Doble Divergente

Capítulo 5

De repente, vuelvo a tener unos ocho años. Estoy jugando al balón en la calle con Beatrice y con Susan, nuestra vecina.

Susan lanza la pelota y yo corro hacia detrás para cogerla, hasta que me tropiezo con alguien y me caigo al suelo.

— ¿Te has hecho daño? — me pregunta el chico con el que he chocado. Tiene que tener un par de años más que yo.

— No. — respondo, levantándome rápidamente del suelo y sacudiéndome el polvo del vestido.

— ¡Cassie! — exclama Beatrice, corriendo hacía mí, seguida por Susan. — ¿Estás bien?

— Si, no me he hecho daño. — le digo sonriendo. — Perdón por chocar contigo, esto...

— Soy Tobias Eaton.

— ¡Eres el hijo de Marcus! — exclamó Susan. Tobias hizo una mueca, como si no le gustara que dijeran que él era su padre. — ¡Nuestros padres trabajan juntos!

— Si, supongo. — respondió. — Bueno, adiós.

— Mis padres dicen que es un chico raro y que no debo juntarme con él. — dijo Susan, cuando Tobias ya se estaba yendo.

— Ya, he oido decir a mis padres lo mismo. Cuando vamos a cenar a casa de Marcus, él se encierra en su habitación. — dijo mi hermana.

Yo me quedo mirando a Tobias caminar hacia su casa, con el balón en la mano y la boca entreabierta.

— ¡Cassie! — me sobresalta Susan, con una sonrisa. — ¿Seguimos jugando o qué?

Yo le lanzo la pelota en señal de respuesta y el juego continua.

Cierro los ojos.

— Mañana es tu ceremonia de elección. — me oigo decir.

— Lo sé. — contesta Tobias.

Tengo catorce años y el dieciséis. Estamos sentados sobre la acera del pequeño callejón que ha sido nuestro punto de reunión durante años.

— ¿Qué piensas hacer?

— Ya lo sabes. — dice encogiéndose de hombros.

— Piensas marcharte, ya lo sé. Pero si pudiera hacer algo para hacerte cambiar de idea...

— No puedes. — me cortó. — No pienso soportar un día más en abnegación. La pregunta es, ¿vendrás conmigo o no?

— Yo... — dudé. — Me da pena pensar que tendré que separarme de mis padres.

— Ellos lo superarán. Además, está tu hermano y Beatrice.

— Ese es el problema. Beatrice es mi hermana gemela, nunca nos hemos separado más de dos horas. No podría vivir sin ella. Y las únicas veces que me separo de ella son para verte a ti, y ella ni siquiera sabe que nos encontramos a escondidas, no me lo permitiría.

— Porque según ella soy "un chico rebelde con mal carácter al que no le gusta seguir las normas de la facción, una muy mala influencia para una chica de catorce años".

— Palabras que ha oído decir a mis padres.

— Porque se las ha dicho el mío. — suspiró Tobias. — Cuanto más pienso en mi padre, más ganas tengo de marcharme, pero cuanto más pienso en ti, más corto quiero que pase el tiempo para poder estar todo lo que pueda contigo.

Se acercó más a mí hasta besarme y yo le correspondí el beso.

— Supongo que esto es una despedida. — le dije.

— Nos veremos dentro de dos años. — contestó. — O al menos eso espero.

— Yo también lo espero.

Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir, estoy sentada entre Beatrice y mi madre. Estamos en la ceremonia de elección.

— Tobias Eaton. — le llama su padre, Marcus.

Él se acerca a donde está su padre, quien le ofrece el cuchillo.

Le veo avanzar hasta el cuenco de Osadía.

Deja caer su sangre sobre las brasas y el público vestido de negro empiaza a gritar y aplaudir. Cuanto me gustaría estar entre ellos...

Veo a Marcus furioso y a Tobias sonriendo, feliz.

Nuestras miradas se encuentran y el tiempo parece detenerse cuando mueve lentamente los labios, diciéndome algo.

Te espero.

Hola lectores!

Lamento haber estado tanto tiempo sin publicar ningún capítulo

Espero que os guste la historia, si es así, por favor, no olvidéis votar y comentar.

Se despide,

Chica_unicornio_