Introduccion.

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En mis grandes sueños, donde todo era posible, estuve debajo de aquella cristalina agua donde pude apreciar su tacto y los susurros de los arboles perennes que rodeaban aquel bosque.

Pude darme cuenta con inocencia tan rápido que paso el tiempo atrapada bajo mis dulces sueños.

Debajo de aquel agua como una resplandeciente y femenina sirena hipnotizada por las finas y delicadas bellezas de este paraíso... Así como era él, sin dudar.

Volviendo a la cruel realidad, a veces, la vida no era suficiente como probablemente lo era, hay un problema, solo uno, la cual seria que los humanos no aprovechábamos cada segundo como él ultimo de nuestras vidas, donde no sabíamos que iba a pasar o a donde ir, no la aprovechaban como lo hacia Abril.

El iluminador sol como las estrellas del universo se envolvió en aquellas nubes blancas, dándole paso a aquel colorido arco iris para espantar aquella nostalgia de él mes de diciembre.

El césped húmedo se encontraba como para que abril se sentara en aquel pasto verde, pero como siempre ella, no dio importancia a algo tan insignificante.

En cuestión de segundos estaba sentada en un piso sólido donde podría sentir aquella temperatura del día, donde en si podría temblar allí mismo del frió que hacia.

Como de costumbre, se limito a observar a las personas y su alrededor sin disimular, sin importancia a que la vieran.

Su vista se poso en un chico, de cabellos ondulados y ojos esmeraldas, esta lo observo como si fuera él objeto mas apreciado del aquel museo de París.

Le daba curiosidad, y por un momento quería saber su vida y cada detalle de el.

pero el mostraba todo lo contrario porqué si quiera se percato si había alguien allí observándolo.

Aquella chica, Abril, se sintió como una psicópata al sentir su mirada en ella.

Él pudo apreciar sus hermosos ojos cristal azul que lo analizaban en este mismo instante, donde esta lo miraba sin ningún interés, arrepentimiento y ni la mas mínima pena.

Tan solo lo observó como si su vida dependiera de eso.

Abril no pudo descubrir que había mas allá de sus ojos, ni aquel chico que era lo que esta chica de ojos de cristal tanto miraba en él.

Esta tan solo se levanto y se fue de allí dejando al chico atrás mirándola de igual manera que ella lo había hecho antes.

HISTORIA CORTA

-Miranda Forest.

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