El sábado es mi día de relax. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Menos cuando mis padres deciden que mi felicidad y descanso no es importante y deciden que vamos a ir a una fiesta en el campo. Y para ser sinceros, después de lo del día anterior no me apetecía mucha fiesta.
-Oh, venga, Kazu, si seguro que te lo vas a pasar bien. Va a estar Heiji, y van a ir otros chicos y chicas de tu edad.
-¿Quiénes?
-No estoy segura, hijos de compañeros de tu padre, supongo.
-¿A qué hora volveremos?
-Sobre las 21:00. Hoy no me apetece a mí que nos quedemos hasta muy tarde, ayer estuve despierta hasta tarde.
-Es verdad, vi luces en el salón cuando llegué anoche. ¿Tenías insomnio o algo?
-No, qué va. Es que ponían un nuevo capítulo del dorama Itazura na kiss.
-¿Te van los doramas para adolescentes mamá?
-Son historias de amor preciosas y muy románticas.
-Ajá. Bueno está bien, iré a la estúpida fiesta.
-Genial, arréglate un poco.
Total, que otro día que terminé siendo otra yo. Vestida con una falda de vuelo color crema, una camiseta blana de tirantes de encaje y unas sandalias color café y peinada con una coleta alta terminé yendo para allá. Por lo menos Heiji iba a estar allí.
¿Que Heiji iba a estar allí? Já. Estaba allí, sí, pero estaba a años luz, ligando con las bobas hijas de los compañeros de nuestros padres. Pero no se podía negar que Heiji estaba guapísimo con esa camisa y esos vaqueros al más puro estilo Pull and Bear. Y es que no estaba acostumbrada a ver a Heiji tan arreglado, que a veces hasta se me olvidaba que es un chico muy atractivo que podría estar con cualquier chica que se le antojase, si solo cuidara un poco más su apariencia.
Eran las 19:00 y estaba anocheciendo. Los jóvenes se habían apoderado de una improvisada pista de baile en el jardín de aquel lugar mientras los adultos conversaban dentro de una pequeña cabaña.
No me apetecía estar viendo como Heiji le comía la oreja a prácticamente todas las chicas del lugar, así que me pasé el día pegada como una lapa a mi móvil, en una explanada alejada de todos los ruidos, hablando por teléfono con mi mejor amiga y con Ran.
Todo iba bien hasta que oí pasos acercándose a donde yo estaba. Por impulso me escondí detrás de un árbol.
Vi llegar a Heiji con una de las chicas de allí. Estaban muy cerca el uno del otro, susurrándose cosas y riéndose. Cuando de repente se pusieron a darse el lote allí mismo. Se estaban comiendo a besos.
No sabía por qué pero me sentí fatal. Me dieron ganas de vomitar y a la vez tenía un nudo increíble en la garganta. Iba a romper a llorar en cualquier momento y ni siquiera sabía por qué.
Salí corriendo de detrás de aquel árbol y fui directa a los baños, me encerré en un cubilete y empecé a sollozar como una descosida. Me sentía fatal, humillada, destrozada... Y lo peor es que no tenía derecho a estarlo, ya que Heiji y yo no éramos nada.
En ese momento me di cuenta: estaba enamorada de Heiji Hattori.
-¿Kazuha? ¿Estás ahí?
-¿Qué quieres? ¿No deberías estar comiéndole la boca a tu amiguita?
Estaba sonando como una novia celosa, y odiaba eso. Heiji también lo notó.
-¿Estás celosa?
-Claro que no, ahou, ¿cómo podría estar celosa yo?
-Exacto, no deberías estar celosa.
-Y no lo estoy.
-¿Entonces por qué has huido llorando a los baños cuando nos has visto besándonos?
-Compadecía a la pobre chica, porque he visto que hoy has comido atún y no te has lavado los dientes.
-Pues que sepas, señorita, que me he comido un chicle de menta.
-Sí, claro -me reí un poco.
-Sal de ese váter y compruébalo.
Abrí la puerta del servicio y Heiji estaba justo delante mío, a apenas unos centímetros de distancia.
-Ay, qué susto, ahou.
-Deja de llamarme ahou, ahou.
Nos miramos fijamente a los ojos, acercamos nuestras caras. Nuestros labios estaban a punto de rozarse, cuando recordé que justo ahí habían estado los labios de esa chica hace apenas unos minutos.
Separé mi cara corriendo.
-Lo siento.
Eso fue lo único que pude decir antes de salir de allí corriendo y evitar a Heiji por el resto de la noche.
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¡Ahou! ¡MI ahou! {Heiji x Kazuha}
Fanfiction-¡Eres un ahou, Heiji Hattori! -Sí, pero soy tu ahou.