Parte 22

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Niall había llegado a la conclusión de que no podía seguir más tiempo en esa casa, debía irse. Tomó su celular y llamó a la persona que esperaba aún estuviera ahí para él.

–¿Quien habla?– Contestó una mujer al otro lado de la linea. –Yo... Um, hola, mamá– Contestó Niall dando vueltas por su sala de estar. –¡Niall bebé! ¿Cómo has estado? ¿Sucede algo?– Preguntó la madre de Niall, este miró por la ventana y suspiró. –¿Puedo volver a casa?– Preguntó casi en un susurro. –Bebé... Greg pasará por ti al aeropuerto, ¿llegas hoy?– Preguntó su madre en un tono suave. –Mañana por la mañana... De verdad, gracias– Susurró y después de unos minutos colgó.

Miró su casa y después suspiró, siempre pensó que Harry iba a estar ahí a su lado, llenando ese espacio vacío en su gran casa, se había acostumbrado tanto al ruido que él hacía cuando estaba ahí, inconscientemente sonrió y se sentó en su sillón, justo cuando pensaba en como guardar todas sus cosas, alguien toco su puerta, frunció su ceño y después se puso de pie, al abrir, se llevó una gran sorpresa al ver a Harry ahí de pie con sus ojos rojos.

–Te amo– Dijo Harry sin más, Niall lo miró sorprendido, inconscientemente retrocedió y elevó una de sus cejas. –¿Estás borracho?– Preguntó haciendo que Harry se sorprendiera. –¿Qué? ¡No! Te lo estoy diciendo en mis cinco sentidos– Exclamó el ojiverde negando y acercándose un poco más a él. –¿Qué te sucede? El día de ayer te comprometiste con Joseph y hoy vienes y me dices eso? ¡Qué demonios pasa contigo, Styles!– Gritó Niall pasando sus manos desesperadamente por su cabello. –No me pasa nada, me voy a casar con Joe, pero creí que querías escuchar esa palabra de mi– Dijo Harry encogiéndose de hombros.

Tal vez Niall no estaba pensando con claridad, tal vez todo lo que quería era terminar con todas esas cosas que lo estaban atormentando, tal vez todo lo que quería era que ese demonio ojiverde dejara su casa. –No...– Susurró, Harry ladeó su cabeza confundido. –¿No?– Niall negó y lo miró. –No puedo hacer que me ames si no quieres... No puedo hacerte sentir algo que no sientes Harry...– Susurró Niall, una lágrima resbaló por su mejilla y después frunció su ceño. –Vete... Tú no tienes nada que hacer aquí, y si solo venías a eso... Bueno, ahora te puedes ir– Harry negó y sacó de su bolsillo un sobre. –Ten... No espero que vayas, pero Joe insistió en invitarte– Susurró y después miró la casa. –No iré, ni si quiera estaré aquí– Susurró Niall, aventó la invitación y gruñó. –Vete Harry... Tengo que empacar– Harry lo miró y elevó una de sus cejas. –¿Empacar?– Niall bufó y de una vez por todas, lo empujó fuera de su casa. –Dije, vete, y no te molestes en volver– Dicho esto, cerró la puerta y gritó, gritó de dolor, de enojo pero sobre todo, de frustración.

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–¿Qué te dijo?– Preguntó Joe al ver que Harry había regresado. –¡Me sacó de su casa! ¡Me dijo que no lo dejaba empacar y no quería que regresara a su casa!– Gritó Harry dejándose caer en el sofá. –¿Empacar?– Preguntó Joe sentándose a su lado. –¡Eso mismo pregunté yo! ¿Empacar? ¡¿A dónde cojones se va!?– Exclamó Harry nuevamente, Joe le dio un golpe en la cabeza y Harry lo miró de mala manera. –Lo siento, sabes que odio que grites, regresando al tema... Hablaré con él– Se encogió de hombros, tomó su celular y marcó al número de Niall.

I Can't Make You Love Me »N.S« Donde viven las historias. Descúbrelo ahora