Great Barrington

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Great Barrington, es uno de los destinos turísticos muy poco inusuales en el estado de Massachusetts, pero las personas, la naturaleza y lo pintoresco que era, lo volvían un lugar muy acogedor. Afuera de una pequeña cafetería, se encontraban cuatro amigos Evan, Jason, Vanessa y Felicity.

-¡¿Y que tal si se le olvido?- dijo Jason

-¿Como lo olvidaría?, ¡Es el cumpleaños de Vanessa y Evan!- dijo Felicity

-Tal vez, no la dejaron salir del Asilo- dijo Evan, mientras se rascaba la nuca.

A lo lejos, una maraña de pelo negro se diviso entre la nieve, aquel cabello le pertenecía a una chica, que corría desprevenidamente en encuentro hasta sus amigos, era nada mas y nada menos que Kate.

-Es tarde- dijo Vanessa.

-Lo se, Lo se, tenia que darle sus pastillas a uno de los pacientes, y se me fue el tiempo- se disculpo.

El grupo de amigos entro en tropel hacia el lugar, se sentaron en la primera mesa que encontraron disponible y pidieron su orden, acto seguido discutieron acerca del tema que mas le convenía a todos la Universidad.

-No, lo se. Probablemente tenga que hacer la Carrera de nutrición aquí. ¿No se si sea buena idea?- dijo uno de ellos, mientras se encogía de hombros.

-Los horarios de Medicina, me están causando un terror absoluto, dudo mucho que tenga tiempo si quiera para comer-

-No exageres Vanessa, por lo menos no estarás propensa a electrocutarte en tus proyectos finales como yo-

-¿Quien te manda a elegir esa carrera, Evan?-

-Si, Si, chicos, por lo menos ustedes terminaron, yo tendré que darme mi año sabático, por culpa de las materias que reprobé ¿Verdad Kate?- dijo Jason

Pero Kate lo ignoro, no estaba en la conversación, su mente viaja hasta Devan, sobre lo muy mal que estaban las cosas en el Sanatorio, sobre Jean la mujer que se esconde tras esas paredes, sobre el terrible sufrimiento de Charlie y su terapia de electrochoques. ¿Y quien sabe, cuantos mas pacientes, estarán pasando por algo similar?.

-Hola, Ey- dijo Vanessa chasqueando los dedos, mientras que Jason pasaba sus manos frente a la cara de Kate.

-¿Creen, que este muerta?-dijo Evan

-No lo creo,sigue respirando- dijo Felicity, mientras le daba un enorme sorbo al café.

-¡KATE!- grito Vanessa.

De un respingo, la chica salio de sus preocupaciones, para enfocarse otra vez en sus amigos. Cuando los volvió a ver, todos la miraban extrañados con gestos inexpresivos.

-Oye venimos a celebrar mi cumpleaños y mi despedida. Y tu no estas aquí- prosiguió Vanessa

-¿Despedida?- contesto la chica.

Todos se removieron incómodos en sus asientos, mientras que intentaba mirar a otra parte.

-Lo olvidaste, ¿si, no es cierto?- dijo su amiga en un susurro.

El corazón de ella empezó acelerarse, e intentado otra vez recordar de que hablaban, llego al punto "La Universidad".

-¡Maldición!, ¿te vas, hoy?- dijo ella, abriendo mucho los ojos, claramente sorprendida.

Vanessa, rodó los ojos en señal que estaba harta y recogiendo sus cosas, se levanto de su asiento y se retiro de la mesa. -Gracias por acordarte, en serio- dijo, y sin mas, salió de la cafetería. Evan al igual que su amiga, se levanto de su asiento para perseguirla mientras la llamaba por su nombre. Jason le frunció el ceño a Kate e igual salio de la cafetería, detrás de sus amigos. Solo quedaron Felicity y ella.

