¡Ahou! ¡MI ahou! {Heiji x Kazuha}

Capítulo 6

Viernes. El día amado por todos: estudiantes, profesores, pequeños, mayores... Pero yo no esperaba ese viernes con muchas ganas, la verdad. ¿Por qué? Pues porque tenía que abandonar mis importantes planes de no hacer nada para tener una cita con Nishiki. Supongo que pensáis ¿pero no le ibas a decir que no? Pues ese era mi plan inicial, pero entre que me miraba con una cara de corderito y que no paraba de insistirme; tuve que decirle que sí.

Así que aquí estaba, debatiéndome entre si ponerme la blusa verde o la azul, y en si combinarla con falda o con pantalón, entre si me maquillaba un poco o iba al natural. Nunca me había importado nada de esto en lo más mínimo, pero la bocazas de mi ''mejor amiga'' Hatsuko no tardó ni 10 minutos en contarle a mi madre que iba a tener una cita con un chico y me obligó a escoger la ropa ''menos provocativa posible'' como si yo me vistiese provocativa a diario.

Terminé con una camisa negra y unos pantalones verde militar, el pelo recogido en una trenza de espiga y unas sandalias plateadas; en resumen: todo lo contrario a mí.

-Mamá, ¿en serio tengo que ir así vestida?

-¿Cuánto te gusta ese chico en una escala del 1 al 10?

-Quizás 2. ¿A qué viene eso?

-Pues entonces así estás perfecta.

-Será al contrario, yo creo que así voy bastante insinuante.

-Ay, Kazuha, mi dulce e inocente Kazuha, no sabes nada de ligar con chicos, y eso me decepciona y me alivia a la vez.

-Mamá me estás dando miedo, tú nunca eres así.

-No te pongas así mujer. Créeme, está todo planeado para que salga bien -me guiñó un ojo. El día no podía ser más raro ya.

Llegué al lugar donde había quedado con Nishiki y allí me estaba él esperando.

-Hola, ¿me has esperado mucho tiempo?

-No, acabo de llegar.

-Menos mal. ¿Adónde quieres ir?

-He pensado en un restaurante italiano. ¿Te apetece?

-¿Un sitio tan caro? No me sentiría bien... Me gustaría más un burguer o algo.

-¿En serio? Bueno, vale, si tú quieres...

Y esa fue la conversación más larga que tuvimos en toda la noche. Nishiki se la pasó bebiendo cervezas, y al momento de irnos apenas podía mantenerse en pie.

-Ey, Kazuha, ¿quieres venir a mi casa?

-No puedo, mi padre me dijo que llegara pronto a mi casa. -estaba empezando a ponerme nerviosa.

-Oh, venga, sólo un ratito...

-De verdad que no puedo.

-Vas a venir quieras o no.

Entonces me agarró de las muñecas de forma tan repentina que no pude defenderme.

-¡Suéltame!

-Si nos lo vamos a pasar genial.

-La señorita te ha dicho que la sueltes. -esa voz... sólo podía ser de él.

-Hattori, ¿qué haces aquí? -se puso nervioso. Aproveché que aflojó su agarre y me solté, no sin antes hacerle una llave y dejarlo medio inconsciente en el suelo.

-Heiji, ¿qué haces aquí?

-Venía a cenar una hamburguesa y de repente me encuentro con esta escena, eso debería preguntártelo yo a ti. Entonces era verdad lo de la cita.

-Sí, pero como ves no ha acabado de manera muy agradable. Gracias, menos mal que has venido.

-Sí, me debes una. ¿Que tal si me invitas a una hamburguesa como agradecimiento?

-Me parece perfecto. Vamos.

-Por cierto, está rara así vestida.

-¿A que sí?

-¿Te has puesto así de guapa para él?

-Espera, ¿piensas que estoy guapa?

-Bueno... obviamente no estás mal... pero tampoco es que estés tan bien... es que... a ver... simplemente... se nota que te has arreglado para él.

-Pues no puedes estar más equivocado. Ha sido mi madre la que ha querido que me vistiese así.

-Hablando de madres, la mía ha estado todo el día hablando de hamburguesas, es por eso que he venido aquí.

-¿En serio? Mi madre también ha estado todo el día igual, por eso quise venir.

En ese momento empezamos a sospechar Heiji y yo del malévolo pero inteligente plan que nuestras madres habían tramado, pero decidimos no mencionarlo.