unknown • park chanyeol

#6

Chanyeol

—¿Deberíamos llevar desayuno?

—¿Ah?

Aparté los ojos de la carretera para mirar a Baekhyun con su dedo índice dándose golpecitos sobre la barbilla.

—Hay un starbucks cerca de aquí y tengo hambre —se encogió de hombros y negué con la cabeza sonriendo. Acabábamos de desayunar en casa, ¿Quería un segundo desayuno?

—Está bien.

Cambié de marcha y me metí por la avenida principal donde sabía que había un starbucks al final de la calle. Siempre había sitio para algo dulce y café en mi estómago.

Paré el coche en doble fila y me giré hacia Baek el cual estaba mandando mensajes por su teléfono móvil y me estaba ignorando. ¿En serio no pensaba ir él? Resoplé y le toqué el hombro.

—¿Es que no vas a comprar el desayuno?

—Quiero un muffin y un café Caramel Macchiato —contestó absorto en la pantalla del móvil mientras masticaba distraídamente un chicle y se acomodaba mejor en el asiento.

En serio este chico...

—¿Es una broma? Y además, ¿tengo que pagar yo?

—Me lo debes —se encogió de hombros y subió sus ojos pequeños hasta mi rostro, sin inmutarse.

Volví a resoplar y me dejé caer en el asiento mirando la calle sin poder creérmelo. Era su idea, no entendía porqué tenía que ir yo. Encima estaba aparcado en doble fila, si me ponían una multa saldría en todos medios y todo porque le debía algo a Baekhyun...Aunque solo había hecho mi parte de la colada el muy cabrón.

—Bien, iré yo.

Puse los ojos en blanco y palpé el bolsillo de mi chaqueta para estar seguro de que tenía la cartera conmigo, y con las mismas salí al exterior después de desabrocharme el cinturón de seguridad.

Fuera hacía frío y al segundo ya estaba helado, no como Baekhyun que tenía toda la calefacción a tope dentro de mi coche y había elegido justo hoy para comportarse como un señorito. No importaba, en realidad, posarse del coche no era la gran cosa, si no que era pisar el frío invernal con la cazadora fina que llevaba lo que me hacía molestarme un poco.

Como me pusiera malo me las iba a pagar.

Dentro del establecimiento pedí nuestras órdenes y algo más para los demás ya que me parecía injusto comprar algo solo para el señorito y para mí, aunque fuera dinero de mi tarjeta...

Me apoyé en el mostrador y la dependienta empezó a preparar mi pedido rápidamente. No sé si me había reconocido, pero al mirarme sus mejillas se volvieron rojas y una timidez absurda hizo acto de presencia, haciéndole parecer adorable. Era guapa y le sonreí.

—Aquí tiene oppa.

Esta vez fue mi turno de sonrojarme y le di las gracias a la trabajadora que me miraba con aire soñador. Estaba claro, me había reconocido, sino, no hubiera llamado oppa, cosa que me producía mucha vergüenza.

Cogí la bolsa y me di la vuelta para casi chocarme con el cuerpo de una chica que empezó acto seguido a disculparse pero le resté importancia inclinándome y saliendo a grandes zancadas por la puerta. Debía mantenerme alejado de cualquier chica joven que hubiera en Seúl.

Bueno, en teoría debería.

Baekhyun me aplaudió cuando abrí la puerta del conductor de mi coche y me senté con la bolsa entre las manos. Hice una mueca y le miré molesto, esperando ver más gestos irrespetuosos por su parte, pero sólo encontré su mano hurgando en el interior de nuestro pedido.