13. Ancla.

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Entonces ahí acostados decidí pensar en lo que me dijo Lydia acerca de iniciar una relación, no podía esperar más a que él se animara y quería formalizarlo todo, lo mire y el estaba viendo a las estrellas con una sonrisa enorme pero luego se giró a verme y su sonrisa se desvaneció.

- ¿todo bien?- parpadee unos segundos para entrar en razón y me senté - tienes cara de preocupada...- me imito y se puso enfrente de mi.

- bueno... Estuve pensando y tú y yo no somos nada Isaac- su cara paso de sería a preocupada y pude ver un brillo en sus ojos

- ¿quieres que nos alejemos?- preguntó preocupado y fruncí mi ceño.

- ¿que? No, no, nunca. - dije negando, no sabía cómo decirle eso, estaba prácticamente pidiéndole que sea mi novio, no es fácil... Me levante y me recargue en el barandal mirando Beacon Hills, a los pocos segundos lo tenía a un lado de mi - no sé cómo decirlo...- dije mirándolo, por dentro estaba muriendo

- ¿qué es? Luego dices que el cerrado soy yo- le di una sonrisa y lo empuje un poco - dime...- me rodeo con sus brazos y tome aire «ahora»

- ¿qué somos? - pregunté mirándolo a él y luego a sus labios, el frunció el ceño extrañado y suspiro - no me has pedido ser tu novia y no somos amigos, eso claro está- dije soltando una pequeña sonrisa.

- te diré que es lo que somos, somos dos seres sobrenaturales los cuales sus almas se entrelazaron sobrenaturalmente- reí un poco y aunque su respuesta fue linda no quede satisfecha...

- lo digo en serio, no es que quiera presionar... Esto... Pero quiero saber si tú quieres avanzar...- lo que quería era ser su novia, presentarlo así a mi papá y hacer las cosas bien pero el parecia no entenderlo.

- ¿necesitamos una etiqueta?- fruncí el ceño y me deshice de su abrazo- si tú y yo nos queremos no necesito que nos pongan etiqueta... Lo que tenemos es especial, no es como cualquier otra cosa común como un noviazgo - Isaac pego su frente con la mía y tomo un fuerte respiro y comenzó a hablar. - ¿sabes? Cuando Derek me convirtió en hombre lobo no me podía controlar en la luna llena, me dijeron que tenía que aprender a hacerlo, que buscará algo que mantuviera mi lado humano, un ancla. Astrid, me di cuenta de que eres tú, tú eres mi ancla. - mis ojos se abrieron demostrando lo impresionada que me siento y mi corazón comenzó a palpitar demasiado fuerte, ¿a caso Isaac Lahey me quiere? ¿Me quiere de verdad? Entonces todos mis pensamientos se desvanecieron y se reemplazaron por felicidad, le di una sonrisa y junte mis labios con los míos abrazándolo por el cuello. Me separe de él.

- si a ti te parece suficiente entonces a mí también, lo que importa son nuestros sentimientos- dije convencida, nunca había tenido un novio y me hacía la ilusión pero no lo voy a obligar y él lo siente especial de esta manera así que para mí lo es también.

El tiempo se pasó rápido y cuando menos me di cuenta ya estábamos en frente de la puerta de mi casa. Le di un abrazo y cerré mis ojos dejando que su aroma penetre mis fosas Nasales, olía masculino pero sin exagerar, me encantaba su aroma.

- muchas gracias por la noche de hoy- él se separó y plantó un beso en mi frente- te quiero- dicho eso me aleje y me metí a la casa, Dios todo está pasando tan rápido, tenía casi un año de conocerlo y aún así lo siento rápido... Me quede unos minutos recargada en la puerta de la casa pensando en la increíble noche que pase cuando una ráfaga de viento entro desde la ventana y de repente sentí un dolor agudo en el pecho, como si hubieran tomado algo de mi, caí al suelo con mis manos en el corazón como si eso fuera a calmar mi dolor y después de unos minutos todo paro, respire un poco agitada«okay Astrid, esto resérvalo para ti» pensé, después de todo lo que pasó no quería preocupar a nadie, corrí hacia la ventana un poco asustada y la cerré, tanto aire no pudo entrar desde una simple ventana... Mire a lo lejos y me di cuenta de que era luna llena y al parecer en Isaac no tuvo ningún efecto, nada... Entonces recordé sus palabras.

Eres mi ancla. (Isaac Lahey) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora