“En una hora el evento ~Junta Fans Club One Direction Infection~” marcaba mi recordatorio en facebook.
Otra junta más para ver a los que creía “amigos”, a uno que otro que me cae bien…y para verlo a él, Joseph Adam Jonas. Fan tanto de One Direction como de Connect 3, otra banda super famosa.
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Lo conocí hace más de un año, de pura casualidad, en mi cumpleaños, un 12 de enero, el mismo día que Zayn Malik. Recuerdo que peleamos con otro fans club de One Direction en mi ciudad y me fui con los que conocía. Íbamos saliendo con una torta a las terrazas de un mall y lo vi.
“Bah, se parece a Shane Gray” pensaba, y le pedí a una chica, Valeria, un favor. “¿Puedes sacarle una foto al chico con la chaqueta tipo Zayn?”
“Si, no hay problema” me dijo ella “Ah, y una cosa ¡CINCO DE NOVIEMBRE!” gritó a viva voz.
Ya sabía que me iba a pasar, sabe que esa es la fecha de nacimiento de Jason Gray, mi más grande amor platónico. Me puse a rodar por el piso hasta que ella volvió con la foto del chico.
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Cuando recuperé la noción del tiempo, faltaban 40 minutos para que empezara la junta. Tomé mi bolsito y eché un regalo especial que le hice, que era una cadenita de plata que decía JOE.
Me despedí de mi mamá, tomé mi bolso con mi dinero listo en él y partí a ver a los “amigos” que tenía. Llegué al mall y comí sola. Entonces ahí fue cuando lo vi. Se me puso la cara de todos colores y desvié la vista desde donde él estaba.
Luego me fui a sentar al lugar donde siempre nos juntábamos con los chicos y esperé. Fueron llegando de a uno y todos decían “___ Sommerville es puntual, como siempre”. Me reí y luego llegaron todos y nos fuimos a un lugar donde podíamos estar sin molestar a la gente que iba a comprar, comer, o ver una película al cine.
Llegamos y, como siempre, Joe no estaba. “Sigue siendo impuntual” pensé. Fui con una amiga a comprar bebidas y al volver, se me subió la sangre a la cara. Allí estaba Joe, demasiado temprano para ser verdad.
Obligué a mi acompañante a que tuviera en sus brazos las bebidas y saqué de mi bolso el regalo que tenía para él. Todos hicieron ruido cuando se lo entregué y me abrazó. “LSAKFÑASDFJÑASDFKJAÑSJ” era lo único que pasaba por mi cabeza.
Ese día fue tan normal como otro, risas, bromas, y muchas cosas más. Pero al terminar, me fui a comer a un café cercano, a la mesa más alejada. Me senté y volví a hablar con mi mente, mi voz interior.
“¿Salió todo bien?”
“Si, todo salió bien, le di su regalo y se ve feliz” me auto contesté
“Genial, se nota que te gusta”
“Si, me gusta, más de lo que esperaba”
El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos. Tomé mi celular y vi que mi mama me llamaba, necesitaba que volviera a la casa. Terminé de comer y me fui del lugar, segura de que a Joe Jonas le gustaba el regalo que me costó los ahorros de dos meses.
