Ni tu, ni nadie

Cuando nacemos todos nos miran como algo hermoso. Un milagro. Incluso cuando ya tenemos días, semanas o meses de nacidos piensan que somos bellísimos. Pero su memoria es mala, porque cuando pasa mucho tiempo, se les olvida que somos un milagro.

Nuestros defectos, que antes parecían dar gracia, empiezan a molestar. Nos regañan y nos critican por lo que hacemos mal. Sin darnos tiempo para aprender. Sin explicarnos cómo se debe de hacer o enseñarnos que uno debe aprender de sus errores. No. Está mal y punto.
Crecemos, pero aun no demasiado. Somos niños. De todos modos nadie nos odia. Al parecer no tienen razones para hacerlo, porque "todavía están pequeños".

A esa edad todo lo aprendemos. Todo lo recordamos subconscientemente. Cada cosa. Todo. Incluso cuando los mayores se pelean nosotros lo vemos y recordamos.

Luego vienen las ilusiones. No de las lindas. No. De las que, cuando te das cuenta que son solo ilusiones, te rompen el alma. Por ejemplo, las películas. Hay películas que te enseñan que la amistad es irrompible, que los buenos siempre ganan, que la honestidad y la lealtad son premiadas, que la gente con valor es recompensada con cosas buenas. Y esa otra ilusión... que el amor es el poder más grande en el mundo.

Luego de un tiempo vamos a encontrarnos con una preparación hacia la realidad. La escuela. Pero apenas es la primaria, no es gran cosa. Los niños aun creen en los valores y esas tonterías. No importa. Pero... ¿en serio creen en los valores? Porque, un valor muy grande es siempre ser tú mismo ¿no? Bueno, ya no creen en ese valor. Fingen ser quien quieren ser.

Los defectos. Cada vez son más y más. Y los identifican mejor. Antes, por ejemplo, se veían las cosas buenas de cometer un error, ahora no. Ahora buscan el error. Cuando hacemos algo mal nos critican, cuando hacemos algo bien buscan qué está mal. Y, en base a eso, nos ponen nombres. Si algún extraño nos dice algo que nos molesta debemos ignorarlo pero, ¿enserio lo ignoramos? ¿no... no nos duele? De todos modos es solo un extraño. ¿Qué pasa si nos lo dice alguien a quien queremos. Se siente mal. Y no lo podemos ignorar.
Más tarde, cuando uno ya está en secundaria, ya nadie cree en los valores. Lo "genial" está sobrevalorado. ¿Cuál es la definición de genial? Cuando se es más chico, la definición era algo bueno, pero ahora ¿lo es? Porque, tomar es genial, ser una fácil es genial, cortarte las venas es genial... ¿Es genial?

Seguimos creciendo. Empiezan las peleas con la gente que te quiere. Y la gente que no te quiere desquita su enojo e impotencia contigo. Es un ciclo... Los problemas aumentan y aumentan. Crecen más y más.

Los amigos se convierten solo en personas con las que uno tiene que tener cuidado. No sabes quién de ellos tiene un puñal en su mano dispuesto a enterrarlo en tu espalda. No sabes quién de ellos es tu amigo. El destino juega contigo en una marea que se revuelve en tu cabeza con olas y olas de mentiras y desconfianza. La lealtad se pone a prueba. Y las preguntas comienzan ¿en serio vale la pena tenerte como amigo?

Volvemos con los defectos. Los apodos mal intencionados son una enorme palabra que crece y crece dentro de nuestra cabeza hasta hacerla explotar. Y caen lágrimas. Y a veces caen gotas color carmesí. La gente empieza a excluirnos. A nosotros y a todos quienes no sean iguales a ellos o no piensen como ellos. Y entonces cambias, para poder ser igual a ellos y tener "amigos". Pero ¿qué pasa si no cambias? No. Es mucho riesgo. Aun así, hay gente que toma ese riesgo. Es como caminar por una cuerda floja mientras otra gente te lanza cosas. Te tambaleas y evitas lo que la gente te lanza, pero ¿qué pasa si alguien te golpea muy fuerte? Te caes.

Quien toma el riesgo de ser diferente sale de un gran problema: la hipocresía. Y se ve rodeado de gente hipócrita, pero no le hace daño, porque sabe que son hipócritas. Esa es tu recompensa; saber quién es hipócrita y quién no. Pero debes aprender a nadar en el río de la vida, evitando a las pirañas que fingen ser pececitos. Y tienes que encontrar con gente que pase por lo mismo que tú.

Todavía está la cuestión de la demás gente. Antes había una regla: ser bueno con el prójimo. "Lo que das se te regresa de la misma forma" Como un boomerang. Pero el boomerang se ha roto. Si tú das algo bueno, abusan de ti. Si tu das algo malo, te regresan algo peor. Así que mejor hay que dejar de dar cosas. Quédate con lo que tienes y guárdalo muy bien.

¿Se acuerdan de las ilusiones? ¿Aquélla en especial qué es el amor? Bueno, esto se mezcla con los defectos. Ahora que se es diferente te ponen apodos más simples, pero más dolientes: gordo, feo, tonto, pobre.... Ah, malditas sean esas palabras. Porque ahora son un tatuaje en el alma. Una cicatriz que en cualquier momento se vuelve a abrir. Y cualquiera la puede abrir. El problema y lo que todos quieren es encontrar tu tatuaje. Y entonces te lo dicen una y otra vez.

Y ahí viene la parte del amor. Cuando te dicen una de esas palabras, te das cuenta de que estás mal. Y entonces piensas en que nadie nunca te va a amar. Y no me refiero a un amor fraternal o parental ni esas cosas. Sino el amor de una pareja. Piensas que nadie te va a querer y que no existe esa persona especial. Porque eres diferente. Y estarás solo por siempre. Porque nadie te quiere porque estas mal. Porque Eres diferente...
Eres diferente.

Qué gracioso. Antes éramos un milagro, ahora el milagro es que sigamos aquí.