Capítulo 5

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A Trevor y Ludmilla les habían encargado buscar por dentro de la residencia, ya que eran las partes que más conocían y dónde estaban más seguros al ser un grupo solo de dos personas.

Trevor se estaba empezando a cansar un poco de Ludmilla, pues está estaba superpejajosa. Durante el rato libre que les habían dejado antes de volver a reunirse con los grupos, Trevor había estado hablando con sus amigos y estos le habían dicho que tenía mucha suerte de que le hubiese tocado solo con Ludmilla. Él les había dicho que al principio parecía un poco pegajosa pero sus amigos le habían convencido. Ahora ya no estaba tan seguro de si quería seguir en el mismo grupo que ella o abandonarla e irse a su habitación.

-¿Qué te parece si pasamos de buscar a estos chicos y nos vamos por ahí y me enseñas la universidad?- le dijo coqueta Ludmilla.

-No- dijo tajante Trevor.- Yo estoy aquí buscando a mi amigo y a la otra chica que no se quién es, así que si te quieres ir, adelante, ya me uniré a otro grupo.

Ludmilla al ver que le había chafado los planes le dijo:

-Vale, vete con otro grupo. Yo me voy a mi habitación a recoger la maleta que no me ha dado tiempo ni de poner en el armario con las chorradas estas del grupo, buscar a los chicos estos y hacerle la pelota a Brooke y...- en ese momento se dio cuenta de que la última cosa se la tenía que haber callado- Tú no has oído nada de eso- dijo Ludmilla amenazando a Trevor.

-Me parece que sí que lo he oído.

-Vale, ¿qué quieres a cambio de tu silencio?- le ofreció la rubia.

¿Qué que quería? A él le daban igual las amigas de Brooke y eso, pero ahora que lo pensaba, podría sacar algo a cambio....

-Quiero que no te me vuelvas a acercar, solo hablarás conmigo lo justo. Ya hablaré yo con Logan para decirle que tenías algunas cosas que hacer y por eso me he unido a otro grupo.

-Vale. De todos modos hay más chicos en esta universidad. y tú tampoco es que fueses tan guapo.

A Trevor eso le dolió un poco, pero solo un poco, ya que la opinión de Ludmilla le importaba poco-nada.

-Trato hecho. Ahora ya puedes ir a hacer las cosas importantes- dijo Trevor entre risas. Tras esto salió del pasillo para dirigirse a buscar al grupo de Christian, pues sabía que Liam estaba en el de Logan y no quería que Logan se enterase tan pronto de la ''ruptura'' del grupo.


Había pasado ya una hora y todavía no habían encontrado nada ninguno de los grupos. El grupo de Logan, Liam y Cat se estaba empezando a desmoronar, ya que Logan estaba empezando a hacerse el vago para no tener que andar más y así que Liam se fuese solo a buscar y él poderse quedar a solas con Cat.

Cat revisaba cada cinco minutos el chat que habían creado todos los del grupo para actualizar la información que iban encontrando, de momento ninguna. Logan se dio cuenta y decidió mandarle un mensaje.

A Cat le apareció el mensaje en la pantalla. Ella estaba situada en medio de los dos chicos y a Liam también le empezaba a preocupar que mirase tanto el móvil así que cuando empezó a pitar miró disimuladamente la pantalla encontrándose con un mensaje de ''El precioso Logan''. 

Liam al ver esto apartó la mirada rápidamente e intentó contener una risa al ver como Cat se ponía roja. 

Cat le lanzó una mirada de profundo odio a Logan que se estaba empezando a reír.

-Liam, ¿me puedes dejar hablar unos segundos con Logan a solas?- le pidió Cat al chico.

-Por supuesto- le dijo Liam, pues sabía que el era para hablar de ese mensaje.

Liam se apartó y en ese momento se dio cuenta de una cosa. ¿Cat y Logan estaban juntos? Solo se conocían de un día. No podían estar juntos. Era imposible. Cat no es de ese tipo de chicas. ¿O tal vez sí? No, por lo que he podido comprobar no. Puede que ya se conociesen de antes. Eso podría ser lo más problable. 

Finalmente Liam se dejo de matar la cabeza y espero a que acabasen su conversación.

-¿Se puede saber por qué has puesto ''El precioso Logan'' al nombre de tu contacto? Porque yo lo tenía guardado como Logan, a secas. Eso significa que me has tenido que coger el móvil- le dijo en un tono acusativo y enfadada Cat.

-Puede que lo hiciese. Pero era solo para que te acostumbraras a que soy precioso. Ya sabes... para nuestra cita...

-¡Cena! Cuatro letras: c-e-n-a. No es una cita, es una cena de amigos- le dijo la rubia.

-Eso dices ahora....- dijo en tono arrogante Logan.

-No me apetece seguir perdiendo más el rato contigo, ¿sabes?- le dijo Cat.- Así que o sigues con nosotros buscando a mi amiga o ya te puedes ir yendo por tu cuenta.

Logan,  al ver que Cat estaba realmente enfadada decidió irse.

Cuando ya estaba cerrando la puerta de su habitación, se acordó de una cosa: Liam estaba ahora a solas con Cat. Él había ocupado su sitio en su propio plan.


Inna, Paulo y Brooke seguían buscando, pero no encontraban nada, así que decidieron irse a una cafetería cercana al campus.

Allí comenzaron a hablar de cosas triviales, hasta que Inna empezó a coquetear con Paulo. Brooke notó esto y también empezó a coquetear con el chico.

Este al ver que las dos estaban muy interesadas en él, decidió proseguir en su habitación.

Las llevó a las dos del brazo por todo el campus mientras ellas seguían con su concurso de flirteo.

Cuando ya veían la residencia, Paulo les dijo que se conocía otro camino que subiendo por la escalera de incendios se podía llegar igual a las habitaciones y así no tenían que aguantar las miradas cotillas de sus compañeros.

A las chicas les pareció bien, pues en esta ocasión ninguna de las dos llevaba tacones como solían llevar.

Paulo las ayudó a ambas y cuando llegaron a la altura de la habitación del chico este les dijo que podían subir a la azotea, que había unas vistas impresionantes.

El chico no tuvo que insistir mucho ya que ellas cedieron enseguida.

Una vez arriba las chicas abandonaron su concurso de flirteo por unos minutos para poder maravillarse con las vistas.

Paulo se unió a ellas.

Llevaban ya unos minutos mirando cuando de repente se escucharon unos pasos tras ellos. Paulo se giró y pudo escuchar que venían de la escalera por la cual ellos habían subido. No le dieron importancia, pues creyeron que sería otro estudiante que querría disfrutar de las vistas.

Pero unos minutos después se arrepentirían de no haber pensado otra cosa: que podría no ser un estudiante.

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