XI

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La Leucemia reinaba en cada gota de su sangre, pero eso aun no les impedían poderse ver los ojos como todos los días, esta vez brillando como estrellas, como el los viejos tiempos.

Habían vuelto al alma, y el destino fue a favor de ellos.

 El amor aun se encontraba y esta vez el destino no los abandonaría, porque el lo prometió.

-Miranda Forest.  

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