Parte 7

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»Octubre 2012«

Harry y Niall llevaban exactamente un año como pareja, y cualquiera que los viera, podría decir que ambos eran la pareja más hermosa de todo el mundo. Harry siempre miraba a Niall como si fuera su mundo entero.

Pero había solo un pequeño detalle que a Niall le seguía molestando de Harry, y eso eran sus celos. Niall era una persona bastante amigable, Harry no tendría problema si sus amigos fueran A M I G A S, pero tal parecía que la vida no estaba de acuerdo con él, pues todos los amigos de su rubio, eran hombres.

Harry había aprendido a sobrellevar todas sus amistades, excepto una: Nathan Sykes. Ese chico era lo más cercano a una pequeña zorra cerca de su novio. Siempre que estaban juntos, Nathan abrazaba a Niall, besaba sus mejillas y tomaba su mano. Tal vez para el rubio esto no tenía significado alguno, pero para Harry... Bueno, él era la razón de su mal humor todas las tardes que Niall y él se veían.

-Hazz, debes aprender a no mirar con odio a Nath- Le había dicho Niall. Harry asentía sin escucharlo, pues, su mirada estaba clavada en el chico pelinegro que reía estruendosamente en la mesa de enfrente. -Hazz... ¡Harry! ¡Ni si quiera me estas escuchando!- Se quejó Niall azotando su cabeza contra la mesa, una manía que tenía al estar desesperado. -Si... Yo también te amo, Ni- Dijo Harry volviendo su mirada a Niall, este último le enseñó su dedo medio y se puso de pie para llevar su bandeja vacía a su lugar correspondiente.

Harry lo miró confundido, tomó su celular y le envió un mensaje.

Harry:
Ni, ¿estás enojado?

Esperó por una respuesta y después de unos minutos, esta llegó.

Niall:
Nathan, yo, su casa, tarea. Te veo por la tarde, cabeza de brócoli.

Y eso bastó para que Harry explotara internamente, se puso de pie y caminó rumbo a su aula de química, sin duda alguna, Nathan lo escucharía de una vez por todas.

Por otra parte, Nathan y Niall se encontraban camino a casa del primero, y era gracioso, porque todo esto era parte de su pequeño y enfermizo plan. ¿Cuál era este? Obviamente no era enamorar a Niall, no, su meta era hacer creer eso a Harry para que este tuviera sospechas de un posible engaño de parte del rubio, y después él podría estar con Harry, porque ese era su plan, estar con Harry.

Al llegar a su casa, Nathan tomó un pequeño control que tenía una pequeña trampilla, al apretar un botón, la luz se iba automáticamente, al igual que regresaba.

Ambos chicos se encontraban en la habitación de Nathan haciendo su tarea de ciencias sociales, eran al rededor de las siete treinta, el sol ya se había ocultado del todo y eso hacía que la habitación estuviera en total oscuridad,

-Carajo, olvidé que la oscuridad me aterra- Murmuró Nathan, Niall suspiró y se puso de pie. -Eres una total y completa nenita- Rodó sus ojos y bajo las escaleras en busca de la caja de fusibles. Lo que no sabía era que Harry estaba detrás la puerta principal, decidiendo entre tocar o entrar como una fiera, para su mala suerte, Harry escogió la segunda opción.

Harry abrió la puerta de golpe y tomó a Niall por los hombros pensando que se trataba de Nathan, lo estampó contra la pared y comenzó a golpear su rostro. -Eres una vil perra- Murmuró Harry sin dejar de golpear su rostro. -H-Harry...- Susurró Niall intentando apartarse de él. -No digas mi nombre, bastardo, y tampoco quiero que te vuelvas a acercar a mi novio, nunca más- Dijo dando el último golpe, las luces volvieron y Harry quedó horrorizado al ver que la persona que yacía golpeada a sus pies era nada más y nada menos que su pequeño rubio.

Nathan bajó las escaleras para admirar como su plan estaba hecho, pero no contó con un Harry gritando y llorando por toda la casa, su verde mirada se enfocó en la del pelinegro y después bajó su mirada a Niall. -Por favor, Sykes... Llama una ambulancia - Nathan asintió y llamó la ambulancia, Harry seguía justo al lado de Niall, quien abrió sus ojos y el miedo estaba alojado en ellos, se alejó como pudo del rizado y sus ojos se aguaron. -Eres un bastardo... Un bastardo sin corazón- Susurró, Harry sintió una punzada en su pecho, Niall tendría que estar bromeando. -Ni...- Susurró, pero el rubio empezó a llorar más fuerte. -Te odio tanto... Te odio, Styles...- Y fue ahí cuando su corazón se rompió, Niall lo odiaba y aunque no estaba viendo a Nathan, podía deducir que tenía una sonrisa en su rostro.

I Can't Make You Love Me »N.S« Donde viven las historias. Descúbrelo ahora