-¿También tu te iras?-

-¿No lo se, tu dímelo?-

-No te pongas pesada Felicity-

-¿Que no me ponga pesada?, ¿Yo no fui la que olvido la despedida de su amiga?-dijo esta claramente disgustada. Y al igual que los demás se fue, dejando a Kate completamente sola.





Ya había pasado mas de una hora, y ninguno de sus amigos se aparecía en el lugar, la chica tomo su cabeza entre sus dedos mientras que las cortinas de pelo le tapaban la mirada.

-¿Rose?- dijo una voz, vagamente familiar, pero que no le pertenecía a ninguno de sus amigos, solo existían dos personas que la llamaban Rose en la tierra, una de ella era su madre y otra...

-¡Jaden!, ¿Qu, que haces aquí?- pregunto ella.

-Ah, vine por un café, ¿Que no es obvio?- dijo mientras levantaba el café que sostenía en su mano.

-Ah claro, discúlpame yo..-no consiguió terminar la frase.

Jaden la miró con extrañeza -¿Estás bien?-preguntó preocupado.

-Si, si estupendamente solo que..-de nuevo no consiguió terminar la frase.

El joven, tomó una de las sillas en la que anteriormente se había sentado uno de sus amigos, dejando el café en la mesa y entrelazando sus dedos, para escucharla.

-No, es necesario que lo hagas-

Jaden, sonrío de medio lado, -insisto-

Dejando escapar un suspiro, ella le contó todo lo que había pasado. Después de media hora, el le dedicó unas palabras de aliento, que le avivaron un poco el ánimo.

-Entonces, ¿te veré mañana?-preguntó ella.

-¿Cómo dices?-

-Me refiero al Sanatorio-

-Oh, sí sí por supuesto- dijo él con una perfecta sonrisa en los labios.

Kate, se quedo un momento pensativa y se aventuró a preguntar, lo que la había estado torturando toda la tarde.

-¿Tú sabes que le pasa a Charlie?-

Jaden palideció, y se limitó a responderle con otra pregunta.

-¿A quién?, ¿Cuál Charlie?-

-A el paciente que le hacen, la terapia dé electrochoques-

-Mi querida Rose, en el Sanatorio Hamilton, no existen tales atrocidades, ¿En qué siglo crees que vivimos?- dijo mientras se llevaba el vaso de late a los labios.

-En el 21. Por eso preguntó- dijo ella muy seria.

Los dos se miraron por varios segundos, sin pestañear, sin decir nada como si en cualquier momento uno de los dos terminaría soltando toda la verdad. Fue Jaden el que cedió.

-Has, estado platicando con los pacientes, ¿verdad?-

-Si, yo convivo todos los días con ellos-

-Al igual que yo Rose-

-Si, pero es diferente-

-¿Diferente en que sentido?-

-Tu eres su doctor, su psiquiatra, yo soy su amiga, su apoyo, su ayudante-

-Ja, saliste muy caritativa-

Ella frunció el entrecejo, ante las evasivas que le daban, que no le deban respuestas y no la llevaban a ningún lado.

-¿Vas a seguir así?, por qué no planeo seguir aguantando tus evasivas.-

-Nadie te está invitando a que me aguantes Rose- dijo con una amplia sonrisa mientras se colocaba de nuevo su maletín en uno de su hombros.

-Rose, ¿Por qué no te haces un favor? Y dejas de platicar con Devan Acker-

Ella lo miró sorprendida mientras que él se levantaba de la mesa y se dirigía a la puerta de la cafetería. El se volvió para mirarla y con un gesto de Dr. Sexy le guiñó el ojo y desapareció tras la nieve.
Con la piel de gallina, Kate se abrazó a ella misma. -Tengo que ayudarlos- pensó

-Tengo que ayudarlos, cueste lo que cueste- sentenció para si misma. Y tomando sus cosas salió de aquella cafetería con otra perspectiva que con la que anteriormente había entrado.

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2020 ⏰

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