevamente, Niall lo miró unos segundos y después negó- Lo siento Harry, ya no podemos seguir en un vaivén, esto se acabo y... Y pienso mantenerme firme– Murmuró, dio la vuelta y se retiró de ahí.

Harry tardó en procesarlo, pero finalmente entendió que había perdido a Niall, y no sabía de que manera recuperarlo, y es que a lo mejor ya era tarde... Y este era uno de esos errores irremediables.

I Can't Make You Love Me »N.S« Donde viven las historias. Descúbrelo ahora